Uno de los ex presos de Guantánamo que llegó a Uruguay en 2014, como parte de un acuerdo entre el gobierno uruguayo y el de Estados Unidos enmarcado en el cierre de ese centro de detención, se presentó ante la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) la semana pasada para pedir asesoramiento ante el supuesto levantamiento del subsidio que ejecutaba el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu), en convenio con el Estado uruguayo, como apoyo al proceso de integración de este grupo en el país de acogida.

En diciembre de 2014, Uruguay recibió a Ahmed Adnan Ahjam, Ali Hussain Shaabaan, Omar Mahmoud Faraj, Abdul Bin Mohammed Abis Ourgy, Mohammed Tahanmatan y Jihad Diyab. Los liberados de Guantánamo recibieron desde entonces un apoyo económico ejecutado por el Sedhu, que se traducía en un pago de aproximadamente 10.000 pesos mensuales y el alquiler de sus viviendas.

El director de la INDDHH Juan Faroppa dijo a la diaria que la institución comenzó las averiguaciones correspondientes para poder “darle una orientación adecuada a la consulta” que presentó uno de los liberados que todavía viven en nuestro país –que por motivos de reserva no identificó–. Dijo que, a diferencia de lo que sucedía anteriormente con este grupo, que solía presentarse en conjunto ante la institución, esta persona se presentó sola, por lo que no está al tanto de cuál es el alcance de la medida en cuestión.

la diaria se comunicó con el Sedhu y la cancillería por este tema, pero sus autoridades se negaron a hacer declaraciones. En tanto, el representante regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Juan Carlos Murillo, dijo que por tratarse de “un arreglo bilateral entre gobiernos” Acnur no participó en el programa y no hizo seguimiento ni cuenta con información sobre estas personas.

Según supo la diaria, cinco de los liberados de Guantánamo siguen viviendo en Uruguay, y la mayoría de ellos se encuentran en situaciones económicas complejas. Diyab, por su parte, se radicó en Turquía con su esposa e hijos. Fue uno de los más conocidos por sus protestas y huelgas de hambre para reclamar la reunificación con su familia.

Según un informe de The New York Times de junio de este año, todos menos 40 de los 780 detenidos estimados que pasaron por Guantánamo fueron transferidos a otros países a través de acuerdos de repatriación y reasentamiento negociados por las administraciones de George Bush y Barack Obama. Nueve murieron bajo custodia militar.