La exintendenta y hoy edila de Lavalleja Adriana Peña dice que fue “un error grande como una casa” haber contratado al hermano del actual intendente, Mario García, y dejar a su propio hermano en la comuna, pero niega que haya sido un intercambio de favores. Cree que García pudo usarla para cubrirse y sostiene que no es legal que el hermano del intendente cobre un sobresueldo de más de 70.000 pesos.

¿Por qué antes de dejar el cargo de intendenta contrató al hermano de su sucesor, su compañero del Partido Nacional Mario García?

Tengo que ir atrás en el tiempo. Yo tuve diez años de gestión bajo muchos ataques. Dejé la vida en esos diez años en la intendencia para poder transformar un departamento que es muy cerrado.

¿Qué quiere decir que Lavalleja es tan “cerrado”?

Acá hay gente demasiado estructurada. Cada campaña electoral se hablaba de desarrollar el turismo, pero no se desarrollaba. Hoy, con mucho esfuerzo, se hizo. Por eso, cuando estaban terminando esos diez años, yo dije: “Basta, no quiero más enfrentamientos”. Un mes antes del cambio de mando lo llamé al intendente electo y le dije que las puertas de la intendencia estaban abiertas, que viniera con sus directores para ver lo que se estaba haciendo, que inspeccionara, auditara, que hiciera lo que quisiera, que tenía toda mi ayuda en lo que fuera necesario.

¿Qué le respondió?

Que quería hacer un acuerdo conmigo. Que lo iba a hacer con otros sectores y partidos, pero que conmigo era con la primera con quien quería hablar. Me ofreció dos directores, con los cuales íbamos a tener un trabajo en común. Yo acepté y elegí a dos compañeros. Y le pedí que dejara a otros dos funcionarios como encargados de área. Entendía que iban a dar una gran mano en áreas claves, para no empezar de cero, para seguir creciendo, para no hacer borrón y cuenta nueva. La respuesta fue no.

¿Entonces?

También me pidió que dejara entrar en la transición a un equipo que iba a trabajar con él, gente de su confianza. Ese grupo estaba encabezado por su directora de Jurídica, la doctora [Laura] Nahabetian, estaba otro compañero que conozco desde hace mucho, Edgardo García, y él quería que también estuviera su hermano. Pero su hermano no tenía un puesto en la intendencia como para estar yendo. Me pidió si yo lo contrataba.

¿Qué le pareció el pedido?

[Hace una pausa. Suspira]. Respiré profundo. Y dije: “Si queremos paz, y es responsabilidad de él...” Porque yo lo iba a nombrar, pero luego sería su responsabilidad lo que haría con él. Yo lo puse como peón raso, el cargo más bajo de la intendencia. Contratado, con su sueldo pelado, sin ninguna compensación. Hacer eso, en ese momento, no era ilegal.

Pero luego se le otorgó una compensación salarial muy elevada, de 72.300 pesos.

Eso lo hizo el nuevo intendente después. Y no se puede. Hay una norma que impide pagar compensaciones más altas que el sueldo del funcionario.

Pero se está pagando.

No se puede. El jueves en la Junta veremos qué dice el intendente. Si no dice nada, habrá que mostrarle que hay una resolución que dice que eso no se puede hacer.

¿Por qué tenía que entrar el hermano del intendente electo?

Él quería que en la transición participara gente de su confianza, que fueran sus ojos en la transición.

Si esto ya suena mal, en el medio también aparece su hermano recibiendo una elevada compensación.

Mi hermano es funcionario de ASSE, viene trabajando conmigo desde que yo era diputada. En el período pasado la Jutep nos observó, porque él era jefe de prensa de la intendencia durante mi administración. Yo ahí miré el organigrama y asumí que la Jutep tenía razón, que no podía estar en ese puesto. Entonces pasó a otra oficina que no dependía directamente de mí, sino del secretario general. Era una dependencia muy delicada, la de seguridad laboral. Allí se especializó. Y Mario, cuando vino a verme, me dijo: “Yo no tengo a nadie ahí, dejámelo hasta que yo me encamine”.

¿Y qué ocurrió?

Mario lo dejó sin ninguna compensación, porque le sacó las compensaciones a todo el mundo. Y después, al tiempo, le puso una compensación. Que yo entendía tenía que ser de 40.000 pesos.

¿Por qué dice que usted creía que tenía que ser de 40.000 pesos?

Es lo que me parecía, tomando en cuenta que al salir de ASSE para una intendencia te sacan todo lo que no sea sueldo base.

Pero la compensación de su hermano era bastante mayor a 40.000 pesos. Más del doble: 84.805 pesos.

Sí. La fijó el intendente. Y ahí empezaron a decir que habíamos hecho un trato. Que yo contrataba a su hermano para que él dejara al mío y le pagara una compensación. Pero eso no es verdad.

Pero parece haber sido así.

No es verdad.

¿Cómo ocurren las cosas en el tiempo? ¿Qué ocurre primero?

El mismo día que Mario me pide que contrate a su hermano, me pide que mi hermano se quede. Ese día yo le dije que mi hermano se volvía a ASSE, y ahí él me insiste y me dice que no tiene a quién poner en ese puesto.

Parece un acuerdo.

Yo entiendo que la gente lo pueda pensar, pero yo digo la verdad. Ahora, si la gente me cree o no, ya me excede. Yo no grabé la conversación.

¿Tenemos que pensar que fue una casualidad?

Capaz que él lo hizo para cubrirse. Yo no me di cuenta, lamentablemente.

¿En esa reunión no se dijo que era un favor por el otro?

No. No se habló en esos términos. Él nombró su equipo para entrar a la intendencia, nombró sus ojos para que vieran todo antes de asumir. Y me pidió a mi hermano. En lo que a mí respecta, fue una gran equivocación. Fue una equivocación más grande que una casa.

Se puede corregir, supongo.

Mi hermano ya renunció y va a volver a ASSE. Es doloroso. Después de diez años de trabajo, yo no quiero que sea esto lo que quede en la memoria. Porque en la memoria están las obras y la política social que hicimos. Nos reventamos el alma durante diez años. Esto no era lo que queríamos. Mi hermano me dijo: “Hermana, si querés renuncio, porque me parece que esto no es así”.

¿En qué situación está hoy su hermano?

Ya renunció y el intendente le tiene que aceptar la renuncia. Un jueves renunció y el viernes ya estaba en ASSE para pedir 15 días de licencia para el trámite de devolución del cargo.

También se contrató por parte de la comuna a una hermana de la exsenadora y candidata a la intendencia Carol Aviaga.

El intendente la contrató como cargo de confianza. No creo que Carol lo haya pedido. Carol acordó un cargo de medioambiente y un cargo de los que ahora se crearon con la votación de nuevos cargos de confianza, algo que nosotros no votamos.

¿Cuántos directores hay ahora?

Hoy son 24 o 25. Eran 13 cuando yo salí.

Es un disparate. Es el doble.

Yo no lo voté. Y les dije antes que no lo iba a votar.

¿Se necesitaban 12 directores nuevos en la intendencia?

Yo le dije a Mario: “Cuatro o cinco nuevos te voto”. Porque posiblemente se necesitan. Pero 11 o 12, no.

¿Y cómo se aprobó en la Junta?

Hubo votos colorados, de Cabildo Abierto y de los blancos que apoyan al intendente.

Supongo que todos los sectores que levantaron la mano habrán recibido alguno de los nuevos cargos.

[Silencio].

Volvamos a la hermana de Aviaga.

Ella era edil. Fue presidenta de la Junta, yo la apoyé entonces. Ella era la referente de Larrañaga en Lavalleja y como tal hizo un acuerdo propio con el intendente. Ahora tiene un cargo de confianza, un cargo que se creó como responsable de los parques y campings.

Que estaban cerrados por la pandemia cuando se creó el cargo.

Estaban cerrados.

La creación de todos estos cargos...

Ahora en la Junta se está discutiendo la creación de nuevos cargos para la Junta. Nosotros ya dijimos que no. No creo que sea el momento de crear cargos. Nosotros en los diez años hicimos 17 concursos de funcionarios, de distintos escalafones, incluyendo de peones y de servicio, que no se hacían en la intendencia. Hacíamos concurso, concurso, concurso. Y dejamos un 20% de las vacantes sin ocupar porque eso era lo que el presidente [Luis] Lacalle Pou había pedido. Entonces no creo que si dejás vacantes de funcionarios, debas crear cargos de confianza.

¿Cuántos funcionarios tiene la intendencia?

Nosotros la dejamos con 900 funcionarios entre contratados y presupuestados y habíamos aumentado zafrales a 500. Ahora para subvencionar los nuevos cargos de confianza se eliminaron como 80 o 90 cargos de carrera. Eso tampoco lo votamos. Adeom tampoco estaba de acuerdo.

Tenemos al hermano del intendente, al hermano de la exintendenta, a la hermana de una exsenadora y excandidata a la intendencia… Suena casi feudal.

De mi familia ahora no hay nadie. Pero hay una verdad y es que los cargos de particular confianza se llenan con gente que se pone mucho la camiseta.

Usted puso a su hermano como jefe de prensa.

Era un poco para cubrirme las espaldas, porque uno juega de taquito con alguien de su extrema confianza. Después por la Jutep lo tuve que cambiar de lugar. Capaz que para cubrirme la espalda no tenía que ser mi hermano.

A eso me refiero.

Es verdad. Yo tenía directores –como el actual director de Higiene- que era sólo mirarnos y los dos ya sabíamos lo que el otro estaba pensando. Somos como hermanos.

Pero no son. Hay una gran diferencia.

Tiempo atrás el hecho de nombrar hermanos o primos era de tal costumbre… Hoy, con todo lo que he vivido, ya no pondría a mi hermano. Porque cambió la ley y cambió la manera de la gente de ver las cosas. El presidente hoy no tiene a ningún familiar. Y mirá que tiene un hermano que es excelente. Creo que son maneras de ir cambiando. Y está bien.

Pero hace poquito nomás que García le pidió meter a su hermano. No fue hace tanto. Y usted firmó.

Firmé. ¿Y sabe una cosa? No se imagina la cantidad de veces que en este tiempo me he arrepentido de esas dos cosas: haberle contratado al hermano y haber dejado que él me pidiera a mi hermano para que se quedara.

Las dos cosas ocurrieron el mismo día.

Sí.

Entonces sí se habló.

Pero no fue un trato de “yo te contrato a tu hermano para que el mío se quede”. No fue con esa intención. No sé si él lo hizo con esa intención. Yo no lo hice así. Y no se lo dije así.

¿Alguien del partido la llamó para pedirle explicaciones?

No. El único que me tiró de las orejas fue Gastón [Elola], mi pareja. Desde el mismo día que pasó me dijo: “No seas boba, quiere cubrirse contigo”. Y yo le dije: “Deja, deja, vamos a comenzar en paz”. Él fue el único que tuvo la visión de decirme.

¿Y con todo este lío no la llamó nadie del partido desde Montevideo?

No. Yo estuve hablando con el presidente del directorio. Le pasé la grabación de la conferencia de prensa a Álvaro [Delgado, secretario de la Presidencia] y al presidente, con quien nos whatsappeamos lindo. Álvaro me dijo que el tenor de la conferencia estuvo bien.

¿La gente de Minas le reprocha todo esto?

Pienso que sí, que no lo ven con buenos ojos. Gastón también me decía: “Mirá que la gente dice que fue un cambio de uno por otro”. Y pienso que no es solo acá, sino en todo el país. Y por eso mismo di la conferencia de prensa y mi hermano tomó la resolución de renunciar. No fue un cambio de uno por otro, pero la gente no tiene por qué saberlo.