Este domingo se realizó la elección de los directores sociales del Banco de Previsión Social (BPS) en los órdenes de trabajadores, jubilados y empresarios, que terminó con la reelección del candidato del PIT-CNT, Ramón Ruiz, para el orden de los activos, y del candidato de la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu), Sixto Amaro, así como con la victoria del candidato de Un Solo Uruguay (USU), José Pereyra (lista 26), sobre Marcelo Ríos (lista 22) en el orden de los empresarios. Con este resultado, las cámaras empresariales perdieron la representación en el directorio y USU cosechó casi 450.000 votos entre sus tres candidatos: Pereyra, Virginia Vaz (para el orden de los pasivos y los pensionistas) y Luis Lisboa (para el orden de los trabajadores).
“Para nosotros es una votación, en general, más que buena”, analizó el vocero de USU, Marcelo Nougué, en diálogo con la diaria, y aseguró que “hay una alegría muy importante dentro del movimiento”, porque se enfrentó “en las tres campañas a las estructuras capaz que más viejas y más fuertes de Uruguay luego de los partidos políticos: el PIT-CNT, su brazo de los jubilados, que es la Onajpu, y las cámaras empresariales”. En ese sentido, consideró que haber ganado en uno de los tres órdenes fue “un gran triunfo”. “Por más que todos nos quieran enterrar y cada tanto nos dicen que no existimos, acá hay una demostración irrefutable de que el movimiento sigue vivo, activo y hablando de los problemas de Uruguay”, reflexionó.
¿Cómo se organizó USU para alcanzar este apoyo? “La organización que tuvimos fue la misma que tenemos siempre: lo nuestro han sido las redes y mucha presencia en el terreno; los candidatos anduvieron por todo el país recorriendo”, aseguró Nougué. El dirigente además afirmó que la organización enfrentó dificultades en Montevideo “en cuanto a la posibilidad de acceder a los medios de comunicación; en el interior eso nos resulta más fácil”.
Luego de conocidos los resultados, el domingo a la noche se pronunció la lista 22, que postuló a Ríos, y apuntó contra la campaña que realizó USU: “Finalizando una gran jornada democrática donde el soberano habló. Orgullosos de la campaña limpia y respetuosa que realizamos sin entrar en el barro. Lamentamos la incidencia político-partidaria en una elección de representantes sociales. Seguiremos trabajando juntos por la unidad del sector empresarial sin banderas políticas”, escribió en Twitter.
Respecto de lo último, Nougué aseguró que USU “trabajó como siempre, de forma independiente”, aunque “después aparecieron sobre el final algunos actores políticos mostrando su apoyo”. Sobre el mensaje de la lista 22, afirmó que “sin duda que deben sentir la incidencia político-partidaria, porque el Partido Comunista [PCU] salió a apoyarlos. Nosotros trabajamos totalmente solos y contra todo el establishment”.
Nougué se refirió a una columna del secretario general del PCU, Juan Castillo, en El Popular, mediante la cual llamó a votar a la Lista 11 (de Ruiz) en el orden de los trabajadores, a la lista 1 (de Amaro) en el orden de los jubilados y los pensionistas y a la lista 22, de Ríos, en el orden de los empresarios. “Sean empresarios, pequeños productores, cooperativistas o monotributistas, votamos la lista 22”, afirmó Castillo el 15 de noviembre.
Por otra parte, Nougué respondió a la acusación de Ruiz contra la departamental de Flores del Partido Nacional por violar la veda electoral y aconsejar votar a los tres candidatos de USU. Al respecto, manifestó que la actitud del director reelecto “es de cuarta. Una vez más, Ramón Ruiz demuestra que no tiene propuestas, que ha flotado como un corcho durante muchos años. El desafío nuestro con Pereyra dentro del directorio es que Ruiz trabaje, que diga lo que está haciendo y que la gente se entere. Porque él está ahí sentado porque lo lleva la estructura”, aseveró.
“Cultura antiempresarial”
Para Pereyra, su triunfo se basa en que “la gente se sintió identificada con esta posición de entender que [el BPS] es un organismo que tiene una cultura antiempresarial”. En su lanzamiento de campaña, en noviembre de 2020, el presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado prometió trabajar desde el BPS por “menos burocracia, menos impuestos, más iniciativa individual y más creación de riqueza”. En diálogo con la diaria, opinó que eso se aplicaría en la práctica terminando “el malgasto de los dineros públicos”. “La mitad del presupuesto se gasta en cosas que no tienen nada que ver con el BPS”, como “turismo social, cumpleaños de 15”, ejemplificó, y señaló que “el turismo social lo puede hacer el Ministerio de Turismo, con mejores controles”.
“Nosotros desde el primer día dijimos ‘cuidado, porque dentro del organismo hay una cultura antiempresarial que maltrata y estigmatiza a los empresarios’”, sostuvo Pereyra. El director electo apuntó que como representante de los empresarios también espera que su palabra “sea escuchada” en el marco de la discusión por la reforma de la seguridad social. “En el territorio tenemos una visión totalmente distinta a la que plantea el borrador [del proyecto de ley]. No hay un análisis profundo previo de la gestión. Acá los culpables somos los uruguayos, que vivimos más, y los que gestionan el BPS no tienen ninguna responsabilidad”, analizó. Al respecto, indicó que, por ejemplo, no comparten la propuesta de elevar la edad de retiro. “Antes de los 14 años podemos sentarnos a hablar porque no estamos cambiando las reglas del juego. Cuando hay alguien que aporta [al sistema previsional], ya hay un contrato social para nosotros”, dijo.
Pereyra también se refirió a la acusación de la lista 22 sobre la “incidencia político-partidaria” en la campaña, y opinó que esto respondió a que no se cumplió la “expectativa” de las cámaras “sobre los resultados”. “De repente a lo que se refieren es a algo que a nuestro entender fue grave, y lo denunciamos, que fue la salida de Castillo diciendo que apoyaba a esta lista en particular, desde un medio partidario y como secretario general de su partido”, ironizó. Pereyra lo calificó como un episodio “grave”, que “motivó claramente que después otros actores políticos empezaran a jugar para un lado y para el otro, repartiendo listas y de forma individual”, aunque dijo que esto último no lo vieron “mal, porque es parte de la actividad ciudadana”.
No obstante, Pereyra consideró que lo hecho por Castillo le jugó a favor a USU, por tratarse de “alguien que no cree en la actividad privada y que habla muy mal, permanentemente, del desarrollo económico a partir de la vida de la actividad privada”. “La persona que menos quiere que le vaya bien a la empresa en Uruguay apoya a un candidato que supuestamente tiene que defender a las empresas. Eso claro que les jugó en contra, nosotros lo vimos inmediatamente como algo negativo y como un ataque a la representación empresarial”, analizó Pereyra, y reconoció que el dirigente comunista “terminó siendo un aliado [de USU]; si no no lo hubiéramos denunciado, como tantas cosas que uno deja pasar en campaña”.
Una fuente de la lista 22 consultada por la diaria señaló que el resultado favorable a USU fue sorpresivo y lo relacionó con “otros temas que tenían que ver con el tema político-partidario y no gremial”, que “afectaron” la candidatura de Ríos. En adelante, señaló que la lista “va a tener que sentarse a conversar y ver cuáles fueron los errores cometidos”, así como “si se logró que todas las gremiales involucradas estuvieran comprometidas con la lista”. La fuente opinó que “lo más sano hubiera sido una contienda empresarial, sin la incidencia del sistema político”. En ese sentido, dijo que el mensaje de Castillo “no fue positivo: no queríamos ni que el secretario del PCU ni el presidente de la República se manifestaran ni a favor ni en contra; queríamos y nos interesaba que fueran las gremiales empresariales quienes eligieran al mejor candidato”.