El 28 de abril el Ministerio de Ambiente promulgó dos resoluciones (271 y 272) relacionadas con la reducción de generación de residuos plásticos.
La 271 subraya que la Ley 17.849 sobre uso de envases no retornables (2004) y su reglamentación (2007) buscaban prevenir la generación de residuos de envases. Para eso establecieron un régimen de extensión “de la responsabilidad del fabricante o importador de productos envasados con destino al mercado nacional, a través de la obligación de contar con planes de gestión de residuos de envases y de envases usados”. Por lo tanto, en la resolución la cartera estableció “objetivos mínimos de recuperación y valorización de envases posconsumo no retornables, a los efectos de incrementar los niveles de valorización de esos residuos, disminuyendo su disposición final y potenciando el desarrollo de productos en base a materiales reciclados y el consumo responsable y sostenible”. Para eso, se plantea un objetivo al 31 de diciembre de 2023: “Alcanzar el 30% de valorización en peso global de materiales, con una valorización mínima del 20% por material”.
Pero a menos de dos semanas de publicarse, las resoluciones empezaron a recibir críticas. Alfredo Antía, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), dijo a la diaria que el sistema de reciclaje actual “no funciona” y debe ser “repensado”, por lo tanto, “no se pueden fijar objetivos de máxima, como lo hace esta nueva norma, sin cambiar la gobernanza actual, que claramente es un fracaso”. Antía sostuvo que con el sistema actual se recupera sólo 5% de los plásticos en los departamentos de Montevideo, Canelones, Rocha, Rivera y Flores.
“Antes de hacer cambios en materia de la normativa, tenemos que encarar objetivamente el tema, y hay varios actores implicados: el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Ambiente y el Congreso de Intendentes, porque la recolección de basura es de autonomía departamental. Esto tendría que discutirse en esos ámbitos, y plantear soluciones que de algún modo fuesen disruptivas. Hay que hacer un recorrido interinstitucional y buscar las mejores alternativas”, sostuvo Antía.
El presidente de la CIU dijo que el tema requiere “un compromiso que va por encima de la voluntad de las empresas” y llamó a “desarrollar una cultura a favor del cuidado, en la que debe participar el ciudadano”. Además, sostuvo que debe “comprometerse el Estado a través de todos los estamentos que tienen relación con el asunto, y caminar por un terreno educativo que habilite a que estas estrategias y objetivos de máxima, que compartimos, sean aplicables”. Por último, Antía adelantó que hoy la CIU presentará un recurso contra las resoluciones 271 y 272, “con la intención de discutir todos estos temas”.
“Doble discurso”
Por su parte, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, dijo a la diaria que “con el sistema actual Uruguay recupera menos de 4% de los envases”, pero sostuvo: “La responsabilidad por los envases es de las empresas que los largan al mercado”. Esto, argumentó, se basa en lo que establece la Ley 19.829, de 2019, que dictó las normas sobre la gestión de residuos. Resaltó que esa tasa de recuperación es “muy baja”, hasta “ridícula”, por lo tanto, “nos deja mal, ya no con el mundo sino también con la región”.
“Nosotros establecimos metas; la primera es a finales de 2023 y la segunda a fines de 2025. Lo único que he escuchado de la industria hasta ahora es que no van a alcanzar el primer objetivo. Hay tiempo –dos años y medio– para que las empresas armen sus planes, organicen, establezcan estímulos, coordinaciones, etcétera, en el marco del avance del Plan Nacional de Gestión Integral de Residuos. Yo no sé cómo las empresas saben hoy que en diciembre de 2023 no van a llegar”, señaló el ministro.
De todos modos, Peña agregó que “lo que parece claro” es que las empresas “no están dispuestas a trabajar para alcanzar el objetivo”. Subrayó que en el ministerio están “a la orden absoluta para colaborar y facilitar en todos los mecanismos, que nos pondrían a rueda con la región y poco más”, ya que “los objetivos no son ni cerca de primer mundo; son muy modestos todavía”.
“Entiendo que sean ambiciosos para Uruguay, pero está claro que este ministerio el tema de los residuos lo va a encarar con mucha fuerza, porque es un gran problema que tiene Uruguay. Debemos encararlo; las empresas allí tienen su parte de responsabilidad y deben asumirla. Es una triste noticia que en el Día Mundial del Reciclaje [por ayer] lo que recibamos de la industria sea una resistencia tan grande a las transformaciones inevitables”, señaló.
Peña subrayó que el ministerio “todavía no está prohibiendo ningún envase”, sino “dando la posibilidad de armar los planes, gestionar, reducir y recuperar, en un marco de economía circular”, y les está “dando mucho tiempo” a las empresas. “Recién en 2024 se evaluaría el cumplimento de las empresas; sin embargo, hay una actitud que no parece la indicada. En algunos casos se evidencia un doble discurso entre la comunicación corporativa en cuanto a su compromiso con el ambiente y demás, pero a la hora de efectivamente honrar los compromisos ambientales pasan estas cosas”, finalizó.