La sesión fue maratónica. El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y su equipo estaban en el Ministerio de Salud Pública (MSP), y desde ahí le hablaban a buena parte de los legisladores, que estaban reunidos en el edificio anexo del Palacio Legislativo mientras que otros seguían la sesión a distancia. El intercambio comenzó a las 15.20 y se extendió hasta pasadas las 22.00. Una hora antes, un cacerolazo se hizo sentir en algunos barrios céntricos de Montevideo, en rechazo a la gestión que el gobierno está realizando por la pandemia.

Cuando iban cuatro horas de sesión, legisladores del Frente Amplio (FA) ya expresaban su molestia por la extensión de la presentación de Salinas, que a esa altura aún no les había permitido meter bocado. A esa hora, la senadora frenteamplista Sandra Lazo salió de la sesión para dialogar con la prensa y se quejó de que la exposición de Salinas incluyera “muchos datos, muchos números, mucha estadística”, que si bien le parecían “interesantes”, contrastaban con la realidad: “Uno tiene la percepción de que vivimos en países diferentes o en mundos y realidades paralelas, porque contrastan muchas de las expresiones que se están vertiendo allí adentro con la situación real con la que tomamos contacto con las diferentes departamentales, cuando hablamos con los propios integrantes de los equipos de salud”, criticó.

Lazo se refirió también al incremento de fallecimientos por covid-19, a la baja disponibilidad de camas de CTI, al retraso de la llegada de las vacunas y a las dificultades de acceso que han tenido muchas personas, así como las muertes en los residenciales de personas adultas mayores y a las decisiones políticas que “tomaron a medias” las recomendaciones del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH).

La convocatoria era de la Comisión de Salud Pública del Senado con el fin de que el ministro informara sobre la situación de la pandemia. La visita anterior había sido el 5 de enero, cuando los casos de covid-19 se habían disparado –aunque ni cerca del nivel que alcanzaron en los últimos meses– y todavía se desconocía cuándo llegarían las primeras vacunas. Participaron, también, diputados integrantes de la Comisión Especial de Seguimiento de Emergencia Sanitaria generada por la covid-19, que se instaló a las 14.30 de este martes.

La percepción de Gustavo Penadés, presidente de la comisión de seguimiento, fue diametralmente opuesta a la de Lazo. Cuando dialogó con la prensa, pasadas las 19.00, el diputado nacionalista afirmó que “los planteos del GACH en su inmensa mayoría han sido adoptados” y que “Uruguay es uno de los países que más ha recortado la movilidad”, pero que el problema “no está vinculado esencialmente a un tema de recorte de la movilidad sino al acatamiento que la ciudadanía adopte”.

“¿El MSP tiene una estimación de cuántas muertes pudieron evitarse por la tardanza en estos dos meses perdidos?” era una de las preguntas que tenía preparada el FA. Al ser consultado por la prensa, Penadés dijo que la vacunación es “uno de los aciertos que ha colocado al Uruguay entre los primeros países del mundo”. “Quizás sea una de las cosas más exitosas que los uruguayos hemos aceptado, la necesidad de vacunarnos todos”, dijo, y agregó: “El argumento de que si se hubiera empezado antes hubiera habido más o menos muertes es una discusión un poco baladí; creo que lo más importante es que hay que vacunarse y que hay que tratar cuanto antes de achicar la ola de contagios y la ola de fallecimientos”.

63 personas fallecieron este martes por covid-19

Las dudas del FA

La oposición llevó un listado de 60 preguntas. Comenzó por la distancia entre las medidas tomadas para controlar la expansión del virus y las recomendaciones que había hecho el GACH el 7 de febrero en caso de que se llegara al máximo escenario de transmisión comunitaria, como el que se atraviesa actualmente. El cuestionamiento principal fue sobre la movilidad: la consulta era por qué Bulgaria, Hungría, Bosnia y Macedonia, que ocupan con Uruguay el top 5 de países con mayor número de casos registrados, “presentan tendencias a la baja”, mientras que “Uruguay presenta tendencia creciente”. “La diferencia, según los reportes internacionales, es que estos cinco países adoptaron en las últimas semanas medidas drásticas de reducción de la movilidad, mientras que Uruguay no lo ha hecho”, decía el texto, y agregaba el caso de Bélgica, que bajó su promedio de casos nuevos con medidas parecidas a las que propuso el GACH que no han sido aplicadas, como el cierre al público de bares y restaurantes (manteniendo los envíos a domicilio), la limitación del tiempo de permanencia en los comercios y la prohibición de los eventos deportivos. También sobre el eje de la movilidad, el FA también cuestionó por qué se mantuvo el ingreso de personas de Brasil, considerando la amenaza de la variante P1.

En diálogo con la diaria, el senador Daniel Olesker (FA) informó, al término de la sesión, que en las siete horas de sesión “no hubo nada nuevo, relevante, que pueda decir [Salinas] ‘nos dio una respuesta’”, y que hubo muchos datos viejos, porque el ministro empezó hablando del origen de la pandemia, en diciembre de 2019.

En cuanto a las medidas del GACH, según Olesker Salinas expresó “que no fue tanto que no hicimos lo que dijo el GACH sino al revés [lo opuesto], porque ellos querían abrir las escuelas y nosotros las cerramos”, transmitió el senador.

El tema de la capacidad de CTI fue otra de las consultas del FA: disponibilidad y gestión de camas, de recursos humanos, las demoras, el stock de medicamentos y oxígeno. Los legisladores del FA preguntaron, también, por qué la tasa de mortalidad por covid-19 en departamentos como Soriano y Durazno se sitúa en los últimos días en 5% ‒el promedio nacional está en el entorno de 1%‒, bajo la sospecha de que pudiera estar relacionada con las demoras en el acceso a camas de CTI.

“No respondieron, dijeron lo que ya sabíamos, más o menos”, dijo Olesker, que expresó que lo único que no conocía era que el gobierno había incluido las camas de CTI en el intercambio establecido por la ley de urgencia y emergencia que se aprobó durante la gestión pasada y que facilita la asignación de camas. En cuanto a los recursos humanos, Olesker dijo que Salinas confía en que el avance de la vacunación permitirá terminar las cuarentenas en mayo, tanto en el sector de la salud como entre policías, militares y personal de la educación. Sobre las demoras en el acceso a CTI, el ministro y la directora de Fiscalizaciones, Carolina Rebagliatti, informaron que se está fiscalizando el tiempo de espera de las emergencias móviles en los centros asistenciales.

Después del importante número de fallecimientos de personas en residenciales de personas mayores, especialmente en Fray Bentos, el FA cuestionó el avance de la vacunación y la fiscalización de protocolos, así como la gestión del centro fraybentino y la supervisión por parte del MSP. Según Olesker, las respuestas del ministro ya eran conocidas, pero no incluyeron “la parte más conceptual de la responsabilidad en el fenómeno”, y de su explicación se desprendía que este problema era “casi natural”.

El capítulo sobre vacunas fue otro largo ítem, tanto para el MSP como en las preguntas del FA. El gobierno destacó el avance de la vacunación; el FA atribuyó la tardanza de la llegada de vacunas a Uruguay a “jugarse exclusivamente al mecanismo Covax, mientras en el resto del mundo se negociaba paralelamente con otros laboratorios”. Eso, según la oposición, provocó un atraso de “al menos dos meses en comenzar con la cobertura inmunitaria”. En paralelo a la sesión, Telemundo informó que el gobierno acordó la compra de un millón de dosis de vacunas de Pfizer, algo que había adelantado el presidente de la República la semana pasada.