El titular del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Pablo Bartol, dijo que hay 22.000 personas esperando para ingresar al programa Uruguay Social, cuando al comienzo de su gestión la lista de espera era de 16.000. Según destacó, el atraso se debe a que para recibir la prestación, la familia debe recibir una visita de los equipos del Mides, pero debido a la pandemia, esas recorridas por los hogares están suspendidas hasta nuevo aviso.

En declaraciones al programa Así nos va, de Radio Carve, Bartol dijo que se proyecta una “visita masiva”, para la que van a abrir un llamado a interesados y así complementar el equipo de funcionarios del ministerio. El objetivo es lanzarla apenas se estabilice la situación de la pandemia y así reducir el número de personas en lista de espera.

Las visitas también se harán a las familias que siguen recibiendo la prestación, porque el objetivo es averiguar “quiénes lo están necesitando, y hoy no les está llegando, y quiénes lo tienen porque en un momento lo necesitaron pero ahora no lo necesitan”, estableció el ministro. Se estima que del total de la lista de espera, 40% sea efectivamente candidato a recibir la prestación.

Según estimó Bartol, hay un alto porcentaje de personas que ya no son candidatas a recibir la prestación del Mides. Entre agosto y setiembre, cuando se pudieron hacer más visitas, se concluyó que “sobre 3.000 casos que se visitaron, 33% ya no eran elegibles”. El ministro destacó que en algunos casos hacía ocho años que no se visitaba a esas familias, y quedó demostrado que en este tiempo “pudieron tener un desarrollo económico que ya no los hace elegibles para que les sigan transfiriendo”.

A esas cifras Bartol le sumó el estudio que hizo la administración anterior en 2019, en que se tomó una muestra de familias y se suspendió la prestación: sólo la mitad de ese porcentaje presentó una queja, y entre ellos 30% efectivamente ya no era elegible para ser parte del programa. Para el jerarca eso fue “un primer indicio de que hay gente que la recibía sin necesitarla”. Según estimó, de las 77.000 familias que hoy están recibiendo la prestación, 20% ya no reúne los requisitos necesarios para ser parte del programa.

“No hay atrasos en las asignaciones familiares”

Bartol aseguró que “no hay atraso en asignaciones familiares y canastas, porque se anotan en la página web”. El ministro calificó como “uno de los grandes aciertos” la autopostulación por la web y la distribución de la asignación por medio de la aplicación de celulares. “Decidimos apostar a eso para transferir recursos de una manera masiva y funcionó espectacular: en lo que va del programa llevamos distribuidos 1.700.000 cupones canasta, son unas 300.000 personas”, aclaró.

El ministro explicó la afirmación hecha el viernes, cuando aseguró que una familia con cuatro menores a cargo recibe 14.000 pesos al mes por parte del Mides. “Esos 14.000 pesos, que en febrero pasan a ser 15.500, salen de que con cuatro menores, en promedio, se da 5.053 pesos de asignación familiar; como estamos dando un refuerzo de 50%, son 7.579 pesos. La tarjeta Uruguay Social si es doble, para cuatro menores, es de 6.460 pesos, y esa suma es los que nos da los 14.039 pesos para un hogar con cuatro menores a cargo, con tal vulnerabilidad que merece una Tarjeta Uruguay Social con monto doble”. Según estimó, unas 10.000 familias llegan a ese grado de necesidades insatisfechas como para tener la asignación doble.

Bartol adelantó que se hará una prueba piloto en tres departamentos, que todavía no están definidos, para evaluar si el procedimiento para recibir la tarjeta Uruguay Social también se puede autocompletar por la web. El objetivo es llegar a un mecanismo similar al de las asignaciones familiares o al que se le da a una mujer que acaba de tener un hijo en el Hospital Pereira Rossell y declara necesitar el monto de dinero.

Bartol aseguró que se han hecho estudios evaluando la autodeclaración y todos resultaron en que la gente “no se aviva”. De hecho, según afirmó, en algunos casos declaran cosas que les perjudica en cuanto a la prestación. “Pensamos que podemos avanzar en la autodeclaración, que es una manera más fácil de seguir, porque se audita un porcentaje de esa autodeclaración”.