La directora ejecutiva de la fundación Gonzalo Rodríguez, María José Pessano, aseguró que la aplicación de la ley que estableció la “tolerancia cero” en la ingesta de alcohol para conductores de vehículos logró reducir la siniestralidad en 20% durante su primer año de aplicación y en 14% durante el segundo año.

En diálogo con la radio Carve, Pessano sostuvo que la fundación ya venía recabando información, estudios y análisis para dar argumentos a la discusión. “Los resultados han sido positivos”, dijo Pessano, aunque sostuvo que aún queda mucho por trabajar en materia de siniestralidad vial.

Los comentarios de Pessano se dan luego de que el senador nacionalista Sergio Botana anunciara que trabaja en un proyecto de ley para llevar la tolerancia de alcohol en conductores nuevamente a 0,3 gramos por litro de sangre, iniciativa que apoya el presidente Luis Lacalle Pou y que contó con respaldos dentro de la coalición de gobierno, como las de los ministros Carlos María Uriarte y Luis Alberto Heber, pero también con críticas, como la del titular del Ministerio de Salud Pública, Daniel Salinas, y el diputado Álvaro Dastugue.

Pessano recordó que la norma fue aprobada a finales de 2015, que se reglamentó en 2016 y recién al año siguiente se comenzó a fiscalizar. No obstante, sostuvo que la población “acató de forma inmediata” y que en eso ayudó que el mensaje de la ley sea claro: “Si uno decide tomar una copa, saber que no puede estar conduciendo”.

Según dijo, el recambio generacional de los últimos años no ha incidido en los resultados: “Los jóvenes toman y saben que no tienen que manejar”. En este sector de la población, sostuvo, “el acatamiento es muy alto”.

La representante de la fundación Gonzalo Rodríguez aseguró, no obstante, que el consumo de alcohol en conductores no es la principal causa de siniestros viales en el país. Entre los factores que más inciden están: la velocidad, no respetar las normas, el uso del celular mientras se conduce y no implementar elementos de seguridad pasiva, como cascos o cinturones de seguridad.

Sin embargo, aseguró que la “recomendación internacional” en el tema es que una vez que una norma de estas características se aplica lo ideal es que no se retroceda. “Se recomienda que los retrocesos a nivel legislativo no se produzcan; la reversibilidad en la norma no es recomendable”, advirtió.