La sola visita al sitio web impresiona: un enorme archivo de fotos en primer plano de mujeres, hombres, niños, adolescentes, adultos mayores y personas de mediana edad, todas desaparecidas, que figuran en el registro de “personas ausentes” de la División Crimen Organizado del Ministerio del Interior (MI). A cada persona le corresponde una ficha, que incluye una serie de datos personales, la fecha de desaparición, el lugar, la edad que la persona tenía en ese momento y posibles rasgos identificatorios. El rango temporal es muy amplio: hay personas que han sido vistas por última vez en los últimos meses y otras cuya foto de perfil es en blanco y negro, que están desaparecidos desde hace 40 años.

Familiares de estas personas fueron recibidos de forma online por la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes. Además de reclamar la “falta de respuestas” del sistema policial y judicial, las familias dicen sentirse “desamparadas” y “desatendidas judicial y socialmente”, ya que “en muchos de los casos no se logra o intenta encontrar en tiempo y forma pistas” para que la búsqueda sea exitosa. Así lo expresa una carta de la organización Familiares de Uruguayos Desaparecidos en la Actualidad, que este miércoles fue entregada a los diputados que integran ese cuerpo y que está firmada por una de sus representantes, Mary López, hermana de Néstor Daniel López, desaparecido en febrero del año pasado.

“Las familias nos encontramos muy solas a la hora de denunciar la desaparición de un familiar. El sistema nos abandona en la búsqueda. No se utilizan mecanismos a la brevedad ni con el profesionalismo que uno quisiera en la búsqueda de un ser querido”, dijo López a la diaria.

Uno de los pedidos de los familiares es potenciar un proyecto de ley presentado por la diputada colorada Nibia Reisch, que apunta a publicar la foto de personas desaparecidas del registro de personas ausentes del MI en envases de leche, yogur y envases tetra pack de litro de industria nacional. En diciembre del año pasado, representantes de Familiares de Uruguayos Desaparecidos en la Actualidad habían asistido a la Comisión de Seguridad y Convivencia de la Cámara de Diputados y autorizaron a las autoridades a usar las imágenes para que se pudiera facilitar la concreción del proyecto.

En aquella sesión de la comisión López también había dicho que si bien en ese momento el MI contabilizaba 164 personas ausentes (una más que hoy), “de acuerdo a la información que hemos recopilado, son cerca de 200 las personas desaparecidas en Uruguay”.

Los otros pedidos

Los familiares reclaman una nueva normativa, que implica no sólo leyes nuevas sino cambios en el accionar policial y judicial, dado que “hay familias que continúan sus búsquedas en solitario desde hace más de 20 años”.

Por eso, piden la conformación de una Comisión Investigadora de Uruguayos Desaparecidos, conformada por representantes de las comisiones parlamentarias de Derechos Humanos y Seguridad y Convivencia, además de representantes de los ministerios del Interior y de Salud Pública. Además, piden que se reabran las diferentes denuncias registradas en la sección de Personas Ausentes del MI e Interpol, y que se les aporte información a las familias sobre “qué aspectos realmente fueron investigados”. También solicitan que se les informe sobre presuntas violaciones a los derechos humanos que puedan ser constatadas y que en esos casos se determinen las responsabilidades.

“Las familias nos encontramos muy solas a la hora de denunciar la desaparición de un familiar. El sistema nos abandona en la búsqueda. No se utilizan mecanismos a la brevedad ni con el profesionalismo que uno quisiera en la búsqueda de un ser querido”. Mary López, hermana de Néstor Daniel López, desaparecido en febrero del año pasado.

Los familiares también quieren una reformulación del Protocolo de Actuación para Personas Ausentes para que, por ejemplo, desde el primer momento en que se realice una denuncia sobre una persona desaparecida se “activen protocolos de búsqueda inmediata”. También para que de inmediato exista una comunicación con las diferentes reparticiones policiales a nivel país, a las fiscalías correspondientes y a los medios de prensa, “y que no se deje en manos sólo de Personas Ausentes del Ministerio del Interior”.

Se reclama especialmente a las autoridades pertinentes informes sobre personas desaparecidas en hospitales y casas de salud, y que el Ministerio de Salud Pública implemente alertas respecto de personas que tengan intentos de suicidio, a efectos de que se implemente un tratamiento con equipos multidisciplinarios.

Por último, se solicita mayor colaboración con el Departamento de Registro y Búsqueda de Personas Ausentes, tanto para actualizar la lista como para su ampliación. “Hay personas que figuran como ausentes y ya aparecieron o nunca fueron incluidas en el registro”, dice la carta, y además sostiene que hay “fichas incompletas”.

Durante su comparecencia, en diciembre, a la Comisión de Seguridad y Convivencia de la Cámara de Diputados, otra de las voceras del grupo, Alejandra Rodríguez –madre de José Ignacio Susaeta, desaparecido en 2015–, propuso que se difundan las imágenes de desaparecidos en peajes, shoppings y terminales de ómnibus. “Hoy en los peajes no se puede poner fotos de personas ausentes. Solamente se pueden poner en los espacios donde el personal tiene su lugar de descanso. En los pasajes por donde van los autos no lo permiten los concesionarios de peajes. Es muy importante que se pueda poner las fotos ahí”, aseguró.

Rodríguez resaltó la importancia de que en estas búsquedas se pueda conseguir en forma rápida las imágenes de las cámaras de terminales de ómnibus “o de cualquier lugar”: “No se puede tardar días en pedir una autorización para que después se pueda ver si esa persona pasó por ahí. En cuatro horas una persona está fuera del país por la frontera del Chuy. Entonces, yo creo que esas primeras horas son fundamentales”.

Rodríguez cuestionó la forma en que se está aplicando el actual protocolo. Según relató, si bien no está escrito oficialmente en el protocolo, las comisarías no aceptan denuncias de personas desaparecidas hasta 48 horas después de que la persona haya sido vista por última vez: “Por más que por protocolo se diga que no existe eso de las primeras 48 horas, sí existe. Las comisarías no aceptan la denuncia, no lo salen a buscar, y esas 48 son las principales. Como acabo de decir, en cuatro horas uno está en la frontera. Entonces, es fundamental disparar alertas cuando una persona sale; es fundamental ver las cámaras. Hoy tenemos todos los medios informáticos y digitales para que se pueda mandar las fotos a todos lados”.

Tras la reunión de este miércoles, la diputada frenteamplista Verónica Mato dijo que la comisión abordará el tema en forma conjunta con la de Convivencia y Seguridad Ciudadana, y se llamará a los diferentes organismos del Estado para revisar cómo se está actuando y qué acciones legislativas pueden llegar a tomarse.