El expresidente José Mujica dedicó su espacio semanal radial en M24 a la reforma de la seguridad social. Según opinó, no cree que “las reformas que se pueda hacer solucionen de raíz el problema” que tiene actualmente la seguridad social en el país y que aborda actualmente una comisión multipartidaria de trabajo.

A su entender, “la política de subsidios, poco más o poco menos, se va a mantener en el tiempo”, por lo que el foco debería estar puesto en entender “cómo hacemos crecer la economía para que existan más medios para poder repartir”: “Una economía flaca no va a poder aportar lo que se necesita; hay que agrandar el tamaño de la frazada, y esta es la verdadera discusión”.

El exmandatario considera necesario centrar los esfuerzos en la “expansión de la economía productiva real del país”, para lo cual se requiere “una atmósfera social y política que lo haga posible: con gobiernos cerrados, que creen que tienen la verdad absoluta en todo, difícilmente se pueda abrir la tranquera para una discusión de una política que tenga algunos ejes de políticas de Estado”, opinó.

Mujica aseguró que “es imposible, con atmósferas de fanatismo, intentar una racionalidad que englobe a una Nación entera en un esfuerzo hacia el futuro, y esta falta de unidad nos está carcomiendo en toda nuestra América Latina”. En ese sentido subrayó que la unidad no significa pensar igual, sino “poder desembocar en algunas líneas centrales que nos sirvan como guía para muchos años”.

En esta línea, el expresidente agregó que para avanzar en el desarrollo “la política tiene mucho que ver” y “si tú, gobierno, eres fanático y te cierras, no puedes esperar que te contesten con dulzura, y se nos crea una atmósfera de grieta estúpida e inútil, que para lo único que sirve es para remachar el atraso y, en definitiva, para que los de más arriba, que están en el área desarrollada, sigan teniendo un comercio mucho más favorable en términos de rentabilidad que el que podemos tener nosotros; he aquí la importancia de la inteligencia y de una atmósfera que permitiera estas discusiones”.

“Este no es un problema ni de izquierda ni de centro ni de derecha, es un problema de todos, porque los que queremos repartir más, y más a favor de los más sumergidos, tenemos que entender que tiene que haber para poder repartir; y por otro lado, los que creen que dejando todo que flote por sí mismo, con una aparente exégesis de la libertad, en realidad propenden a un fenómeno de concentración de la riqueza fabulosa, que en el caso de América Latina, por desgracia, se escapa de la reinversión adentro y se va para otros lugares”, resumió Mujica.