El ministro de Turismo, Germán Cardoso, anunció ayer que se ha generado una “ventana de espera” para “tratar de salvar la realización” de la 89ª Asamblea General de Interpol, prevista para octubre de este año en el Centro de Convenciones de Punta del Este.
Días atrás, el titular del Ministerio del Interior (MI), Jorge Larrañaga, decidió cancelar la actividad por los gastos que insumía para la cartera, teniendo en cuenta, según publicó El Observador, dos resoluciones del Tribunal de Cuentas que objetaron los gastos previstos para el evento, y la línea marcada por el Poder Ejecutivo de reducción de gastos.
La decisión de Larrañaga fue cuestionada por la ex ministra de Turismo Liliam Kechichian, quien afirmó que la suspensión implicaba la pérdida de 1,2 millones de dólares en hotelería. “Entre los hoteles, el gasto de los viajeros, la movida gastronómica y los respectivos impuestos”, el país “estaría dejando de percibir unos cinco millones de dólares”, según La República.
Ayer Cardoso confirmó, tras la primera reunión de acuerdos de su cartera con el presidente Luis Lacalle Pou, que “hay una definición tomada” por el MI, que “no puede hacerse cargo de lo que cuesta esta actividad”, ya que “tiene otras urgencias en las que invertir ese dinero”. Sin embargo, en la conferencia de prensa, en la que estuvo acompañado por el subsecretario Remo Monzeglio, Cardoso dijo que le habían planteado el tema al presidente y que le hicieron llegar los planteos de preocupación de la Cámara Uruguaya de Turismo. Según sostuvo, existe la posibilidad de “generar una instancia de diálogo y de aporte de ideas que vayan en la dirección de poder obtener, a través de la financiación o del aporte de algún espónsor privado, una baja de los costos y tratar de salvar la realización del evento, con el objetivo de que no salga dañada ninguna actividad del país”.
Uruguay fue propuesto como sede de la 89ª Asamblea en la última de estas instancias, que se realizó en noviembre en Dubái. En ese evento, el país consiguió el voto de 115 de los 116 países miembros de Interpol a nivel mundial.
Porro turístico
Durante la conferencia, Cardoso fue consultado sobre unas declaraciones que había realizado en la mañana de ayer a Radio Carve en las que sostuvo que era necesario discutir sobre la posibilidad de que los turistas extranjeros pudieran acceder a comprar marihuana con fines recreativos. El ministro dijo que no se trataba de una idea ni de un proyecto, sino que lo consultaron sobre su opinión acerca de las dificultades que tienen los turistas, que llegan “con la idea clara de que acá hay libertad de consumo”.
“Es cierto que permanentemente llegan turistas, y tanto en hoteles como en comercios legales establecidos para la comercialización de productos derivados del cannabis –lo he podido comprobar– ingresan solicitando la compra de marihuana. Lo que yo he dicho es que esto tiene que formar parte de un debate, porque no parece razonable. Voté en contra de ese proyecto de ley [de regulación del consumo de cannabis] fundamentalmente por creer que es restrictivo y genera un padrón de datos que queda en poder del gobierno, lo cual no me parece justo, ni razonable, ni lógico”, dijo Cardoso. El titular de Turismo agregó que “cuando una persona va al supermercado y adquiere una botella de cerveza o de whisky, no queda registrado en ningún lado”. “Tenemos una ley funcionando desde hace muchos años, se ha generado una idea y una conciencia fuera del país de que en Uruguay es legal el consumo y la venta. Llegan turistas extranjeros. La pregunta que me hice es si es lógico que un uruguayo pueda comprar para consumir y un extranjero no lo pueda hacer. Estamos impulsando al extranjero a que vaya a la ilegalidad”, concluyó.