El viernes 26 de febrero la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, y el canciller, Francisco Bustillo, mantuvieron una reunión “para la coordinación en política comercial” y para discutir sobre inserción internacional, según informaron en ese momento. El lunes, el diputado frenteamplista Gustavo Olmos cuestionó el gasto de 33.000 pesos en un almuerzo para 11 personas luego del encuentro entre ministros, y el canciller asumió “el error” e informó que asumirá el costo.

La resolución de la Agencia Reguladora de Compras Estatales que difundió Olmos detalla un gasto de 33.000 pesos en el almuerzo, más 2.440 pesos en un arreglo floral. “Hay actos protocolares necesarios, cuando la cancillería u otra autoridad recibe a delegaciones del exterior. Hay normas de relacionamiento a nivel diplomático que hay que respetar, pero me pareció desproporcionado que se hiciera [este gasto] en una reunión de trabajo entre autoridades que no requiere ningún nivel de protocolo. Como señal no me parecía razonable”, dijo Olmos a la diaria.

El almuerzo en cuestión fue en el restaurante La Corte, ubicado en Ciudad Vieja —la reunión había tenido lugar en el Palacio Santos, sede de la cancillería— y asistieron 11 personas. Según informó Montevideo Portal, Compras Estatales había habilitado un gasto de hasta 3.000 pesos (incluido el IVA) por persona.

Horas después del planteo de Olmos, Bustillo consideró la imputación del gasto “un error” y pidió que el monto le sea imputado. “En el día de la fecha y en razón de la noticia periodística, tomo conocimiento para mi sorpresa que por error el citado almuerzo se imputó como gasto de protocolo, siendo que el suscripto indicó oportunamente que se le remitiesen las facturas por tratarse de un almuerzo de trabajo y no protocolar, por lo que no corresponde imputarlo al erario público”, expresó el canciller en una carta dirigida al director general para Asuntos Técnico Administrativos, Hugo Caussade, publicada por El Observador.

El diputado del Frente Amplio consideró “perfecta” la actitud del ministro: “Si considera que fue un error y lo rectifica no hay otra cosa que reconocer que estuvo bien”. Agregó que el gasto “es ridículo” en términos de los montos que maneja el Estado y “no mueve la aguja en ningún organismo”, pero ante “la situación económica complicada y las decisiones políticas del gobierno, que da mensajes de austeridad y recorte, la señal es pésima”. Además, sostuvo que continuará cumpliendo “uno de los roles de los parlamentarios que es controlar al Poder Ejecutivo”.