Tras conocerse este miércoles la baja en los delitos de rapiña, hurto, homicidio y denuncias por violencia doméstica, algunos actores de la oposición cuestionaron los datos y acusaron al gobierno de utilizarlos para propagandear su gestión, sin analizar debidamente sus causas.
El ex ministro del Interior Eduardo Bonomi criticó la forma en la que fueron presentados los datos y advirtió que puede haber diferencias de criterio en el relevamiento. “Nosotros no podíamos nunca dar los números de junio el 1º de julio, se necesitaba afinar. Hay delitos que aparecen y se corrigen en el correr de la semana. Para decir 'estas son las rapiñas', demorábamos por lo menos diez días. Parece raro que al otro día de cerrado junio ya aparecen los datos del cuatrimestre”, afirmó el senador, en el programa Punto de Encuentro de Radio Universal.
Bonomi hizo hincapié en los efectos de la pandemia para explicar la baja en las rapiñas, dado que se trata de un delito sufrido mayoritariamente por transeúntes. “Presentar los números sin tratar de explicarse las causas puede ser propio de una agencia de propaganda, pero no de quien interpreta la realidad para cambiarla”, agregó y advirtió que puede haber un efecto rebote.
En esa línea, el sociólogo Rafael Paternain dijo a la diaria que el gobierno intenta instalar la idea de que gracias a una nueva gestión los delitos comenzaron a bajar, pero aseguró que hasta el momento “no hay garantías técnicas para poder decir eso”.
“En general las tendencias y las cifras de delitos no tienen un quiebre porque entra una nueva administración. Este porcentaje de descenso de la rapiña hace mucho ruido, no tengo registro que en algún período de cuatro meses la rapiña haya tenido un descenso tan drástico como el que se está dando ahora, es un dato atípico bastante anormal. Con respecto a los homicidios, que es el delito confiable en términos de medición, no hay ninguna baja, son prácticamente los mismos que el año pasado”, agregó.
Paternain dijo que “no hay nada que pueda demostrar” que la baja registrada responda a un nuevo esquema de disposición de la Policía que esté dando resultados. Según señaló, entre marzo y junio hubo un retraimiento de la circulación en el espacio público que tiene que haber tenido un efecto en la cantidad de hechos delictivos y también sobre la disposición de la gente a denunciar.
“En redes sociales circularon muchos mensajes en que en los momentos más críticos de la pandemia había seccionales que no recibían denuncias, pueden haber sido dos días o dos semanas, pero eso afectó”, agregó.
Paternain, que estuvo al frente del Observatorio entre agosto de 2005 y octubre de 2010 expresó su preocupación por la posibilidad de que haya un subregistro de los delitos denunciados: “Hay un perfil general en jefaturas de policía, que me recuerda mucho a la vieja policía, uno no sabe efectivamente si desde las cabezas institucionales de la gestión más alta de la policía no se restauran viejas prácticas anteriores a 2005, de un recorte de las cifras de denuncia para mostrar resultados. La policía siempre funcionó de esa manera”.
Larrañaga: “la delincuencia no hizo cuarentena”
Los datos divulgados este miércoles por el Ministerio del Interior marcan que entre marzo y junio las rapiñas bajaron 16%, los hurtos 19,6%, mientras que las denuncias realizadas por violencia doméstica registraron un descenso de 4,3%, lo mismo que los delitos de homicidio.
En declaraciones a Subrayado el ministro del Interior Jorge Larrañaga dijo que se realizaron más de 90 operativos de saturación y se llevó adelante un trabajo de cercanía en todas las jefaturas, que dieron sus resultados. Consultado sobre la incidencia de la pandemia en las cifras, respondió: “la delincuencia no hizo cuarentena, por las noticias criminales que nosotros tenemos acumuladas es muy poco el descenso de las novedades en el período del 13 de marzo al 14 de abril que fue la etapa de confinamiento más duro, siempre hubo una importante actividad criminal”.
Larrañaga destacó que por primera vez en diez años hay bajas significativas en rapiñas y hurtos, y dijo que desde la cartera informarán semestralmente los indicadores de criminalidad: “nos parece que es una rendición de cuentas frente a la gente y la población, en esa línea vamos a estar trabajando”.
“No se pueden negar estos porcentajes, más allá de las explicaciones que siempre emergen, de los contenciosos y las discusiones públicas que se dan. La actitud y la forma en la que el Ministerio del Interior y la policía está enfrentando a la delincuencia nos permite decir que estamos en una buena dirección (...) El problema es que muchos actores políticos hablan desde el fracaso de gestión”, aludió.