Tras una propuesta de la bancada del Frente Amplio (FA), la Cámara de Senadores resolvió aprobar una moción para rechazar la violencia política ocurrida en la campaña de cara a las elecciones departamentales.
Durante la media hora previa del Senado de este martes, el coordinador de bancada del FA, Charles Carrera, presentó una moción para que el Senado se solidarizara con los militantes frenteamplistas agredidos el pasado miércoles en Salto –uno de ellos continúa internado por esa causa-, al tiempo que rechazara “toda conducta violenta que atente contra las personas” y reafirmara que “la convivencia pacífica y el respeto de las ideas es el fundamento de nuestro sistema democrático”.
Carrera argumentó que la cámara debía dar un mensaje “claro y contundente” que condene la violencia, porque “por más extremas que puedan ser las diferencias de ideas, esto no puede ser un justificativo para atacar la dignidad de quien piensa diferente”. Además, llamó a los partidos a “meditar sobre qué estamos haciendo para que esta campaña transcurra en paz y de forma tolerante”.
La presentación de la moción como asunto político no fue acompañada por Cabildo Abierto, y luego el senador nacionalista Sergio Botana sostuvo que el tema debía ser planteado en el “ámbito que corresponde”, que en este caso eran las autoridades del FA, debido a que en una entrevista de 2017, el agresor, Pablo Laurencena, se definía como frenteamplista (aunque también comparó al candidato a la Intendencia Andrés Lima con un nazi, y decía que el Partido Colorado le había “abierto las puertas”).
Tras la moción de Carrera, el coordinador de bancada del Partido Nacional, Gustavo Penadés, pidió un cuarto intermedio, y tras ese lapso los cuatro partidos políticos acordaron una nueva redacción para la moción, que fue votada por unanimidad.
“La historia registra hechos que demuestran que toda vez que el debate y la competencia política se radicalizan hasta el punto que se puede recurrir a la violencia, y se anula el fin esencial de la política, que no puede ser otro que procurar el bien común de la ciudadanía”, dice el texto convenido entre los partidos. Por eso, ante hechos de la “más diversa índole”, como “agresiones físicas, amenazas, incitación al odio, roturas de locales políticos o cantos agraviantes”, el Senado “se solidariza con las víctimas de todas las agresiones”; “expresa su más profundo rechazo a toda conducta violenta así como a todo acto de intolerancia” y “reafirma que la convivencia pacífica y el respeto a las ideas es el fundamento de nuestro sistema democrático”, culmina la declaración.