“El gobierno acaba de cerrar un acuerdo con Pfizer y Sinovac para el suministro de vacunas a nuestro país. Al mismo tiempo estamos negociando la compra de más vacunas con otros proveedores. En las próximas horas brindaremos más información”: así anunció el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, el acuerdo al que arribó el gobierno nacional para acceder a vacunas contra el coronavirus, pasadas las 20.00 del viernes, en su cuenta de Twitter. La inversión es de 120 millones de dólares y consiste en dos millones de dosis de vacunas de Pfizer y 1.750.000 de Sinovac, y las primeras dosis llegarán a fines de febrero o principios de marzo.

En una conferencia de prensa que brindó al día siguiente, Lacalle Pou aseguró que “Uruguay ha reservado 1.500.000 dosis de vacunas en el grupo Covax” de la Organización Mundial de la Salud, y “en teoría deberíamos estar recibiendo en el mes de marzo una suma de vacunas [para] hasta 3% de la población”, aunque se sigue negociando con otros tres laboratorios y se espera tener novedades “en breve”. “La aspiración del gobierno es tener vacunas para 2.800.000 personas”, afirmó el mandatario.

El plan de vacunación establece que los primeros grupos en recibir la vacuna serán el personal de la salud y el de la educación (docentes y no docentes), e internos y personal de los residenciales de larga estadía. Para esta primera fase se calcula un universo de 400.000 personas, “200.000 y 200.000 [dosis] de cada laboratorio”, dijo el mandatario. “Cuando uno hace la suma estamos cubriendo al sistema de salud, a los hogares de ancianos y al sistema educativo, y creo que hay un resto más”, sostuvo. 

El presidente reafirmó el objetivo de vacunar a 600.000 personas por mes a partir de abril, pero admitió que “es una cifra ambiciosa” teniendo en cuenta que la vacuna no es obligatoria y que “todos los números que estamos haciendo son sobre el universo de esos grupos, [lo cual] no quiere decir que todos se presenten a darse la vacuna”. Sobre la posibilidad de extender la inmunización prioritaria a las personas privadas de libertad, afirmó que hay varios “subgrupos” pendientes, como “los soldados, policías y bomberos, los privados de libertad y los mayores de 75 años”, y que “el orden lo irán diciendo aquellos que están dedicados a la estrategia de vacunación, obviamente con criterios científicos”.

Consultado respecto de si en los acuerdos firmados se estableció algún tipo de responsabilidad sobre posibles efectos adversos, Lacalle Pou respondió que los contratos “tienen cláusulas que hacen a la velocidad con la cual se aprueban estas vacunas”. “Los que saben más dicen que las vacunas demoran cinco años en producirse y salir al mercado, y estamos hablando de cinco meses. Y Uruguay, como todos los gobiernos del mundo, tenía una opción: tomar las vacunas o no. Y en esa toma de vacunas, que hemos decidido en nombre de los uruguayos, asumimos algunas responsabilidades”, aseveró. Asimismo, aseguró que el gobierno no adquirió “ninguna vacuna que no esté aprobada”.

Las reacciones en el ámbito político

El anuncio fue sucedido por un aluvión de felicitaciones de figuras del oficialismo, legisladores e integrantes del gobierno. El subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjian, afirmó en su cuenta de Twitter que las vacunas “ayudarán a salvar más vidas”, por lo que se dio “un nuevo gran paso en la lucha contra la pandemia”, mientras que el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, celebró que se haya priorizado a docentes y funcionarios de la enseñanza en el inicio de la vacunación, “señal clara de la importancia que se otorga a la educación y a la mayor presencialidad, política sostenida desde el 22 de abril pasado”.

En tanto, el senador nacionalista Sebastián da Silva sostuvo que “Uruguay tendrá una vacunación similar a la de Israel. Y una inversión de 120 millones de dólares. Seguiremos siendo ejemplo mundial”. Su par colorada Carmen Sanguinetti escribió: “Luz al final del túnel. Gracias a todas las autoridades que lo hicieron posible. Muy especialmente gracias a quienes de forma honoraria han dejado todo por nuestra salud”. El senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, se expresó en el mismo sentido: “Ojalá esto signifique el principio del fin de esta pesadilla que se extiende en el tiempo y que ha afectado dramáticamente a tantos uruguayos”.

En la oposición, las reacciones oscilaron entre las felicitaciones y los cuestionamientos por la demora en el acceso a las vacunas. El senador de Fuerza Renovadora Mario Bergara calificó como una “buena noticia” el anuncio de los acuerdos y agregó que desde la fuerza política se aspira “a que el proceso de vacunación sea rápido”, ya que, “aún en el mejor de los casos, los efectos van a demorar varios meses”. “Siguen siendo imprescindibles medidas que reduzcan la movilidad social. El gobierno debe volcar más recursos para compensar la reducción de actividades y ayudar a las familias necesitadas”, escribió en su cuenta de Twitter.

Otro tono tuvo el diputado del Movimiento de Participación Popular Sebastián Sabini: “La llegada de las vacunas es una gran noticia, sin importar su origen tienen respaldo científico. Me guardo las críticas para tratar de convencer a la mayor cantidad de gente de la importancia y necesidad de vacunarse en el menor tiempo posible”. En tanto, Sandra Lazo, senadora de ese mismo sector, dijo a Telemundo que “todos nos congratulamos reconociendo la importancia de que Uruguay, uno de los países de Latinoamérica que no había logrado concretar la negociación, hoy lo haya logrado y comunicado”.

El intendente de Canelones, Yamandú Orsi, también calificó el anuncio del gobierno de “una muy buena noticia”. En la radio Montecarlo, expresó que “a todos nos hubiera gustado que lo hubiésemos resuelto antes, pero es como se pueden hacer las cosas”. “Gobernar es tomar las decisiones en base a las cosas que se pueden hacer. Capaz que podrían haber entrado antes y ya haber empezado a vacunar, pero yo prefiero mirar al futuro y siempre espero que no sea tarde”, reflexionó.

Por su parte, el ex director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto Álvaro García consideró que es necesario que el gobierno publique los contratos firmados con las farmacéuticas y el plan de vacunación, y destacó que “se vacunará a grupos de riesgo recién en un mes y medio”, “se verá la eficiencia de a poco” y “falta mucho” para la “solución final”.

En la misma línea, el vicepresidente del Frente Amplio (FA) y diputado José Carlos Mahía afirmó que el anuncio del acuerdo “es para celebrar”, pero señaló que “nos demoramos” y “fuimos los últimos de la fila” en América Latina. “No se pudo colar”, agregó, en referencia a lo dicho por el presidente a principios de mes, cuando manifestó que el país estaba en una “carrera” para “colarse entre los grandes”.

“Entusiasmo” en gremios médicos

“Los médicos del interior recibimos con entusiasmo la confirmación de que la vacuna contra el Covid llegará a Uruguay en las próximas semanas”, manifestó en un comunicado la Federación Médica del Interior (FEMI), que catalogó a la vacunación como “una herramienta indispensable para poder seguir realizando nuestro trabajo con seguridad”, a la vez que pidió a la ciudadanía “fortalecer los cuidados” e informó que “en un sondeo interno, el 85% de los médicos de FEMI participantes dijo estar dispuesto a vacunarse”.

En tanto, el presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Gustavo Grecco, coincidió en que es “una muy buena noticia para el país haber asegurado las vacunas”, y también pidió “no olvidar que ‘...no es viable una apuesta a la vacuna como sustituto de otras medidas para recuperar el control de la epidemia en el futuro inmediato’”, citando al Grupo Asesor Científico Honorario. “Sabemos que aún faltan meses de esfuerzo”, agregó en una publicación de Twitter.

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