El presidente Luis Lacalle Pou regresó en la madrugada del domingo luego de su viaje para pasar Navidad junto a los soldados uruguayos que están en el Congo. El mandatario llegó el viernes al mediodía a la ciudad de Goma luego de hacer escalas en Recife (Brasil) y Kigali (Ruanda). Fuentes del Ejército comentaron a la diaria que el día en que llegó al país africano visitó uno de los orfanatos apoyados por los militares uruguayos. Ese mismo día cenó en Goma con los integrantes del Ejército y el sábado de mañana fue a la ciudad de Bukavu para almorzar con la base de la Fuerza Aérea. Luego emprendió su vuelta.

La delegación estuvo integrada por el ministro y el subsecretario de Defensa Nacional, Javier García y Rivera Elgue, y los comandantes en jefe del Ejército y la Fuerza Aérea, Gerardo Fregossi y Luis de León. Tras aterrizar en Uruguay, García dijo en conferencia de prensa que el viaje fue “muy reconfortante” y lo describió como “una caricia al alma”. “Estuvimos con cientos de uruguayos que están allí en misión de paz, que son muy respetados por su profesionalismo y por su solidaridad”, expresó.

Ante los cascos azules en Goma, Lacalle Pou dio un discurso en el que dijo: “Venimos a pasar estas fiestas con ustedes, con esa gran familia que es nuestra patria, el ser orientales, como testimonio de entender el sacrificio que se hace sobre todo en estas fechas tan importantes, y siempre es bueno sentirse acompañado”.

Coutinho: “La sigue sacando del estadio”

El viaje del presidente fue bien valorado por los socios de la coalición. En diálogo con la diaria el senador y presidente de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, aseguró que “es positivo que el presidente acompañe a quienes están cumpliendo una misión en el extranjero en un lugar difícil desde todo punto de vista”. “Nos parece muy bien que los gobernantes se interioricen de la forma en que se está trabajando en distintas instituciones”, dijo en referencia a las fuerzas armadas.

Similar fue la expresión del senador del Partido Colorado Germán Coutinho, quien dijo a la diaria que “el presidente la sigue sacando del estadio con estas cosas novedosas”. Además de destacar que Lacalle Pou haya estado “en esos lugares de realmente tanta vulnerabilidad”, indicó que su presencia junto a los soldados uruguayos “es un tremendo gesto y una tremenda actitud”. “Cuando uno ve que toma esas decisiones realmente queda como que lee todo muy bien. Anda con una lectura muy buena de lo que queremos ver muchos uruguayos”, apuntó.

No obstante, un aspecto del viaje generó discrepancias. Según informó Telemundo el jueves, las autoridades viajaron en un avión prestado por el empresario argentino Francisco de Narváez, ya que hacerlo en una aeronave de la Fuerza Aérea implicaba un gasto que se entendió excesivo.

Sobre este punto, Domenech manifestó que utilizar un avión oficial no es posible “porque ya hay muchos estudios hechos por la Fuerza Aérea de que Uruguay no puede mantener un avión presidencial”. Pero, igualmente, consideró, “con toda honestidad, que preferiría que fuera en un avión de línea” porque “objetivamente no genera ninguna obligación con quienes prestan o facilitan el avión”. Consultado acerca de si este gesto del empresario argentino crearía una obligación futura, Domenech respondió: “Por lo menos nos crea la duda de si no nos está generando una obligación y me parece bueno que se despeje cualquier tipo de duda en ese aspecto”.

En cambio, Coutinho dijo que para analizar este aspecto hay que ubicarse en “el escenario del viaje”. En este sentido, declaró no tener “mayores inconvenientes” con que se utilice el avión del empresario “si está la posibilidad de que lo haga en forma segura”, en referencia a que un viaje al Congo “tiene sus dificultades”. “Prefiero que el presidente vaya en el mejor avión, con la mejor seguridad”, expresó, y descartó “connotaciones” porque “todos los políticos en determinadas circunstancias tienen relación con empresarios privados” y “eso no quiere decir nada más que eso”, no implica un “compromiso”.

Lazo: “No me parece una buena señal”

En cambio, desde el Frente Amplio, la senadora Sandra Lazo cuestionó el momento en que el presidente hizo el viaje. “Son momentos complejos”, dijo, y agregó que al mismo tiempo que Lacalle Pou visitaba a los soldados en el Congo, en Uruguay pasaban “cosas graves”, como “que hayan quedado 2.500 trabajadores [de Casa de Galicia] en la incertidumbre de saber qué va a suceder con su fuente de trabajo”.

“Tienen el mismo derecho a pasar unas fiestas en paz, y sabiendo cuál es el futuro de sus familias, que los soldados que están dispuestos en el contingente del Congo. Entonces, me parece que las señales a veces no son tan equitativas para un lado y para el otro”, apuntó. “No me parece una buena señal con respecto a cosas que están sucediendo aquí, porque en definitiva obviamente que el contingente sabe a dónde va, a lo que va y a lo que se enfrenta, y lo preparan muy bien para llevar adelante esa tarea”, mientras que a los trabajadores de la mutualista “se les vino encima un futuro incierto que realmente es muy complejo”, manifestó la senadora del FA.

Acerca de la utilización del avión del empresario argentino, Lazo dijo que las autoridades “regalaron el avión presidencial” y el presidente “se siente más cómodo viajando con sus amigos que haciéndolo desde un punto de vista más institucional”.