En la mañana de este jueves, la asociación Toda la Verdad, que nuclea a víctimas de la “sedición” durante las décadas de 1960 y 1970, se reunió con el presidente Luis Lacalle Pou en la Torre Ejecutiva. A la salida, Diego Burgueño, representante de la organización, evaluó la reunión como “muy positiva” y valoró que marca “un hito, en el sentido de que un presidente en ejercicio nos tome en cuenta al recibirnos a los familiares de víctimas de la sedición”.

Para Burgueño, el mandatario fue receptivo a sus planteos. En primer lugar, le plantearon la necesidad de revisar la historia reciente y reconocer públicamente su versión, que “con premeditación y alevosía [fue] olvidada y puesta abajo de una alfombra”. En ese sentido, solicitaron una reunión con el titular del Ministerio de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, y el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de la Educación Pública, Robert Silva, a los efectos de “hacer una revisión de todos los libros de texto que ha habido estos años donde se cuenta una historia que, a nuestro parecer, es claramente distorsionada de lo que sucedió en este país en estos últimos 40 años”. “Eso lo planteamos nosotros y él nos sugirió la posibilidad de reunirnos con el ministro”, explicó.

“Hasta ahora se ha transmitido a las nuevas generaciones fundamentalmente una idea trágicamente errónea de heroicidad: se le denomina guerrillero a quien fue terrorista, se colocan placas, plaquetas, en algunos casos, a quienes fueron asesinos de nuestras familias”, dijo Burqueño. Según contó, la asociación está integrada por unas “76 o 78 víctimas de la sedición, contando civiles, policías y militares”.

También señaló que la organización no está en contra de la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos ni de la búsqueda de los restos de sus familiares -“quien se considere ser humano tiene que estar, como mínimo, de acuerdo”, dijo Burgueño-, sino del “enaltecimiento” de algunos hechos, como por ejemplo “la conmemoración como festejo del asalto de Pando, que no fue una toma, fue un asalto”.

Además, los integrantes de esta asociación impulsan un proyecto de reparación, similar a la ley de reparación de las víctimas de la dictadura, y, según dijo Burgueño, el presidente se comprometió a apoyarlo, en la medida en que tenga respaldo de los partidos políticos.