Según el indicador P7, desarrollado por el Global Health Institute de Harvard, que calcula la incidencia del coronavirus por cada 100.000 habitantes con base en el promedio de casos de los últimos siete días, la última semana la lista la lidera Paysandú (1.898 casos) seguido por su vecino del norte, Salto (1.830 casos). Para saber qué medidas están tomando para paliar la situación, la diaria conversó con los intendentes de ambos departamentos. 

El jerarca de Paysandú, Nicolás Olivera (Partido Nacional), dijo que en el último tiempo tomaron medidas para reforzar “la restricción de movilidad”, por lo tanto, todos los días salen buscando “concientizar a la gente”, no solamente por los medios tradicionales de comunicación, sino también por altoparlantes. Además, cerraron varios espacios públicos para los autos y quedaron habilitados sólo para peatones. En relación a los bares y los restaurantes, antes estaban abiertos hasta las 00.00 y ahora esa hora se bajó hasta las 22.00.

Olivera indicó que también pidieron apoyo del Ministerio de Salud Pública, que el jueves había mandado un equipo fiscalizador al departamento para controlar “comercio a comercio, negocio a negocio, el cumplimiento de los protocolos sanitarios”. Además, hace dos semanas la Intendencia de Paysandú le había pedido a Primaria suspender la presencialidad en las escuelas, y se habilitó a que se haga en los locales que tienen “algún problema vinculado a la propagación del virus”. 

El intendente subrayó que “no se cansan de insistir” para “reducir la movilidad no esencial”, porque 75% de los contagios del departamento tienen relación con “los contactos intrafamiliares”. “Entonces, ahí es donde tenemos que hacer hincapié. Obviamente, es imposible tener un policía adentro de cada casa, no lo podemos hacer, así que las herramientas más fuertes son la exhortación y la campaña”, sostuvo. Puso como ejemplo que el fin de semana la gente “no se junte a comer asado y no vaya a visitar a los parientes”. 

Agregó que, “permanentemente”, la Policía ha tenido que dispersar aglomeraciones, en el marco de la ley que limitó el derecho de reunión. Por ejemplo, el anterior fin de semana intervinieron en “unas carreras de caballos clandestinas”, y el caso se pasó a Fiscalía.

Señaló que el repunte de casos en el departamento se dio porque “el músculo está muy cansado” y la gente “se dejó estar un poco”, además de que tienen “100%” de presencia de la variante P1 del virus. En cuanto a la posibilidad de que haya más medidas de restricción de movilidad por parte del gobierno nacional, Olivera dijo que “no hay mucha magia para hacer”, por lo tanto, ”el mayor pedido es que la gente restrinja la movilidad no esencial y que se quede en su burbuja de convivencia”. ”No sé si hoy la solución pasa por más medidas del gobierno”, finalizó.

3.667 casos nuevos de coronavirus hubo el jueves en todo el país. 47 fueron los fallecidos en la jornada a causa del virus.

“Jugados a la vacunación”

En tanto, el intendente de Salto, Andrés Lima (Frente Amplio), señaló que en ese departamento prohibieron la permanencia en espacios públicos, en particular en las plazas de la ciudad de Salto, la rambla, avenidas y el tramo de ruta que va de la capital a la represa de Salto Grande y el de la ruta 3 que va hasta Termas del Daymán. “En todos esos lugares hay prohibición de estacionar y de permanecer, sábados y domingos, desde las 15.00 hasta las 8.00, y de lunes a viernes, desde las 19.00 hasta las 8.00, para tratar de evitar las aglomeraciones. Está vigente hasta el 30 de junio”, indicó.

En cuanto a la respuesta de la gente, dijo que “hay de todo”, es decir, gente que acata y gente que no lo hace. Para tratar de que se cumpla la prohibición, cuentan con la colaboración de Prefectura, sobre todo en el tramo de la costanera, que son unos diez kilómetros sobre el río Uruguay: hacen sonar una sirena “y se les pide a las personas que se retiren”. Dentro de la ciudad, el apoyo es de la Republicana, “porque a veces si va solo el funcionario municipal no es suficiente, sobre todo donde hay jóvenes”. En tanto, a diferencia de Paysandú, en Salto los bares y los restaurantes tienen permitido abrir hasta la medianoche.

Sobre el efecto de la pandemia en el departamento, Lima dijo que en mayo los muertos fueron 100 y, por lo tanto, en Salto “la primera causa de muerte es el coronavirus”. Además, sólo por el virus “están falleciendo más salteños que por todas las demás enfermedades, incluidos accidentes de tránsito”, subrayó.

Lima señaló que el martes de noche la Junta Departamental de Salto votó una modificación a la norma sobre cementerios, porque la legislación era de fines del siglo XIX, y “disponía que en caso de enfermedades infectocontagiosas, el cuerpo tenía que ir a tierra”. Ahora esto ya no es una obligación y “cada familia decide” si el cuerpo “va a tierra, a crematorio, a panteón o a nicho”. Este cambio se hizo para “descongestionar” el cementerio Barrio Artigas de Salto.

Lima atribuye el alto número de casos a la cepa P1, por su mayor índice de contagio, pero también a la actividad de la ciudad de Salto, ya que “hay una movilidad que la intendencia no puede contener”, vinculada al trabajo. “Estamos en plena zafra de la naranja, 2.000 trabajadores que van y vienen todos los días de su casa al trabajo, hay tres frigoríficos, el cáñamo, la horticultura, todas las quintas y chacras que rodean la ciudad, son 5.000 trabajadores. Toda esa movilidad nosotros no la podemos cortar”, señaló. Por lo tanto, dijo que, en el contexto actual, para bajar los contagios están “jugados a la vacunación”.