Con su equipo, instalado en la sede que Luis Lacalle Pou utilizó en la campaña presidencial, Laura Raffo se apronta para enfrentar una campaña departamental que la tendrá como candidata única de cinco partidos políticos. Si bien el edificio tiene en su fachada una gigantografía de ella, por dentro todavía hay fotos del ahora presidente, que terminarán de ser removidas a la brevedad. Abunda el blanco, y la mayoría de las habitaciones lucen desoladas; se nota que han sido vaciadas. “Esto todavía no es nuestro”, ilustra la economista en su despacho, que viste de naranja e invita a sacar un número de un colorido dispensador de tickets, similares a esos que se usan en las panaderías, que dice “Feminism” y contiene mensajes de la historia del movimiento. Cuando sale a la calle, unos niños de un colegio privado la reconocen y se sacan fotos con ella. Otros vecinos aprovechan la ocasión para hacerle consultas. Minutos antes, la charla con la diaria versó sobre el rol de las mujeres en la política, la gestión de los residuos, el trato con la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeom) y lo que ella entiende que son los debes de la gestión actual. Sus críticas tienen un blanco muy concreto: Daniel Martínez.
¿Por qué la coalición eligió a una mujer joven para la candidatura?
Hubo consenso en buscar una candidatura renovadora que fuera una figura de consenso y pudiera mancomunar esfuerzos. Que sea una mujer marca que hoy por hoy el rol de las mujeres en la política va cobrando importancia. Quizás antes no había posibilidades para las mujeres, aunque resta un camino enorme. Tenemos solamente 20% de participación parlamentaria.
Dejaste la actividad privada para hacer campaña. Independientemente del resultado de la elección, ¿tu plan es seguir en la política o volver al ámbito privado? ¿Ocuparías un cargo en el Poder Ejecutivo?
Voy a ocupar el cargo de intendenta de Montevideo.
¿Y después de eso?
Decidí iniciar una carrera política, claramente. Creo que me voy a mantener en esta arena, pero nada está vedado. Existen personas con mi profesión que han estado cinco años en la política y luego han vuelto al sector privado. No me gusta hacer futurología. Pero sí reconozco que inicié una carrera política y estoy muy entusiasmada con eso.
Si ganás la elección, ¿aplicarías un criterio de paridad en tu gabinete?
En las empresas en las que trabajé siempre lo hice rodeada de mujeres. También de hombres. Soy feminista desde el lugar de brindar igualdad de derechos y oportunidades, porque con el derecho no alcanza. No soy feminista desde el lugar de pelearme con los hombres. No sé si utilizaría un criterio de paridad, pero estoy de acuerdo con el concepto de paridad. Las mujeres son el 52% de la población, ya tienen una vasta experiencia en el mercado laboral, y a nivel capacidades están incluso mejor formadas. Por lo tanto, el hecho de que no haya una igualdad de participación está hablando de que existen sesgos y barreras invisibles que están impidiendo eso. Entonces hay que luchar contra eso.
¿Te gustaría que en las listas que te apoyen haya paridad?
No sabés cómo las tengo a las mujeres. Ya di varias charlas para mujeres del Partido Colorado y del Partido Nacional. A las mujeres que me acompañan las tengo con el cuchillo entre los dientes buscando que estén en las listas. Ya les dije a todas: las quiero ver en las listas.
Otra mujer feminista que tiene un gran destaque en este momento es Beatriz Argimón. ¿Te parece que a futuro es una posible líder para el Partido Nacional?
Ya es una líder. Trabaja en temas de género hace muchísimos años. Se fue abriendo un camino en un partido que por primera vez tuvo una mujer presidenta. Ahora es la vicepresidenta de todos los uruguayos. Ya se consolidó en una posición de liderazgo, lo cual nos hace muy bien.
Argimón ha sido muy crítica con el caso de Carlos Moreira, que ahora está buscando la reelección por fuera del Partido Nacional (PN), aunque el PN en Colonia lo ha proclamado. ¿Debería ser candidato?
Si las conversaciones son efectivamente como trascendieron, son inaceptables.
¿Qué es lo que más cuestionás de la gestión de Daniel Martínez? ¿Qué cifra tenés para acreditar que fue una mala gestión?
Critico varias cosas de su administración, y algunas de la gestión de todo el Frente Amplio en estos 30 años. Hay un Montevideo olvidado, sin justicia social; hay un manejo desprolijo y desordenado de las compras y las obras; hay una gestión financiera que no se condice con una buena distribución de los recursos que pagamos todos los montevideanos, y una cuestión de recursos humanos que fue altamente ineficiente. Todos los candidatos del FA tienen que hacer una introspección para ver qué no funcionó. Hay personas que no tienen condiciones dignas de vivienda. Me he topado con cifras que llaman poderosamente la atención para un gobierno que se dice de izquierda. La inversión en políticas sociales representa sólo 1% de lo invertido por la IM. Las policlínicas representan sólo el 1,4% del presupuesto. Estamos viendo inconsistencias en el uso de los dineros de los montevideanos. Además soy muy crítica con el manejo de licitaciones y grandes proyectos. Ha existido desórdenes y desprolijidades. Otra cosa crucial es la gestión de los recursos humanos. Cuando brindás servicios es la persona la que te hace la diferencia si el servicio está bien dado. Hay graves problemas de relacionamiento del sindicato con directores de divisiones cruciales que rotan, como Limpieza. No hay mecanismos formales para que los empleados puedan proponer cambios en cómo hacen la tarea, y son los que tienen una opinión formada porque son los que hacen el trabajo.
¿Considerás que el sistema de contenedores de basura caducó?
El sistema de gestión de la basura hoy en Montevideo es muy malo. Tenemos un sistema que entierra la basura. Casi todos los contenedores terminan en la Usina Felipe Cardoso, y, por lo tanto, en el enterramiento, que es el peor sistema. En 30 años el gobierno del Frente Amplio no logró gestionar el tema de la basura. Hay que convivir varios sistemas. Estamos por presentar una propuesta que es bastante innovadora. La vamos a dar a conocer junto al resto del programa. Los lineamientos generales son que hay que extraer valor de la basura, porque hoy menos de 2% de la basura se valoriza. Hay que valorizar la basura y clasificarla.
¿El sistema de recolección de residuos tiene que ser público o privado?
Es público, excepto en el Municipio B. No veo que haya que cambiar eso. Hay funcionarios municipales que saben sobre el tema y hay vehículos. El problema es cómo se usan y el mantenimiento. Lo que hay que darles es herramientas a los funcionarios para que puedan hacer bien su tarea.
Se habló de contratar un servicio privado para los días en que hay paro o para cuando se acumula la basura. ¿Qué te parece esta posibilidad?
Se llega a los paros por la incapacidad de diálogo que mostró principalmente la gestión de Martínez, que se caracterizó por un conflicto permanente con ADEOM, y los montevideanos quedamos rehenes de eso. Cuando se llega a una medida de paro es porque las instancias de diálogo se agotaron. El tema es ver quién agotó las instancias de diálogo.
¿Qué te parecen las reivindicaciones de ADEOM?
Tuvimos una reunión. Las reivindicaciones básicas que plantearon fueron: mantener el poder de compra de los salarios, que es una reivindicación básica de cualquier sindicato. Otro es poder tener planes de carrera. Ellos ven que sus planes de carrera están muy topeados y hay mucho director político. Denuncian la aparición permanente de cargos de confianza sin dar oportunidad a los funcionarios. También reivindican que se declare como insalubre el trabajo en determinadas áreas, como la Usina Felipe Cardozo o los cementerios. Me parecieron reivindicaciones muy coherentes de un sindicato. No vi nada que podamos decir que no es coherente y que no hace a la esencia misma de un sindicato, que es defender el trabajo y las condiciones de trabajo de su gente. La postura nuestra es el respeto absoluto, el diálogo, y la decisión final la toma el gobierno departamental, obviamente.
Todavía no han presentado el programa, ¿en qué está?
Faltan menos de dos meses para las elecciones y el FA no ha presentado ningún programa, ninguno de sus candidatos. No sólo eso, sino que han dicho ideas que se contradicen entre sí: boleto obrero sí, boleto obrero no; tren de la costa sí, tren de la costa no. No sé cómo van a hacer para ponerse de acuerdo para presentar el programa.
"Si bien el área metropolitana se ha extendido y es necesario dar soluciones de movilidad, creo que hay temas más urgentes como, por ejemplo, dar transporte a todos los barrios de Montevideo".
¿Y ustedes cómo van a hacer?
Venimos muy bien y el proceso está bien interesante. Lo primero que pido es que haya una metodología. Cada partido tenía iniciativas y trabajos hechos, porque vienen trabajando por Montevideo hace años. Esos trabajos se alinearon en un formato: designamos un equipo que diseñó alrededor de diez áreas de trabajo, que se depuraron: se fueron dejando las ideas de mayor peso, pasando por el filtro de que sean aplicables, y no grandes ideas desveladas de cosas que no se concretan, como los cisnes del arroyo Miguelete o Silicon Valley en AFE. Cosas que solucionen los problemas cotidianos a los montevideanos, y además pasen el filtro de una viabilidad técnica y poder solventarlos. Se está pasando ese filtro, y en el mes de marzo se va a dar a conocer, con un buen lanzamiento con todos los técnicos que están atrás. Quiero que el programa esté presentado y diseñado de tal modo que todo el mundo lo pueda entender y leer.
¿Qué opinión te merece la propuesta del tren de la costa de Juan Salgado?
Si bien el área metropolitana se ha extendido y es necesario dar soluciones de movilidad, creo que hay temas más urgentes como, por ejemplo, dar transporte a todos los barrios de Montevideo. En muchos barrios y asentamientos que hemos visitado tienen que caminar muchas cuadras para poder acceder al único medio de transporte, que a su vez pasa pocas veces y no entra en los barrios, y hay problemas de frecuencia y de trayecto. No descarto soluciones rápidas de movilidad; son necesarias; la mancha metropolitana creció y entra a Montevideo gente de otros departamentos a trabajar, pero primero lo prioritario.
¿Hubieras apoyado el Fondo Capital?
Siempre soy de apoyar ideas que impliquen mejoras para una ciudad. Si hubiera visto que implicaba mejoras para una ciudad, sí lo hubiera apoyado. Pero lo que veo hoy del Fondo Capital es que no fue eficiente. Se dijeron que se iban a hacer cinco obras principales y no fue el tal shock de infraestructura que se iba a hacer. La idea era mejorar algunas vías ya existentes en la ciudad, pero ninguna de las obras está concluida y dos de ellas tuvieron que cambiar al ejecutor porque se fundió la empresa... Si habrá habido mala gestión ahí. Cada vez que una obra tiene retrasos implica sobrecostos, y los sobrecostos se pagan con los bolsillos de todos los ciudadanos. Por eso soy crítica.
"A veces los mecanismos de financiamiento que tiene la Intendencia de Montevideo en vez de basarse en el uso de recursos propios y la generación de ahorro se basan en el endeudamiento".
Entonces tu crítica apunta a que es un problema de gestión...
Dos cosas criticaría: una es que el Fondo Capital funcionó mal, y la otra es que a veces los mecanismos de financiamiento que tiene la Intendencia de Montevideo en vez de basarse en el uso de recursos propios y la generación de ahorro se basan en el endeudamiento. El recurso propio se usa poco. Y no es que no haya recursos propios. La Intendencia recauda más de 600 millones de dólares en impuestos que pagamos todos los montevideanos, y además recibe transferencias del gobierno central. Si mirás los últimos cuatro años y te fijas qué porcentaje del presupuesto ejecutado se destinó a inversiones, fue solo 6%.
Ha habido demoras y problemas para completar los cuadros de cargos de confianza en el gobierno nacional. ¿Cómo puede ser la situación a nivel departamental si gana la coalición?
No detecto que haya problemas. Lo que detecto es que hay un compromiso de llenar los cargos con personas idóneas y que puedan hacer bien la tarea. Los problemas los ves tú.
¿Hay que dejar de organizar la criolla del Prado?
Es un tema complejo que tiene dos aristas: el bienestar animal por un lado, y por otro lado una tradición, que hay quienes dicen que la quieren mantener. Les estoy pidiendo a los técnicos que analicen cuáles serían las maneras de paliar esta situación sin usar espuelas, o porque a veces la muerte de los animales es mucho más por un golpe en el palenque que por la situación de domas… Estoy pidiendo mucha más información del tema. Quizás la Intendencia no tendría que ser la que promueve estas actividades. Creo que lo más crítico es que el gobierno departamental sea quien las promueve. Es lo que hay que analizar.
¿Te parece que es una tradición montevideana?
Me parece una tradición del país a la que llegan con mucha alegría los jinetes. Hay que evaluar si se hace acá, pero creo que el punto es si la Intendencia lo tiene que apoyar o promover, o no. Y en eso estoy dispuesta en ir muy hondo en entender a las dos partes.
¿Qué te parece que Buquebus instale una terminal en el dique Mauá como está proponiendo nuevamente el Ministerio de Transporte y Obras Públicas?
Hubo idas y venidas con este tema. Sé que hay proyectos muy interesantes que se presentaron para hacer en el dique Mauá, que los vecinos de la zona están interesados, y me parece que lo tienen que resolver los organismos competentes: el MTOP, la Facultad de Arquitectura, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación. Tiene que haber un diálogo entre todas las partes involucradas para entender cuál es la mejor alternativa para la zona y para los vecinos. Nosotros desde la Intendencia tendremos que evaluar cómo cada una de esas soluciones puede ser aprovechada por la zona y los vecinos. No es un tema saldado y no puedo opinar sobre los temas no saldados.
¿La Intendencia tiene que tener policlínicas y un canal de televisión?
Policlínicas, sin duda, tiene que tener. Incluso, la inversión destinada a esas policlínicas es muy baja, de 1,4% del presupuesto anual. La policlínica en el barrio es como un bastión donde la gente va y plantea sus problemas. Lo que vimos en los distintos barrios, por ejemplo en la policlínica de Punta de Rieles, es que hay que ir de madrugada para conseguir números, hay largas colas y entregan pocos números. Creo que hay que dotarlas de más personal. A veces estructuralmente están bien. He visitado varias que a nivel edilicio están correctas, pero está faltando el recurso humano. Respecto al canal de televisión, no creo que sea competencia directa de la Intendencia, pero sí que puede servir para difundir actividades culturales y artísticas, y que quizás en otros medios, por ser más cautivos del rating, no se terminan de difundir. No tengo una opinión cerrada sobre el tema.
¿Se van a seguir reiterando los operativos en conjunto con el Ministerio del Interior que se implementaron en el período pasado?
La preocupación más grande de los montevideanos es la seguridad. Lo creo, nos lo dicen en los barrios y lo dicen las encuestas de opinión pública. El montevideano quiere sentirse seguro. ¿La competencia de la Intendencia por dónde pasa? Iluminándote la calle, poniéndote la parada del ómnibus en un lugar que no quede tan lejos, asegurándote la frecuencia de ómnibus, o que los predios abandonados estén con el pasto cortado, y que los predios estén limpios si son de la Intendencia y si son de privados haciendo cumplir la reglamentación. Muchas cosas implican también tener protocolos del Ministerio del Interior. Las mesas de convivencia eran algo que funcionó muy bien, donde se sentaba también la Intendencia y las fuerzas vivas del barrio, y se conocía lo que estaba sucediendo en la zona. El Ministerio del Interior se retiró de las mesas de convivencia en el gobierno del FA, y muchas se dejaron de hacer porque la principal preocupación en los barrios era la seguridad, y cuando se retiró el ministerio dejaron de hacerse. Creo que tienen que volver a hacerse, y eso es a lo que tenemos que apostar.
Otro tema de convivencia en la ciudad son las personas que duermen en la calle. Si bien es una competencia primaria del Ministerio de Desarrollo Social, ¿qué estás proponiendo con el tema?
Por supuesto que la Intendencia tiene que encargarse del tema. No puede pasar como cuando Daniel Martínez le mandó una carta a Tabaré Vázquez para pedirle que el Mides se ocupara. Es como un pasaje de pelota. Ya hablé con Pablo Bartol y estamos de acuerdo en que esto tiene dos caras: el derecho de todo montevideano a tener un techo, a tener un refugio a dónde ir, y tener las condiciones mínimas para vivir y poder soñar con un techo de vuelta; y por otro lado, el derecho de los vecinos, que les preocupa las personas durmiendo en la calle cuando duermen cerca de sus lugares, sus comercios y casas, porque tienen esa sensación de no saber qué hacer. Hay que contemplar las dos partes y hacer un trabajo conjunto. Con Bartol lo que dijimos es poder trabajar, también junto al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, en las fincas abandonadas en Montevideo, que son más de 300. Algunas de ellas podrían irse transformando en albergues y lugares para la gente en situación de calle.
¿Y estás de acuerdo con lo que establece la Ley de Faltas, que habilita a imponer penas, con castigos de trabajo comunitario para esos casos?
Lo tendría que estudiar más el tema para darte una opinión más formada sobre eso.
¿Cómo encararías la problemática del ruido de los boliches?
Estamos por tener reuniones con gente precisamente de este municipio, el B. En otros países del mundo, el ruido molesto, por llamarlo de algún modo, no es solamente el que genera el boliche adentro del boliche, sino que su dueño se tiene que hacer cargo del ruido que genera alrededor, que es el que más molesta a los vecinos. Los decibeles, las conversaciones, las cerveza en la calle y en las esquinas es el ruido que sube y el que hace que el vecino no pueda dormir y se sienta molesto. Hay que revisar cómo puede hacerse para que los dueños de los boliches puedan hacerse cargo del ruido generado en el alrededor.
De todos los intendentes del FA, ¿cuál fue el que te gustó más?
¡Qué pregunta! Capaz, por una visión arquitectónica, Mariano Arana.