Al collar de diferencias entre los dos sectores más importantes del Partido Colorado (PC), Batllistas (liderado por el senador y ex presidente Julio María Sanguinetti) y Ciudadanos (encabezado por el canciller, Ernesto Talvi), se le sumó una perla más el fin de semana.

En una entrevista con El Observador, a Talvi se le preguntó si había una dictadura en Venezuela, ya que en la campaña electoral solía calificar así a ese país, pero desde que empezó el nuevo gobierno dejó de hacerlo. Talvi contestó que, al ser canciller, ya no representa su opinión ni “la de un sector político, sino la de todos los ciudadanos de la República, ante un gobierno con el cual mantenemos relaciones diplomáticas”. “Estoy usando un lenguaje respetuoso, que es lo que corresponde a mi cargo”, dijo.

Ante la pregunta de si el gobierno uruguayo va a calificar de dictadura a Venezuela, contestó: “Este canciller no va a decir en este rol esa palabra y lo que yo piense personalmente respecto del régimen que gobierna Venezuela dejó de ser relevante en el momento en que asumí este cargo. Basta con mirar lo que pensaba cuando no era canciller, entonces ya van a saber lo que pienso. No cambié de opinión, pero como canciller no corresponde que yo use esos términos”.

“Visiones diferentes”

Estas declaraciones no cayeron muy simpáticas en Batllistas, que le sacó jugo al tema durante la campaña. Por ejemplo, durante la campaña electoral Sanguinetti dijo una y otra vez que el balotaje era entre quienes creen que Venezuela es una democracia y quienes, como él, piensan que es una dictadura.

El dirigente de Batllistas Gustavo Osta escribió en Twitter que “en política exterior las palabras son hechos”:

Al pedirle al canciller “grandeza como político” refiere a que, en la entrevista, Talvi dijo que si volviera atrás “probablemente” no nombraría a Sanguinetti secretario general del PC.

A su vez, el diputado colorado Conrado Rodríguez, también de Batllistas, dijo a la diaria que en ese sector no están de acuerdo con la apreciación de Talvi sobre Venezuela, ya que “desde hace años” vienen calificando de dictadura al gobierno de Nicolás Maduro. “No hay separación de poderes, no se respeta la Asamblea Nacional, hay presos políticos y un pueblo que vive oprimido”, argumentó.

“Claramente tenemos visiones diferentes”, añadió Rodríguez. Dijo que Talvi “tendrá sus razones para no querer calificar públicamente” el gobierno de Maduro como dictadura, ya que “él, durante la campaña, dijo que era una dictadura”. Supone que Talvi “está sopesando otras razones, institucionales, que seguramente dirá en el correr de los días o nos enteraremos de ellas”.

Pero para Rodríguez es importante calificar a Venezuela de dictadura, “incluso desde el gobierno”. Según dijo, eso no quita que se mantengan o no las relaciones comerciales con este país. “Eso también es parte de la historia del derecho internacional público: a pesar de que se tilda a determinado gobierno como una dictadura, hay una diferencia con respecto a seguir manteniendo relaciones a nivel comercial”, subrayó.

De todos modos, Rodríguez agregó que en la actualidad “prácticamente no hay relaciones comerciales” con Venezuela, porque “obviamente la situación económica” de ese país “no lo permite” y “nos debe una cantidad de exportaciones que se hicieron en diferentes actividades de la producción uruguaya”. Además, recordó que en mayo de 2017, cuando su partido interpeló al entonces canciller del gobierno del Frente Amplio, Rodolfo Nin Novoa, por la situación de Venezuela, el PC “estableció claramente” que lo que estaba ocurriendo en ese país “era una dictadura y se habló de falta de respeto por los derechos humanos y la división de poderes”. Dijo que no encuentra, “a nivel jurídico”, razones para no calificar a Venezuela de dictadura y que se trata del mismo reclamo que se le hacía a Nin Novoa.