Tal como hizo 50 años atrás su padre Hugo –fundador del Frente Amplio (FA) y también médico de profesión–, Álvaro Villar emprendió oficialmente a principios de este año la carrera por el gobierno de Montevideo, con el espaldarazo de una gestión ampliamente reconocida al frente del hospital Maciel. En la recta final de una campaña electoral adornada por la repercusión de distintas denuncias que lo involucran –algunas mediáticas, otras judiciales–, y que dividen las aguas entre quienes ponen su figura en entredicho y aquellos que consideran que se trata de maniobras políticas, Villar conversó con la diaria y se manifestó confiado en que la contienda del 27 de setiembre se va a definir en la interna frenteamplista, en la que compite con la ex ministra de Industria Carolina Cosse y el ex intendente de Montevideo Daniel Martínez.
Las últimas encuestas ubican a los candidatos del FA con un acumulado de aproximadamente 50%, y a Laura Raffo pisando el 40%. Viendo esto, ¿te parece que la pelea para el 27 de setiembre está en la interna o puede haber una sorpresa?
Todas las encuestas que han salido muestran que el FA es la fuerza que eligen los montevideanos para dirigir la ciudad en los próximos cinco años, y que la posibilidad que va a tener cada ciudadano es de definir con su voto quién de los tres será el próximo intendente, dado que hay un triple empate. Está en la interna, pero es una decisión abierta: al haber un triple empate, la decisión pasa a ser de todos y no solamente de los frenteamplistas.
O sea que, para vos, la coalición no tiene margen para ganar.
Yo me guío por lo que dicen las encuestas, que creo que es la forma más consistente de acercarse a la realidad.
¿Cómo tomaste la decisión del partido de que los candidatos no debatieran con Raffo ni se reunieran con Luis Lacalle Pou?
A mí me gustaba la posibilidad de debatir con Raffo y sigo pensando que eso sería conveniente, lo único es que no se encontró una forma de instrumentar esto y se valoró, además, la inconveniencia de realizar la entrevista con el presidente, en la medida en que se consideró que no se debía meter en la campaña electoral.
El jueves te reuniste con la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (ADEOM) por segunda vez. ¿Cómo te imaginás tu vínculo con el sindicato? ¿Qué cualidades considerás que tenés vos y no tienen otros candidatos para llevar bien ese vínculo?
El vínculo con los trabajadores de la intendencia es uno de los puntos clave de la gestión de los próximos cinco años. Nosotros tenemos por delante la posibilidad de transformar la capital del país, una posibilidad real, dado todo lo acumulado en 30 años, pero para poder llevar adelante una transformación grande es indispensable hacerlo con los trabajadores del lado de los cambios. Para eso consideramos que es clave recuperar el orgullo de ser trabajador municipal y que la población reconozca y valore el trabajo que estas personas hacen por ellos. Para gran parte de lo que se logró en el hospital Maciel, de su transformación en estos ocho años, se involucró a todos los trabajadores, incluso a aquellos que pertenecen a empresas tercerizadas. En ese sentido, tener el apoyo de ADEOM es clave. Tiene que haber una construcción sistemática de confianza, de transparencia, de acceso real a todas las decisiones y a todos los datos que maneja la intendencia, tiene que haber accesibilidad al intendente e interlocutores válidos en todo el proceso.
¿Te parece que en 30 años de gobierno frenteamplista en la capital no se consiguió incluir de esa forma a los trabajadores? ¿Dónde estuvo el error?
Me parece que sí se ha trabajado hacia eso, pero que en este y en otros temas podemos lograr cosas mejores.
¿Cómo vas a proceder respecto de las privatizaciones de algunos de los servicios, por ejemplo de la limpieza, que es uno de los elementos que ADEOM hace tiempo está pidiendo revisar?
La gestión se basa en que uno, con la gente que tiene y con los recursos que tiene, logre cumplir con las obligaciones que tiene. Cuando se contrata a una empresa para que haga el trabajo que teníamos que hacer nosotros estamos mostrando, de alguna manera, que no logramos gestionar para que nuestros funcionarios cumplieran con su tarea. Yo les dije a los trabajadores de ADEOM que voy a ser intransigente en exigir que cada uno de los trabajadores, empezando por el propio intendente, trabaje desde el minuto que marca la entrada hasta el último minuto antes de marcar salida. Y ellos me dijeron que iban a apoyar eso, que no amparaban a trabajadores que no cumplieran ni a vagos, irresponsables y faltadores.
¿Hubo una falla en las gestiones anteriores en la decisión de privatizar?
Yo no puedo pararme en un papel de juez o auditor, no es mi rol. Yo estoy mirando los problemas que hay hoy y haciendo un diagnóstico de la situación actual.
El jueves presentaste el Plan de Movilidad, un proyecto bastante ambicioso. Sin embargo, algunas de las ideas que se plantean ya se habían estudiado y por alguna razón no se hicieron. ¿Qué tan viable es este plan? Y si lo es, ¿por qué no se hizo antes?
Lo que yo vi en mis años como director del hospital fue que las ideas de cambio o que luego resultan transformadoras siempre estuvieron en estado embrionario previamente. Uno lo que hace como director o como dirigente es buscar, entre las ideas que andan dando vueltas, aquellas que tienen posibilidades de hacerse realidad. Consideramos que esta es una excelente idea, la estuvimos evaluando durante estos meses con ingenieros, especialistas en transporte y expertos internacionales y hemos evaluado con nuestros economistas su viabilidad. Por eso las presentamos como un hecho posible.
Tras conocerse el plan, Raffo preguntó por qué deberíamos creer en estas promesas cuando el FA, a su entender, incumplió muchas. ¿Qué le responderías?
El FA fue capaz de construir la mejor red de saneamiento de América Latina en estos 30 años. Debajo del piso de Montevideo hay 3.000 millones de dólares invertidos en una red de saneamiento, que todavía hoy se sigue extendiendo. Creo que fuimos capaces de hacer esa red de saneamiento más toda una enorme transformación de la ciudad, y ahora podemos plantearnos el desafío de hacer la mejor red de transporte colectivo de América Latina. El tiempo que pasa la gente en las paradas esperando el ómnibus tiene que disminuirse, porque en muchas zonas de la periferia esos tiempos, que pueden superar la media hora, implican también, en determinadas horas de la noche, riesgo de vida. Si apostamos al transporte colectivo apostamos a la seguridad de nuestra gente. Pero la transformación no puede ser sólo en el transporte. Nosotros necesitamos hacer una transformación muy grande en el sistema de procesamiento de los residuos, en la limpieza de la ciudad, que hoy es insuficiente; necesitamos renovar las veredas en una gran cantidad de barrios de Montevideo. Tenemos que hacer posible un sistema de clasificación en domicilios, permitiendo mantener el valor de la basura, pero con una mirada de izquierda: los clasificadores tienen que quedar dentro del sistema y no ser excluidos del sistema de clasificación. Y para todo el cambio que queremos dar tiene que haber una apuesta muy fuerte a la cultura, fortalecer las comparsas de barrio, fortalecer los conjuntos de carnaval, fortalecer la vida deportiva, los clubes de baby fútbol.
¿Estás de acuerdo con la decisión de cancelar la competencia del Carnaval de las Promesas?
No, pero reconozco la voluntad de [el intendente Christian] Di Candia de enfrentar el problema. Valoro mucho eso, y hay que estar en los zapatos de quien tiene que tomar esa decisión; él tomó esa decisión dura en contra de que estas cosas pasen. Podremos discrepar con la tranquilidad que uno tiene cuando está afuera, pero no puedo dejar de decir que valoro la valentía que tuvo al enfrentar el problema.
¿Cómo puede trabajar la IM para combatir la violencia de género en este ámbito?
Aumentando los canales por los que las mujeres puedan hacer las denuncias y siendo implacables con cada una de las denuncias, pero sobre las personas y los responsables de haber llevado adelante hechos violentos o hechos de acoso, y no castigando al carnaval y a la cultura. Cada comparsa mueve más de 300 personas; los conjuntos de carnaval son el sustento del tejido urbano de la mayoría de los barrios de Montevideo. Situaciones de acoso, como se demostró, ocurren en la medicina, en las facultades, en el carnaval, en el deporte; en todas las áreas.
A días de ocurrida la denuncia sobre acoso sexual en el hospital Maciel, ¿cuál es tu evaluación sobre lo que se generó tras el testimonio de la cirujana en el programa Santo y seña de Canal 4?
Lo que dije es que yo no recibí en ningún momento una denuncia. De haber recibido en algún momento una denuncia, hubiera actuado implacablemente contra este hecho. En una grabación, la doctora dice que ella presentó una acusación en la Sociedad de Cirugía y yo le pedí que hiciera esa denuncia, y ella dijo que no la iba a hacer para proteger a la persona. Le pedí reiteradamente, no solamente ese día, que denunciara, y la derivé a una comisión integrada por dos psicólogas y una psiquiatra, en la que se cuidaba la confidencialidad de lo que ella planteaba, y en esa comisión ella en ningún momento planteó ninguna de estas denuncias. Por eso dije también que estoy de acuerdo con que se busquen formas alternativas, porque si la doctora finalmente hizo esta denuncia en este programa de televisión es porque había que buscar caminos para que la hiciera. Yo no logré que ella hiciera la denuncia.
¿Podrías haber buscado otra salida, tal vez un camino menos burocrático?
Lo intenté, pero evidentemente podría haber buscado otros caminos.
¿Sentís que en el momento, con otros temas que tenías que atender, pudiste haber subestimado la gravedad del asunto?
Ninguna otra tarea que yo tuviera como director justifica que yo no le dedique a cada funcionario el tiempo que requiere una denuncia. En ninguna de las comisiones se presentó una denuncia por acoso sexual; por lo tanto, no es que no le dediqué el tiempo necesario. Cuando yo hablo de que siempre se puede hacer más, hablo en el sentido de que el aprendizaje sobre este tema es continuo. Nosotros estamos aprendiendo sobre esto y viendo, a la luz de los hechos actuales, que tenemos que seguir buscando otras formas de resolver situaciones como estas para que no vuelvan a darse.
¿A quiénes te referís cuando hablás de “nosotros”?
Me refiero a nosotros como sociedad, y me incluyo a mí. Yo también estoy aprendiendo y también estoy revisando las formas en que actúo en estos temas.
¿Te comunicaste con la doctora tras su denuncia en la televisión?
No.
¿Considerás que este caso te perjudicó en la campaña electoral? ¿Sentiste que hubo una intencionalidad política detrás?
Meterme a pensar las cosas así no aporta. Cuando surge una situación así lo que uno tiene que pensar es si podría haber hecho algo diferente a lo que hizo y en cómo mejorar la forma en que resolvemos estas cosas, porque de lo que no tengo duda es de que el acoso contra la mujer existe, que hay problemas graves de acoso en todas las instituciones, también en la salud, y que si bien en cada momento yo sentí que había hecho todo lo que estaba en mis manos para resolver esto, y que actué de acuerdo a la ley y a los procedimientos, no dejo de interrogarme sobre si podemos buscar otras formas de encarar estos temas, que logren erradicarlos para siempre.