El presidente de la República, Luis Lacalle Pou encabezó en la noche de este lunes una conferencia de prensa online junto con el grueso de su gabinete para recibir preguntas de periodistas del interior del país, y allí informó que de 866 análisis realizados, siete resultaron positivos, aunque de ayer a hoy sólo hubo dos personas contagiadas, según la información proporcionada por el gobierno. En total, hay 193 casos activos de la enfermedad, mientras que 447 personas ya se recuperaron.

Tras dar a conocer los datos, Lacalle Pou informó que el gobierno trata de avanzar en la transición hacia la “nueva normalidad”, que está siendo planificada con los ministros, el equipo de gobierno y el grupo de científicos que los asesora –en referencia al Comité de Gestión de Crisis–, que se ha “puesto a la orden del país” y está haciendo “un gran trabajo”. Recordó que los primeros pasos hacia la transición se dieron cuando se habilitaron las clases presenciales en algunas escuelas rurales, y luego al abrir la actividad en la construcción. En cuanto a esto último, subrayó que hace unos días se hicieron más de 430 test “aleatorios” a trabajadores de la construcción y todos dieron negativos.

“No quiere decir que seamos contundentes con que no hay ningún caso en todos los operarios de la construcción, pero sí debemos decir que no ha habido un contagio masivo, y que el efecto de la apertura de esta actividad tiene un resultado que nos permite seguir evaluando y valorando la apertura de otras actividades”, indicó Lacalle Pou. Por lo tanto, señaló que este martes se reiniciará la atención al público en distintas oficinas de la administración pública, “obviamente, con un protocolo que está consensuado” con los técnicos que asesoran al gobierno y también “con los propios funcionarios”.

Además, subrayó que para más adelante están evaluando la apertura de otros ámbitos, tanto de la educación como de “actividades productivas y comerciales”, pero que el gobierno quiere ir “contando de a poco”, porque sabe que de cada decisión que se toma “dependen la vida, la salud y el trabajo de los uruguayos”.

“Estamos con la tranquilidad de estar bien asesorados, y eso es fundamental. Hay un respaldo político, técnico y científico en cada paso que damos. ¿Cuánto va a demorar en llegar esa nueva normalidad? No lo sabemos. Siempre termina dependiendo de la conducta de los uruguayos. Hemos apelado a la libertad responsable, que los uruguayos han sabido utilizar, y eso es lo que nos permite ir avanzando”, subrayó.

Seguro de paro y arroz

Expo Vázquez, ayer, después de estar cerrada por la emergencia sanitaria.

Expo Vázquez, ayer, después de estar cerrada por la emergencia sanitaria.

Foto: Mariana Greif

Cuando se abrió el espacio para las preguntas, el presidente fue consultado por el impacto en el desempleo que tendrá la pandemia cuando se transite la “nueva normalidad”. Contestó que todavía no hay elementos como para decir la cifra, ya que va a depender “de la vitalidad de las empresas” y no sólo “a la salida de esta pandemia”, ya que hay algunas actividades del país, sobre todo en los “sectores primarios”, que “venían golpeadas, y esto las va a perjudicar más”.

No obstante, subrayó que se llevó “una grata sorpresa” con la cosecha de arroz, por “los precios que estamos teniendo, el rendimiento, el precio del dólar y demás”, y a raíz de la escasez de arroz y el trabajo de la cancillería y del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, se están “consiguiendo mercados” para ese alimento básico.

“Lo que está claro es que el desempleo va a crecer. Pero el gobierno no va a escatimar recursos en lo que hace al seguro de paro. Estamos terminando de negociar con el Ministerio de Trabajo [y Seguridad Social], el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco de Previsión Social para extender el seguro de paro parcial a otras actividades”, señaló. Agregó que el gobierno no quiere que la pandemia traiga consecuencias que hagan que mientras unos siguen andando, haya otros que queden “a la vera del camino, muy golpeados”. “Una de nuestras prioridades es que nadie se vaya a dormir con la panza vacía”, sostuvo el presidente.

Aborten

Un periodista de Paysandú consultó a Lacalle Pou sobre su postura sobre el aborto (no sin antes mostrarse claramente en contra de su legalización), y el presidente recordó que votó en contra de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en 2012. El mandatario dijo que se trata de una realidad que ya es “ley” en el país, y explicó que a su juicio “Uruguay tiene que tener una fuerte protección a los niños por nacer, que hay que tener una política de desestímulo de los abortos, que el Uruguay en su Constitución y de acuerdo a los pactos ratificados entiende que hay vida desde la concepción y, en ese sentido, un niño que no ha nacido tiene derechos”.

No obstante, destacó que el tema ya fue “decidido” en el Parlamento y luego, “con la posibilidad de ser refrendado, plebiscitado en la opinión pública, esa ley tuvo las voluntades que debió tener, esa es una ley vigente”. Sin embargo, dijo que, como había anunciado durante la campaña, su gobierno tiene una agenda “provida”, y dijo que estaba “seguro” de que todo su gabinete comparte esa agenda, más allá de lo que votó cuando se aprobó la ley. Luego habló de fomentar la adopción y de masificar los anticonceptivos y la educación sexual.

Las reacciones no se hicieron esperar. La senadora frenteamplista Carolina Cosse cuestionó en su cuenta de Twitter al mandatario, y dijo que está dando “muy malas señales”: “primero señala la violencia de género como daño colateral, luego [dice] que el gobierno es provida, una definición perniciosa. Todos somos partidarios de la vida. El gobierno debe garantizar el ejercicio de los derechos”.

En la misma línea, la diputada Cristina Lustenberg sostuvo que “una política de desestímulo al aborto legal será una propuesta regresiva en términos de derechos, sobre un asunto laudado por la sociedad uruguaya, que pone en duda el pilar de laicidad del Estado”.