Este viernes, por primera vez en este período de gobierno, se reunirá la Comisión Honoraria del Plan Nacional para el Fomento de la Producción con Bases Agroecológicas (CNPA), y Eduardo Blasina será designado oficialmente como presidente. Blasina fue asesor de Ernesto Talvi cuando el ex canciller competía en la interna del Partido Colorado; además, en 2008 el ingeniero agrónomo fue uno de los oradores del acto organizado por Un Solo Uruguay. En abril de 2019, en entrevista con la diaria, dijo que nunca perteneció al movimiento, pero aseguró que mantiene una relación “cordial” con sus miembros. Ahora Blasina es asesor en temas de vivienda y producción del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

En conversación con la diaria, dijo que todavía no tiene confirmado cuánto se le asignará de presupuesto a la comisión, pero “sabemos que va a ser muy poco”. Agregó que, a pesar de que la asignación será austera, no se puede “perder la ambición”. “Tenemos que encontrar la manera de que el presupuesto no sea una limitante para lo que se pueda hacer”. Además, adelantó que esperan conseguir fondos de organismos internacionales, como las Naciones Unidas. “Tenemos que convencerlos de que vale la pena apostar a esto, porque con el presupuesto vamos a tener para ir a visitar lugares y no va a permitir construir nada ambicioso, eso va a pasar si logramos enamorar con nuestra idea a gente de afuera”, aseguró.

Respecto del encuentro de este viernes, al ser la primera reunión oficial, el futuro presidente de la comisión dijo que escuchará a los distintos actores y a quienes vienen trabajando en agroecología para conocer “las necesidades de las organizaciones, y después habrá que conformar comisiones de trabajo. El objetivo es que la producción sobre bases agroecológicas crezca en estos años; sabemos que el mundo va para ahí, y que lo tenemos que hacer con pocos recursos del Estado”, aseguró.

La CNPA se creó gracias a la Ley 19.717, aprobada en diciembre de 2018 por todos los partidos, y declara de interés general la agroecología. Está integrada por 13 miembros titulares y 13 suplentes. Entre los organismos que la conforman están los ministerios de Vivienda, Salud Pública y Desarrollo Social, la Universidad de la República (Udelar), el Instituto de Investigación Agropecuaria, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, la Universidad Tecnológica, la Administración Nacional de Educación Pública, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, y el Congreso de Intendentes. Ente las organizaciones sociales están la Red Nacional de Agroecología del Uruguay, la Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas, la Red de Huertas Comunitarias del Uruguay, la Asociación Nacional de Productores de Leche, la Asociación de Fruticultores de Producción Integrada, y la Comisión Nacional de Fomento Rural.

Blasina dijo que uno de sus objetivos para estos cinco años es construir un lugar físico donde se puedan probar tecnologías vinculadas a la producción agroecológica, “un lugar al que cualquier ciudadano pueda ir a ver lo que se está haciendo, un lugar en el que se investigue y se desarrollen tecnologías y haga sinergia con la producción agroecológica”.

Consultado sobre la posibilidad de que el sector pueda exportar, dijo: “El objetivo siempre tiene que estar presente y es una meta que tiene que estar, se haga lo que se haga. Para la granja nunca ha sido fácil, hay un área agroecológica vinculada a la producción ganadera donde somos muy competitivos, pero la granja tiene mucho para crecer internamente y también tiene que plantearse por qué Uruguay no puede abastecer de productos que tengan un diferencial agroecológico a Buenos Aires, Porto Alegre o Europa”.

Por su parte, Alberto Gómez, integrante de Red Nacional de Agroecología del Uruguay, dijo a la diaria que en estos meses las organizaciones sociales, junto con la Udelar, prepararon una propuesta de presupuesto que fue entregada a mediados de agosto al subsecretario del MGAP, Juan Ignacio Buffa.

Sobre esta iniciativa, Gómez dijo que tiene cuatro grandes líneas: “el fomento a la producción; los recursos genéticos, todo lo que tiene que ver con semillas; el acceso y la distribución de los alimentos; y “el gran capítulo de la investigación: extensión y asesoramiento técnico”.

A pesar de que no habló de números, dijo que “el fomento de la producción es el que pesa más en el presupuesto”, y aseguró que “lo que todos reconocieron es que este presupuesto está ajustado a lo que se planteó en el plan”. “Por supuesto que se sabe que el gobierno lo que quiere es ajustar lo máximo posible; igual no se trata de un presupuesto sólo para el MGAP”, porque hay otros organismos involucrados, “desde la parte educativa hasta la salud pública y la Udelar. La comisión lo que tiene que hacer es articular entre los organismos. Hay propuestas para que desde distintas áreas se deriven fondos, eso va a llevar un tiempo y hay que ver qué pasa en el Parlamento, pero se trata de articular fondos”.

Como ejemplo, dijo que en la Facultad de Agronomía de la Udelar no hay cursos de agroecología en la carrera de grado; “esa es una de las propuestas, esa es la estrategia a articular, pero algunos fondos específicos se precisan”, agregó.