Varios artículos del proyecto de ley de Presupuesto Quinquenal que presentó la semana pasada el gobierno y estudia el Parlamento establecen cambios en la dirección y las funciones del Instituto Uruguay XXI, además de una reducción del presupuesto asignado. Este organismo tiene como cometido la promoción de inversiones y de la marca país en el exterior.
En las últimas horas surgieron críticas al respecto desde el Frente Amplio y también de los funcionarios del organismo, que elevaron una carta a los legisladores.
“Los cambios que se proponen amenazan gravemente el funcionamiento del Instituto y por ende el desarrollo productivo de nuestro país. El presupuesto asignado implica un recorte del 50% en comparación al último año presupuestal, y prevé una rebaja abrupta para los próximos cinco años. Uruguay XXI es una de las instituciones que en el proyecto de Ley de Presupuesto enfrenta una de las reducciones más radicales”, dice la misiva firmada por los funcionarios, y dirigida a los diputados y senadores.
La inquietud por la reducción de lo asignado a Uruguay XXI fue planteada el lunes en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda por el diputado frenteamplista Daniel Caggiani. “Debe ser el más maltratado de los institutos por parte de este presupuesto con recortes”, dijo, y planteó que pasa de tener asignado para ejecución 252.000.000 de pesos a 119.000.000 de pesos.
La ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, respondió que “las modificaciones tienen que ver con cambios institucionales” en Uruguay XXI y con centrar sus cometidos “en aquello que aporta valor”. Sobre la reducción del presupuesto, expresó: “El foco de este rediseño son los resultados y no los recursos. No por ir a más ferias o hacer más viajes se tienen mejores resultados”.
Pero los funcionarios señalan que el menor presupuesto “supondría suprimir el apoyo a un gran volumen de mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) con las que el instituto ha trabajado para su crecimiento, capacitación e internacionalización”. De hecho, destacan que en el último quinquenio se apoyó a más de 2.000 empresas que tuvieron un retorno de 14 dólares por cada dólar invertido.
A nivel de funcionamiento, la propuesta del gobierno es suprimir del consejo de dirección de Uruguay XXI a los representantes del sector privado —la Unión de Exportadores—, de los trabajadores y del sector cooperativo, que pasarán a formar un consejo asesor “con menor poder de injerencia en la institución”, según los funcionarios. Además, dicen que “disminuye las atribuciones” del director ejecutivo —máxima autoridad dentro de la estructura— y se prohíbe al organismo “recibir el apoyo y financiamiento de la cooperación técnica internacional”.
Otro aspecto que se propone cambiar tiene que ver con la marca país, una licencia que ya tienen más de 1.000 empresas y les permite usar el logo de Uruguay Natural en sus productos o servicios. Las “competencias de gestión y licenciamiento” dejan de ser exclusividad de Uruguay XXI, que deberá coordinarlo con Presidencia.
Los trabajadores subrayan que mientras el gobierno propone estos cambios, “a nivel mundial la tendencia en la estrategia de captación de inversiones ha sido aumentar la relevancia de las agencias de promoción”. Además, la menor asignación de recursos genera en la plantilla “un alto nivel de incertidumbre frente a la pérdida de empleo directo, lo que tendría efectos inmediatos en los servicios brindados”.
El actual presidente de Uruguay XXI, Jaime Miller, fue consultado por la diaria y prefirió no hacer declaraciones. Miller fue designado para el cargo por el ex canciller Ernesto Talvi, quien tenía entre sus planes de una “diplomacia 5.0” potenciar el rol de Uruguay XXI. El 3 de marzo, tras reunirse con el presidente Luis Lacalle Pou, el por entonces ministro dijo que “Uruguay XXI es una institución fundamental en la diplomacia económica y comercial”, por lo que buscaría darle “una arquitectura más moderna” para que se complementara con la cancillería.
Arbeleche se refirió el lunes en el Parlamento a la definición de la política comercial del país y los cambios que implementó el gobierno: “Es importante que quede claro que el instituto [Uruguay XXI] no diseña la política comercial. Se preguntó si el Ministerio de Economía y Finanzas tenía un rol distinto, y yo entiendo que sí porque la política comercial había dejado de ser un foco en este ministerio. Esta discusión fue mantenida por el canciller [Francisco] Bustillo, y está claro que la política exterior en materia comercial les corresponde a ambos ministerios”.