“La verdad es que fue una sorpresa. No estaba en mis planes esto”, dijo Andrea Brugman a la diaria cuando todavía no habían pasado seis horas de la llamada de Luis Lacalle Pou para ofrecerle la subsecretaría del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y enfatizó, ante la consulta, que no hubo sondeos previos ni elementos que le hicieran aguardar la designación. “Dicho bien claro, hoy [por el lunes] a las 13.30 el presidente de la República me llamó para preguntarme si quería ocupar el cargo. Obviamente que lo charlé con mi referente político, Carlos Pájaro Enciso, y con mi familia. Y resolvimos que sí, que es un cometido bueno para tomarlo porque nos gusta trabajar junto a la gente”.

Desde que traspasó el sillón de la Intendencia de Florida a Guillermo López, en noviembre de 2020, luego de nueve meses como intendenta ‒sucediendo al propio López, quien renunció para poder postularse a unas elecciones que iban a ser en mayo pero terminaron siendo en setiembre‒, Brugman no había vuelto a ocupar cargo alguno desde que a fines de la década de los 90 ingresó a Antel para trabajar, junto con Enciso, como secretaria del entonces director del ente, Andrés Arocena ‒líder histórico de la Agrupación Manuel Oribe del Partido Nacional en Florida‒.

Brugman nació hace 46 años en el departamento de Colonia. Tiene formación en Administración de Empresas y en Recursos Humanos por la UTU. Fue en Montevideo, a mediados de la década de los 90, que conoció al actual embajador de Uruguay en Argentina, Carlos Enciso, militando en la Juventud del Partido Nacional. Así se vinculó con Florida. Fue secretaria de Arocena en la Intendencia entre 2000 y 2005, y luego de Enciso en la Cámara de Representantes (2005-2010) y en las administraciones de este en la comuna (2010-2019). Es unánime, entre dirigentes de la Manuel Oribe, que se trata de la persona de mayor confianza del ahora embajador de Uruguay en Argentina, quien para muchas designaciones toma en cuenta, explícitamente, los niveles de “lealtad”, según sus propias palabras. En ese esquema, Brugman tiene el lugar más alto en el podio.

De aspiración política “estática”, trabajó con un perfil muy bajo y en apariencia siempre fue una figura política de segundo o hasta tercer orden en la escena departamental. A fines de 2013 apareció en la arena política, sorprendiendo a propios y ajenos, en un lugar elegible en una lista. Fue la Agrupación Manuel Oribe que decidió definir su candidatura única en las elecciones internas de 2014. “De mí no van a esperar ofensas ni grandes discursos. Me gusta hacer y trabajar”, dijo entonces en el primer plenario del sector, ante militantes que la conocían desde hacía años y sabían de sobra que de ella no eran esperables exposiciones que atraparan por su oratoria ni que se detuvieran en el análisis de la realidad departamental o nacional.

Salió segunda en la interna del sector y no fue candidata a la diputación. Sí quedó en la lista de suplentes de Enciso a la Intendencia, donde volvió a ser secretaria hasta febrero de 2020, cuando asumió la titularidad por las renuncias de Enciso primero y López después. Su gestión se desarrolló durante los primeros meses de la emergencia sanitaria. Los medios nacionales la entrevistaron fundamentalmente por su decisión de instalar piquetes sanitarios en los ingresos al departamento y a la capital departamental, y por la recorrida de la imagen de San Cono en una camioneta de la comuna para lograr la protección ante la pandemia.

Los dirigentes más cercanos a Brugman subrayan que, más allá de las críticas y burlas, en los hechos su gestión tuvo éxito, ya que Florida fue el último departamento en tener casos positivos, recién en setiembre, y cuando ella dejó la comuna, en noviembre, el registro acumulado de casos no alcanzaba a cinco. También aseguran que “no hay persona con mayor vocación social” que ella ‒enunciado al cual suscribe el actual secretario general de la comuna, Marcos Pérez‒, y lo argumentan indicando que, por ejemplo, ella financia de su bolsillo la manutención de merenderos o movidas puntuales con fines similares.