El candidato a la Intendencia de Montevideo (IM) por el Frente Amplio (FA), Daniel Martínez, está preparando la parte más intensa de la campaña hacia las elecciones departamentales. Sigue trabajando con su equipo en el plan “300 años de Montevideo”, por los tres siglos que cumple la ciudad durante este período de gestión, que reúne sus propuestas. Tiene definidas las características de su futuro gabinete en caso de ganar: combinar “equipo” con “equilibrio” entre los sectores políticos del FA, además de “paridad y transversalidad”. El ex presidenciable aseguró que si gana el FA no habrá un gobierno paralelo, que esas son cosas que la candidata de la coalición Laura Raffo “crea en su imaginación”, y además dijo que “esta muchacha”, por “desconocimiento” o “inexperiencia”, ha cometido transgresiones a la Constitución en su campaña. De esto y más, Martínez conversó con la diaria.
¿Ya ha presentado todas sus propuestas?
Estamos trabajando en el plan “300 años de Montevideo”, con las limitaciones que vamos a tener. Esta vez no se va a poder disponer de tantos recursos, entre otras cosas por la pandemia de la covid-19, que disminuyó la recaudación, y por las políticas neoliberales que defiende el gobierno –con todo su derecho–, pero que temo que van a impactar en más exclusión social, peor distribución de riqueza y otros problemas. Ese plan abarca varios temas, entre ellos medioambiente. Es determinante ir avanzado en la clasificación domiciliaria o grupal de residuos, que permita utilizar los orgánicos como compost, reciclar los diferentes tipos de plásticos, papel y cartón. Cada producto clasificado tendrá un circuito diferente de recolección. Nuestra idea es llegar en el quinquenio a unos 60.000 o 90.000 hogares montevideanos cubiertos por este sistema, que va a ser aplicado de forma gradual.
¿Definió quienes lo acompañarán en su equipo en la intendencia en caso de ganar?
No. Lo que tengo claro es que vamos a mantener el criterio de buscar formar equipo y vamos a poner el acento en los equilibrios políticos dentro del FA, porque es importante que como fuerza política estemos todos de acuerdo. Otra característica será la transversalidad [entre las áreas de la comuna]. Transversalizamos la Intendencia y rompimos las chacras, por eso necesito directores que entiendan que las chacras propias no van. Buscaremos combinar equipo con los equilibrios políticos.
¿Va ser paritario?
Vamos a buscar que sea paritario. Esta [última] vez logramos un 40%. Históricamente creo que somos la experiencia más paritaria. Vamos a ser coherentes con eso porque también es parte de la transversalidad, como también lo es dar oportunidad a las personas en situación de discapacidad.
¿Mantendría en su equipo integrantes del gobierno departamental actual?
Todo puede ser.
El actual intendente, Christian Di Candia, ¿estará en algún cargo?
Es una persona joven que ha hecho una importante experiencia. Creo que es una persona muy interesante.
¿Eso es un sí?
Creo que ahora lo más importante es hacia dónde va a orientarse la cuestión. Puedo asegurar que en este gobierno voy a recorrer más los barrios para conocer los problemas [de la gente], verlos y escucharlos, y voy a instar más a mi gabinete a salir al territorio. Quiero directores eficientes, pero que conozcan la realidad.
Pasando un poco al desarrollo de la campaña, ¿es una estrategia negarse a hablar con la prensa en determinados ámbitos?
No, nosotros hemos buscado las oportunidades. No creo que una persona que estuvo ocho horas trillando y que le hablaron unas 500 personas esté en la mejor situación para transmitir lo que piensa. Hay que respetar las formas y los tiempos. Creo que es una forma de hacer las cosas con la seriedad que merecen los ciudadanos.
¿Le pareció un error la decisión del FA de que los candidatos de la fuerza política no debatan con Raffo?
Yo siempre dije que no a debatir con Raffo, porque lo que he visto [de su parte] ha sido una campaña centrada en la agresión, como pasó en la campaña nacional. La pregunta es si eso, en el medio de un momento en que los uruguayos tenemos que estar unidos, aporta o parece más parte de un show mediático y jerarquiza lo que en la práctica se ha demostrado una campaña basada en atacar. Si el FA me decía de debatir lo hacía con gusto, pero resolvió por consenso, entre los candidatos y las máximas autoridades nacionales y departamentales, no debatir.
Usted estaba de acuerdo con reunirse con Lacalle, pero su fuerza política también optó por que ninguno de los candidatos se reuniera con el mandatario. ¿Qué opina al respecto?
Yo estaba dispuesto, pero a mantener una reunión con el presidente en privado, personal, sin bombo ni platillos, para respetar la Constitución, y con una visión republicana. El problema es que Raffo ha hecho una campaña con base en algo que la Constitución de la República no permite, que es involucrar al presidente y al Ejecutivo. Entonces, a partir de ahí se generó el consenso de no hacer la reunión de los tres candidatos con Lacalle Pou porque iba a terminar siendo un hecho político de campaña, sin respetar lo que está por encima de todos los intereses, que es la Constitución. En el caso de que la ciudadanía me elija como intendente, una de las primeras cosas que voy a hacer es pedir una reunión con el presidente. Me parece que cada uno, jugando su papel en el sistema republicano y democrático, tiene que tener una relación que apunte a ver lo que la gente necesita, no lo que, por un lado, el Partido Nacional o la coalición de gobierno necesite y por otro, el FA precise.
Yamandú Orsi y Mario Bergara fueron algunos de los dirigentes que plantearon que es un error del FA negar el diálogo.
Cada uno puede plantear lo que le parezca y marcar su perfil. Yo no coincido, no me parece correcto, pero no soy quién para imponerle nada a nadie. Cuando el FA decide algo, para mí lo decide y cierro.
¿No considera que esta postura del FA de alguna manera refuerza las críticas de Raffo, que sostuvo que de ganar el FA se establecería una gobierno paralelo en la IM?
Yo pregunto: ¿qué pasó durante los gobiernos departamentales de Tabaré Vázquez y de Mariano Arana? ¿Hubo gobiernos paralelos? No, cada uno jugó su papel. Creo que hay un desconocimiento y una violación de la Constitución, que al comienzo atribuí a un error o a la inexperiencia de esta muchacha, pero la verdad me preocupa. Acá no va a haber ni gobierno paralelo, ni nada. Esas son cuestiones que crea [Raffo] en su imaginación o que algún asesor le habrá dicho “decí esto”.
¿Cómo trabajaría usted en conjunto con las autoridades del gobierno nacional?
Discutiendo los problemas con argumentos, buscando cómo solucionar los problemas y teniendo en cuenta las necesidades de la globalidad del país, pero también del departamento. Montevideo tiene el 42% de la población nacional y hoy recibe entre 12,8 y 12,9% [de los recursos] correspondientes al artículo 214 de la Constitución [que determina los recursos destinados a gobiernos departamentales]. Aunque uno le sume lo que viene del gobierno central a los departamentales, la cuarta parte de gasoil productivo y la cuarta parte del subsidio de boleto, la capital tendría que recibir más del doble de lo que recibe. Eso implicaría que 14 o 15 departamentos del interior recibieran mucho menos. Por eso, en el gobierno anterior, actuando con sensibilidad democrática y pensando en la descentralización y en no golpear al interior, el gobierno nacional hizo el fondo de infraestructura metropolitana. Hoy se saca. Creo que porque no se entiende esa equidad. Pero bueno, conversemos y utilicemos los argumentos pensando en la gente y no en la calculadora político partidaria.
Hablando del gobierno nacional, ¿cómo vio el desempeño de Lacalle Pou en estos meses de gobierno?
Desde el punto de vista del manejo de la pandemia, bien. Fue un acierto de presidente echar mano a un grupo de expertos. No coincido con las decisiones de escasa inversión en mitigar el impacto, sobre todo social, de la pandemia. El promedio en América Latina de inversión del Producto Interno Bruto en contrarrestar los efectos de la pandemia es de alrededor de 2,8%; Uruguay invierte 0,7%, es el más bajo de todos. Respeto que haya un gobierno establecido, y tiene el derecho de hacer lo que le parezca, pero todos los recortes que están habiendo y los problemas reales con impacto social que se están viendo, sin duda no coinciden con mi forma de orientar la política.
Un documento interno del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) al Ministerio de Economía y Finanzas plantea una reducción presupuestal de 30%, con gran impacto en las transferencias sociales. ¿Qué opina al respecto?
Va en la línea de la respuesta anterior. [La reducción] no tiene sólo un impacto en las políticas sociales directas, se genera una cadena de hechos que impactan en la vida cotidiana de la gente. Me preocupa porque es vida, es futuro, son niños que hoy no están yendo a estudiar.
La ex ministra del Mides Marina Arismendi dijo a la diaria que detrás de esta reducción en las políticas sociales hay “una concepción de aporofobia”. ¿Coincide?
Yo que sé. Yo he escuchado a integrantes del gobierno decir algunas cosas que a mí me rechinan porque me parece que no sienten iguales a todos los uruguayos. De eso sí no tengo duda: la igualdad entre las personas para mí es algo de mandato ético.
¿Cómo se sintió al ver que un grupo de integrantes del Partido Socialista (PS) se fue del partido para apoyarlo?
La libertad es libre, cada uno hace lo que su corazón y su conciencia le indican. No me voy a meter en la interna del PS, no es de mi interés y no estoy para destruir a nadie. Si hay otros que retiraron sus nombres de las listas [del PS] y están llamando a votar para cualquiera que me apoye, son decisiones, pero yo no miro con alegría que haya problemas en el PS.
¿Qué piensa de que se sigan produciendo fugas del partido?
Son realidades en las cuales yo no puedo incidir.
¿Mantiene intercambios con integrantes del partido? Por ejemplo, con el secretario general Gonzalo Civila.
No. Conmigo no se han comunicado para nada.
¿Sigue en la postura de no renunciar?
La resolución del partido fue clara en cuanto a libertad de acción. En ese sentido, no tengo porqué renunciar.
Baltasar Brum, líder del sector colorado Ortodoxia Batllista que apoyó su candidatura en noviembre del año pasado, busca que el FA habilite su lema para ser candidato del Municipio E. Sin embargo, ya fue proclamada candidata única Diana Spatakis. ¿Se tendría que habilitar la candidatura de Brum?
El FA tiene su candidata, que es Diana Spatakis. [La candidatura de Brum] sería producto de una alianza política que eventualmente la tendrían que decidir los organismos estatutarios del FA. En este caso, sería como una apuesta al futuro. Creo que es bueno que el FA tenga capacidad de abrir sus puertas a sectores políticos que reflejan un estrato de la sociedad o visiones de la sociedad que han sido parte intrínseca también de la historia del FA.
¿Cómo evalúa la gestión de Javier Miranda frente al FA?
Ser presidente del FA no es tarea fácil. No me quiero adelantar al proceso que tiene hacer el partido al respecto. Es parte de lo que acá a las elecciones de presidencia de la fuerza política se va a estar debatiendo. Dejemos que la gente y los organismos discutan.
¿Se postularía como candidato a la presidencia del FA?
No, no.
¿Por qué?
Porque cada uno tiene su perfil, sus características, y puede ser bueno para unas cosas y para otras no. Hay que tener cierto tipo de personalidad para ser presidente del FA y no me veo con esos requerimientos para aportar a un FA que tiene ser unido, diverso y, sobre todo, fraterno.
¿Quien puede ser buen candidato o candidata?
No tengo idea, tiene que ser alguien muy particular. Alguien que conozca mucho el FA, la interna y sus lógicas, y que venga con mucho hilo y aguja.