Con motivo de la fecha de la Noche de la Nostalgia y la posibilidad de que se realicen fiestas clandestinas en la ciudad, se abrió un intercambio entre la Intendencia de Montevideo (IM) y el Ministerio del Interior (MI). El intendente Christian Di Candia dijo en rueda de prensa el lunes que a la comuna le compete supervisar los espectáculos públicos autorizados y adelantó que, en todo caso, el “dilema” lo tendrá el MI con la fiscalización de fiestas clandestinas.

El subsecretario del MI, Guillermo Maciel, salió rápidamente al cruce del jerarca. “No vale lavarse las manos”, dijo en diálogo con El País. Más allá de que las fiestas estén habilitadas o no, Maciel opinó que es competencia de la IM controlarlas. “Acá tenemos que ser muy claros y hay que asumir las responsabilidades que tiene cada uno”, afirmó.

“No puede renunciar a sus facultades inspectivas, fiscalizadoras y sancionadoras que tiene. Recordemos que es la intendencia la que tiene la potestad de clausurar, de sancionar y eventualmente también de llevar para que sea formalizado al organizador (del evento) ante la Fiscalía en caso de que se realicen este tipo de fiestas por la figura de desacato”, explicó al diario.

Di Candia reiteró en su cuenta de Twitter que el Servicio de Convivencia de la IM se encarga de la “fiscalización de aquellos eventos en casas particulares en los cuales se constata programación, venta de entradas y convocatoria por redes”.

“Sin embargo, las fiestas en casas particulares no son competencia departamental cuando son de orden accidental”, es decir reuniones familiares o sociales pero “no de lucro comercial”. “Ahí, en casos de que generen molestias, le corresponde al Ministerio del Interior intervenir”, escribió. De todas formas, aseguró que, al igual que todos los 24 de agosto, la IM pondrá a “disposición” a todo su equipo para “asegurar la convivencia”.