La Cámara de Representantes se apresta a retomar el proyecto de ley que presentaron en octubre del año pasado las diputadas Nibia Reisch (Partido Colorado) y Silvana Pérez Bonavita (Cabildo Abierto) para habilitar la internación compulsiva de personas con consumo abusivo de drogas, que manifiesten su voluntad de forma anticipada. La iniciativa cuenta con el respaldo de las bancadas del Partido Colorado (PC) y Cabildo Abierto (CA), pero no termina de convencer en filas nacionalistas, donde hay una “mayoría” favorable aunque con disidencias, y tampoco en la oposición, que se inclina a no votar el proyecto, como lo hizo en la Comisión de Salud.
El proyecto en cuestión establece que “toda persona mayor de edad, psíquicamente apta, que padezca de una adicción a cualquier tipo de drogas, en uso de su plena capacidad en forma voluntaria, consciente, libre, podrá expresar su voluntad de ser sometido a una internación para recibir un tratamiento de desintoxicación, rehabilitación, y reinserción social para cuando se encuentre bajo los efectos de su drogadicción”, y esta declaración “tendrá plena eficacia aun cuando la persona se encuentre luego bajo los efectos de su adicción o en estado de incapacidad por tal razón”. En el caso de los menores de edad, la decisión corresponderá a padres o tutores.
En la exposición de motivos, las legisladoras argumentan que “si hoy, legalmente, se puede expresar la voluntad de no ser sometido a tratamientos y procedimientos médicos que prolonguen la vida en detrimento de la calidad de la misma, con mayor razón se debe admitir que una persona disponga su voluntad de ser sometido a tratamientos que tiendan a proteger su vida y que le permitan salir de una situación de drogadicción”.
El diputado colorado Felipe Schipani defendió la propuesta, alegando que “es una manifestación de libertad previa de la persona”, que a razón del consumo abusivo de drogas “muchas veces está fuera de sí o no puede razonar correctamente”. “Me parece que hace a la libertad de las personas, y desde esa perspectiva nosotros respaldamos la iniciativa”, sostuvo Schipani, y señaló que el PC también está “transitando este camino” con el proyecto de la eutanasia, “que en buena medida consiste en eso: en respetar la voluntad de las personas sobre su vida [y] sobre su salud”.
En tanto, aunque aún no hay una definición, todo indica que el Frente Amplio (FA) va a replicar lo hecho por las diputadas de la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social, que no acompañaron el proyecto. Una de ellas, Lucía Etcheverry, señaló que uno de los fundamentos del voto negativo fueron los comentarios que hicieron las principales cátedras y sociedades de psiquiatría cuando comparecieron ante la comisión, pese a que hay una coincidencia en que “la problemática existe” y “hay que buscar respuestas”.
Etcheverry afirmó que sobre la internación compulsiva “todas las organizaciones que tuvieron la amabilidad de venir [a la comisión], incluido el Poder Ejecutivo por intermedio de la Secretaría Nacional de Drogas, dijeron que ese no es el camino. Contra la voluntad de la persona que tiene un consumo problemático no es posible ningún tipo de tratamiento, porque no es un tratamiento único, [y] es de una complejidad que hay que abordar integralmente, donde está la persona pero también la familia y su entorno comunitario”. La diputada consideró que la solución tiene que ver con los dispositivos que están previstos en la Ley de Salud Mental, “y eso implica recursos para que efectivamente existan”.
Por otro lado, indicó que ya hay normativa que habilita, frente a situaciones de crisis, la internación contra la voluntad de la persona, “pero eso no es un tratamiento”, apuntó. “Vos podés tener a la persona internada en contra de su voluntad, pero ¿cómo hacés para que permanezca si no lográs comprometerla efectivamente para abordar esa relación problemática con la sustancia? ¿La retenés contra su voluntad? Ese no es el camino”, opinó.
En la misma línea, el diputado nacionalista Álvaro Dastugue dijo a la diaria que si bien “la mayoría de la bancada está de acuerdo” con la propuesta, no hay una decisión de votar en bloque este proyecto y su postura es contraria. “Personalmente yo tengo algunos temitas con el tema de la internación compulsiva, dado que toda persona que sale de la droga [lo consigue] porque quiere salir de la droga y de la adicción. Por lo tanto, creo que el fruto de este proyecto sería un mensaje a la ciudadanía de que el Parlamento se interesa y se preocupa por el tema, pero no sé qué tan efectivo va a ser para el propio adicto, porque el adicto que no quiere salir no sale, aunque lo internemos o lo pongamos preso”, reflexionó. En ese sentido, señaló que va a plantear el asunto en la Comisión de Adicciones, que sesiona este martes, para abordarlo como “un tema de adicciones y no sólo de salud”.
Si bien el proyecto está en el orden del día del plenario del martes, según supo la diaria es probable que se postergue su tratamiento debido a las recomendaciones sanitarias de limitar la duración del debate en sala.
Sodano prepara un proyecto que da un paso más allá en la internación compulsiva con previo consentimiento
El diputado de CA Martín Sodano trabaja desde hace meses en un proyecto de ley con un espíritu similar al de su correligionaria Pérez Bonavita, pero que da un paso más allá en lo que respecta a la internación compulsiva de las personas con adicciones. Según contó Sodano a la diaria, la redacción tuvo un “cambio de rumbo” para abordar también la problemática de las adicciones en el sistema penitenciario.
Sodano consideró que la propuesta de Reisch y Pérez Bonavita “es una herramienta” y “un primer paso importantísimo” pero insuficiente, en su opinión, porque, entre otras cosas, “no cubre la responsabilidad del Estado” en la materia. Por ejemplo, se pregunta cómo haría una familia de bajos recursos “para pagarle a un escribano para que le firme el consentimiento”, y “dónde lo internarían [al adicto]” si no hay cupos en los dispositivos estatales y la familia no puede pagar una clínica privada.
El título del proyecto en proceso es “Internación compulsiva y abordaje en las adicciones”, y engloba a distintas adicciones, no sólo la drogadicción. El planteo de Sodano es la internación compulsiva sin el consentimiento de la persona, a partir de “un análisis científico” y una decisión que adopta el juez luego de “un estudio de 48 horas entre psicólogo, psiquiatra, asistente social y análisis de toxicología”. “Hay un protocolo para dar las garantías de que no estamos internando gente por internar; se aborda al adicto crítico y se generan herramientas tanto para el adicto como para las familias”, aseguró.
Aparte, el proyecto propone la internación como medida alternativa a la prisión ante “delitos menores por consumo” de drogas y “en el caso de las personas que tengan problema de consumo”. “En vez de ir presos van a ir a una clínica y serán tratados, sin que se generen antecedentes penales, para facilitar la reinserción laboral y la reinserción social”, explicó Sodano. El diputado señaló que una política de este tipo generaría al Estado el ahorro de lo que se invierte en un privado de libertad, lo cual se podría destinar a este instrumento.