Este lunes fue una tarde agitada en el Palacio Legislativo, dadas las idas y vueltas entre la oposición y el oficialismo en el marco de la comisión investigadora de la Cámara de Diputados sobre gastos y compras del Ministerio de Turismo (Mintur). Hasta la semana pasada, por la investigadora habían desfilado jerarcas, colaboradores y asesores de la administración del exministro de esa cartera –y actual diputado– Germán Cardoso, a raíz de la denuncia sobre su gestión que hizo el diputado del Frente Amplio (FA) Eduardo Antonini. Pero este martes se invirtieron los papeles y asistieron Liliam Kechichian y Benjamín Liberoff, extitular y exsubsecretario de la cartera, respectivamente, ya que Cardoso había pedido que se investiguen las compras de la gestión del último período del FA al frente del Mintur.

En una jornada larga, mientras Kechichian seguía en la comisión, Cardoso decidió dar una conferencia de prensa en la que señaló que, luego de escuchar las declaraciones de la exministra, está “absolutamente convencido” de que el objeto de la investigación que pidió “tiene una justa y estricta razón de ser”. “Desde el punto de vista legal, ha quedado claro que las administraciones del FA y nosotros utilizamos exactamente los mismos métodos de compra, por las vías administrativas correspondientes, en las mismas condiciones, bajo circunstancias absolutamente distintas”, sostuvo.

Cardoso dijo que en la gestión del FA no hubo llamados a licitación para la contratación de publicidad, “siempre se utilizó el mecanismo de compra directa”, se usó “el mecanismo de urgencia cuando el Tribunal de Cuentas entendía que no era el adecuado ni había fundamento para utilizarlo, y se salteó la instancia de la certificación en el Ministerio de Economía y Finanzas en reiteradas oportunidades por falta de planificación, no cotejándose precios al momento de realizar las contrataciones”.

“Estos son los cuestionamientos que se le hicieron a nuestra administración, con una gran diferencia: nosotros tuvimos que hacer frente a la pandemia, tuvimos que improvisar permanentemente y atender a la situación más grave y más crítica que registra la historia del turismo en el país. No había tiempo para planificar ni para innovar, teníamos que ir adaptando de acuerdo a las circunstancias y a las dificultades que nos ponía el avance de la pandemia. Así que no hemos quedado para nada satisfechos con la respuesta que ha dado la exministra”, subrayó Cardoso.

El exministro negó que Rodríguez sea su colaborador: “Tengo un aprecio personal por él”

Más adelante, Cardoso fue consultado por la prensa por primera vez sobre los testimonios que brindaron ante la investigadora dos exasesores y colaboradores de su gestión, en particular, Daniel Reta y Elbio Rodríguez, sobre todo en relación al conocimiento de la empresa Kirma Services, de Estonia, a la que el Mintur contrató por un trabajo de publicidad digital de 280.000 dólares que luego quedó sin efecto ni pago. Cardoso dijo que le llama “poderosamente la atención” que se pregunte sólo por Kirma y no por “las otras empresas que se contrataron en el mismo expediente, porque son todas iguales y recibieron exactamente el mismo tratamiento”.

Dijo que tomó conocimiento de Kirma en el mismo expediente que supo que se contrató en forma reiterada a la empresa Xaxis, que “había sido cambiada porque pertenecía al mismo pool empresarial de la agencia que contrata y asesora al Mintur en la ejecución de las pautas publicitarias” (Young & Rubicam). Cardoso sostuvo que Kirma llegó en una propuesta de contratación de medios digitales “elaborada por la propia agencia”, junto con Cisneros Interactive y Mediamath (la que sustituyó a Xaxis). “Queda claro que fue elevado, por la cadena de mails, desde la agencia, que es la asesora del Mintur, que fue no solamente quien elevó las propuestas en materia de publicidad digital sino incluso quien definió los montos”, insistió.

Además, Cardoso subrayó que finalmente Kirma no realizó el trabajo porque “hubo una situación de impedimento de pago por parte del Banco República, que no tenía convenio con la filial en Bélgica que el contratado presentó para correr la campaña, del mismo modo que otra de las empresas digitales contratadas tuvo un problema similar, presentó otra cuenta bancaria en Costa Rica, corrió la campaña y la cobró”.

Sobre cómo llegó Kirma al Mintur, hace un mes Young & Rubicam había aclarado en un comunicado que la propuesta de la empresa de Estonia fue llevada a la agencia por Rodríguez y Reta. Este último lo negó ante la comisión e incluso dijo que no conocía a Kirma –pese a que había firmado su inscripción en el Registro Único de Proveedores del Estado, como se supo después–. En cambio, Rodríguez no negó la información y amplió: en la investigadora dijo que era colaborador “honorario” de Cardoso y presentó a Kirma “como empresario” para “poder generar un negocio lucrativo”.

Consultado sobre esta declaración, Cardoso negó que Rodríguez fuera su asesor y agregó: “Es una persona a la que conozco desde hace muchísimos años, tengo un aprecio personal por él y por su familia, como nos sucede a los uruguayos en la inmensa mayoría de los casos. Quienes somos del interior, más aún: tenemos muchísimo más contacto e individualización con las personas y la comunidad. Al Mintur y al ministro le llega la propuesta de empresas digitales a través de la agencia. La agencia, perfectamente, ante esa presentación de Elbio Rodríguez, podría haber dicho ‘no, no corre’ o ‘Kirma no va’; sin embargo, la presentó junto con las otras tres propuestas”, subrayó.

“Capaz que pasó por la puerta, vio la luz prendida y entró”

“El mecanismo de compra directa nunca estuvo en discusión, lo usa todo el Estado y es absolutamente legítimo. Acá lo que está en discusión es la arbitrariedad en las compras directas, los montos y las empresas a las que se compra, como una de Estonia que nunca tuvo antecedentes en el país, por cifras bien elevadas”, subrayó en conferencia de prensa el diputado del FA Gustavo Olmos, integrante de la comisión. Agregó que este lunes en la investigadora vio “una paliza que va a quedar en los anales de la historia parlamentaria, entre un ministro que fue echado en casa de un expresidente [en referencia a Julio María Sanguinetti] y una gestión de 15 años que nunca tuvo una interpelación, ni un llamado a sala ni a comisión general”. “Los seres humanos somos animales, y los animales cuando estamos acorralados, atacamos, y esa fue la táctica del diputado Cardoso hoy”, sostuvo Olmos.

El diputado del FA dijo que cada testimonio de las personas que estuvieron involucradas en la gestión de Cardoso “aporta más elementos, en el sentido de que todo ha sido bastante opaco en algunas compras en particular”, y agregó que “hay elementos como para que la Justicia intervenga y evalúe”. “Cuando una persona declara, abiertamente, que hizo uso de su condición de asesor de un ministro para generar un negocio para sí mismo, en el cual lo que pretendía después era lucrar con eso, yo no me animo a decir cuál es la figura delictiva, pero probablemente alguna haya”, sostuvo.

En cuanto a que Cardoso negó que Rodríguez fuera su asesor, Olmos dijo que “capaz que es alguien que pasó por la puerta, vio la luz prendida y entró, pero operaba como asesor suyo; de hecho, trabajaba junto con el entonces director nacional de Turismo”, Martín Pérez Banchero, “por indicación de Cardoso”.

Por último, Kechichian también brindó una conferencia de prensa. Subrayó que “no hay ninguna denuncia concreta” por parte de Cardoso sobre su gestión, que lo que hizo el exministro ante la comisión fue “una total falta de respeto” y que “ninguno de sus planteos tiene viso de realidad”. “Yo ya había argumentado que sí, efectivamente, en el Mintur hay compras directas, pero una cosa es la herramienta y otra es cómo se utilizó. Hoy pudimos dejar claro que hacíamos todas las compras asesorados técnicamente, no había ninguna otra valoración, y sin ninguna duda también tenía que ver con los montos”, señaló.

Puso como ejemplo que la comisión está analizando una compra hecha en la administración de Cardoso por 800.000 dólares para publicidad en vía pública, “en plena pandemia y sólo para Uruguay”, mientras que en la gestión del FA se invirtieron “900.000 dólares para toda la región” y para Uruguay “nunca superó los 250.000 dólares”.