El movimiento de productores rurales Un Solo Uruguay (USU) realizó el sábado su cuarto acto, como todos los 23 de enero desde 2018, cuando surgió bajo la consigna de unir a productores “autoconvocados”. A diferencia de las ediciones anteriores, que se hicieron a campo abierto en Durazno, la pandemia obligó a que fuera un evento virtual, desde un estudio, que se transmitió por las redes sociales de USU. De todas maneras, en la proclama del sábado el movimiento señaló que desde su nacimiento ha abordado temas “que hoy siguen vigentes”.

USU subrayó en su proclama que 2020 fue un año “de muchas propuestas” para impulsar cambios, realizadas por el movimiento. Por eso al Poder Ejecutivo le entregaron documentos sobre, entre otras cosas, “medidas para el endeudamiento de empresas y familias”, “propuesta sobre ajuste de precios de combustibles”, “análisis sobre tarifa eléctrica” y “aportes para la ley de urgente consideración”, además de “relevamiento sobre la situación en seguridad rural” y “medidas para la reactivación económica y generación de empleo en los sectores de turismo, comercio y agroindustria”. El movimiento asegura que defiende “el derecho a la protesta, pero el deber a la propuesta”.

Según USU, las propuestas van todas en el mismo sentido: “Parar el retroceso, generar oportunidades de trabajo, indispensable para sostener la familia, y concretar un proyecto de vida por medio del esfuerzo propio”. “Todos somos conscientes de lo que ocasionó la pandemia; se perdieron miles de empresas desmantelando la estructura laboral; reconocemos la acción del gobierno asistiendo a cientos de miles de compatriotas para que mínimamente puedan cubrir las necesidades básicas. Acción necesaria y fundamental y que debe seguir hasta que se logre superar la coyuntura actual”, se agregó.

De todos modos, USU subrayó que no se puede olvidar que “los problemas en la actividad y en el empleo son anteriores a marzo de 2020”, ya que desde antes se habían perdido “más de 60.000 puestos laborales desde 2014 hasta el comienzo de la pandemia”, y habían desaparecido “miles de empresas, básicamente pymes, en todos los sectores de la economía, y eso era por una sola razón: el alto costo del Estado”.

Renta básica: “Jamás”

USU subrayó que ha “hablado y reclamado más allá de las propuestas”, porque está convencido de “que perdimos como país la oportunidad de bajar el presupuesto sin desatender la emergencia social, perdimos la oportunidad de eliminar organismos burocráticos innecesarios, reducir la cantidad de direcciones en los diferentes ministerios y organismos, y bajar la burocracia que justifica la contratación de burócratas”. Es decir, “reducir cargos políticos en distintos estamentos”. “En definitiva, perdimos la oportunidad de empezar en el camino de hacer una seria y profunda reforma del Estado”, aseguró el movimiento.

USU sostuvo que mientras las circunstancias adversas ocasionadas por la pandemia obligaron “a sectores enteros de la economía a bajar sus cortinas o a un aumento de la carga tributaria, los que tienen la vaca atada siguieron ajenos a las dificultades”. El movimiento señaló que vio “con gran expectativa una reducción del abultado salario de los jerarcas de las diferentes dependencias estatales”, pero fue “una muestra de comprensión y solidaridad que sólo duró dos meses”. La referencia era al impuesto covid-19, que rigió a inicios de la pandemia para salarios de empleados públicos y jerarcas mayores a 80.000 pesos.

“Quizás pronto llegue el momento en que esto se entienda desde adentro o lo concrete una iniciativa popular. De acuerdo a datos oficiales, en 2019, del presupuesto del [Ministerio de Desarrollo Social] Mides el 74% se lo comió la burocracia. Probablemente, lo mismo pasará en otros organismos del Estado. Por ende, “el tema no es tanto de cuánto dinero sino a qué se destina y en qué se gasta”, señaló USU.

El movimiento también criticó al Frente Amplio al señalar que “los mismos que hoy reclaman persistentemente la renta básica”, con la cual USU “jamás” estará de acuerdo, son “los que armaron el circo para que la plata no llegue a quien más la necesita y quede básicamente en sueldos, beneficios de funcionarios y funcionamiento”. “Era de esperar, por la política definida por el actual gobierno, que estos indicadores mejorasen durante 2020, pero eso recién lo sabremos en la próxima Rendición de Cuentas”, se agregó.

“Si los hechos no encajan en la teoría...”

USU también consignó que “el aumento del endeudamiento a través de la emisión de letras de regulación monetaria, estrategia que se sigue desde el Banco Central, se traduce en atraso cambiario”. Y continuar con el atraso cambiario “como estrategia para bajar la inflación merece una revisión, algo que claramente no ha sucedido en nuestro país”. Por lo tanto, “quizás se deba dejar el manual y la teoría y analizar los datos nacionales”, y, citando a Albert Einstein, subrayó: “Si los hechos no encajan en la teoría, cambie los hechos”.

“Esta combinación, sumada a cientos de millones de dólares pagados en aranceles y junto a los altos costos internos, nos hace perder competitividad, responsabilidad 100% estatal, lo cual hace que las empresas exportadoras de bienes y servicios que generan el ingreso de divisas no puedan competir en el exterior, y esto resiente la generación de puestos de trabajo”, dijo el movimiento.

Por último, USU señaló que se definió como “movimiento social”, lo que implica “trabajar por ocupar los cargos asignados en diferentes organismos del Estado para representantes sociales”. De esta manera, USU justifica que presentará candidatos a las elecciones del Banco de Previsión Social en los tres órdenes: empresarios, trabajadores y jubilados. “Queremos ser los gestores de la reforma que se viene en seguridad social, asegurando que los cambios votados en el Parlamento se plasmen en la realidad con los principios de USU”, finalizó la proclama.

Debates por proyecto forestal

En el evento en línea de USU se destacó un debate entre el diputado de Cabildo Abierto (CA) Rafael Menéndez y el senador nacionalista Sebastián da Silva sobre el proyecto de ley que presentó el primero para limitar terrenos forestales. La iniciativa ya tiene media sanción y espera para tratarse en el Senado.

Da Silva dijo que la ley forestal (15.939), promulgada en 1987, es “productivista”, “desarrollista” y “wilsonismo puro”, porque era “la visión de aquel momento para aprovechar esa relativa baja productividad que tenía determinado tipo de suelo y sacarle más provecho”. De todos modos, sostuvo que hoy “cambió muchísimo la realidad”, fundamentalmente, “respecto de los suelos; por lo tanto, se tiene que actualizar”.

“La propiedad privada nunca es 100% libre. Yo no puedo construir un edificio de 50 pisos frente al Hotel Casino Carrasco. No puedo plantar soja siete veces seguidas porque estoy regido por un plan de uso de suelo. De la misma forma, soy de los que creen que la mayor riqueza uruguaya es nuestro suelo, y como gobierno tenemos que ser cuidadosos y dar un uso a los suelos de relativamente menor productividad y otro uso a los suelos más versátiles”, señaló Da Silva.

Por su parte, Menéndez aclaró que el proyecto de ley que presentó “no toca” la ley forestal, “no agrega ni saca terrenos de prioridad forestal ni concede ni quita subsidios”, porque entiende que esos “temas técnicos” deben ser tratados “por los mismos equipos que contribuyeron a la formación de la ley forestal”. “Por lo tanto, el proyecto de ley presentado de ninguna manera coarta la posibilidad de lo que decía el senador Da Silva –con lo cual estoy muy de acuerdo– de que en el futuro se puedan rever cuáles son los terrenos de prioridad forestal, incluir algunos y sacar otros”, subrayó.

Por último, el diputado de CA dijo que si no se realiza ningún cambio, “los resultados están a la vista”, ya que “el problema de la despoblación del campo y la gran concentración y extranjerización de la tierra va a seguir aconteciendo”. “Tenemos que definir qué país queremos. ¿Queremos un país diversificado, produciendo alimentos y madera? ¿O directamente nos vamos a transformar en un polo celulósico? De repente hay mucha gente que considera que eso es lo adecuado. Yo creo que no”, finalizó.