La Red de Ollas al Sur, que reúne a cerca de 15 colectivos que sostienen ollas populares en Ciudad Vieja, Palermo, Barrio Sur y Aguada, y que a su vez integra la Coordinadora Popular y Solidaria de ollas y merenderos, emitió un comunicado este martes en el que da cuenta de una situación “crítica, dolorosa e indignante” con el arribo de los primeros fríos extremos del año, y exige a las autoridades del gobierno que se “hagan cargo” de las políticas sociales para proteger a la población en situación de vulnerabilidad.

En la misiva ponen como ejemplo de la complejidad de la situación un caso del lunes, en el que en medio de “condiciones climáticas extremas”, luego de terminada la jornada de olla, desde la asociación Tangó –una de las que integran la red– se alertó al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) por seis personas que necesitaban entrar a dormir a un refugio, sin obtener una respuesta efectiva. Las llamadas, aseguran, se extendieron desde las 20.00 hasta las 4.00, “recibiendo siempre la respuesta de que iban a enviar un móvil, cosa que nunca sucedió”. Según señalaron, personal del Mides llegó recién al día siguiente a las 11.00 al lugar.

Por otra parte, afirman que ante la “encrucijada” a la que se enfrentan usuarios de refugios que a su vez asisten a las ollas “entre esperar el plato caliente de la olla o el acceso al techo del refugio, que pasada cierta hora se dificulta o se les niega”, las ollas que integran la red decidieron llevar viandas a los refugios. “Como vecinas y vecinos seguimos construyendo comunidades solidarias, pero las ollas populares no podemos ser parte de las políticas sociales del Estado, y a un año y medio de estar sosteniéndonos de manera comprometida y solidaria, sentimos el deber de denunciar esta situación y exigir que las y los responsables se hagan cargo”, agregan.

En diálogo con la diaria, uno de los voceros de la red, Esteban Corrales, dijo que “producto del frío la situación se puso más compleja” en los últimos días y ante esta dificultad “muchas veces las ausencias del Estado se terminan recostando en la actividad de las ollas”. “Hay mucha gente que va a las ollas y concurre también a refugios, y hay una queja permanente con que la comida en los refugios no es suficiente. El otro día hubo alerta meteorológica por el frío y se les brindaba la opción de quedarse en los lugares, pero eso no incluía la comida y tuvimos que salir a cubrir esos espacios desde las ollas populares”, aseguró. Sostuvo que esto se refleja en que “cada vez hay más ollas” en funcionamiento.

En el comunicado también hacen referencia al fallecimiento de una mujer que dormía en una garita frente a la escollera Sarandí, en Ciudad Vieja. Sandra, como la identifican en la misiva, era una vecina conocida para los integrantes de la red. Afirman que falleció en la calle “a pesar de haber estado un tiempo antes en el hospital Maciel” y atribuyen su muerte a “una vulneración de derechos sistemática, profunda y extrema”.

En tanto, desde el Mides señalaron a la diaria que el lunes 28, uno de los días con temperaturas más bajas, se recibieron 1.771 llamadas a la línea del ministerio para alertar sobre personas en situación de calle (0800 8798), mientras que el promedio de llamadas diario en invierno es de cerca de 200. En ese sentido, destacaron que “el trabajo del equipo móvil tuvo una demanda altísima” y que efectivamente “se registró alguna demora”.

No obstante, negaron que existan reclamos formales sobre faltante de comida en los refugios, y aseguraron que se brinda alimentación en todos los dispositivos, incluso en los excepcionales que se habilitaron por la ola de frío en locales del Ministerio de Defensa Nacional.