El nuevo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, concurrió el jueves a la comisión del área en la Cámara de Senadores para presentar algunos datos oficiales sobre forestación, en el marco del proyecto de Ley Forestal que impulsa Cabildo Abierto; y durante su participación, se produjo un cruce con el senador cabildante Guillermo Domenech.

Durante la presentación, el ministro hizo algunas correcciones en las argumentaciones presentadas para el proyecto de ley e incorporó aspectos económicos y de impacto social del sector. En este sentido, sostuvo que las exportaciones del sector forestal en 2020 fueron de más de 1.500 millones de dólares a más de 50 países, y añadió que “trajo tres de las mayores inversiones en la historia del país”. En este sentido, señaló que además de las dos plantas de celulosa instaladas y la tercera en construcción, existen más de 88 aserraderos, más de 13 plantas de impregnación, una planta de tableros y otra en ejecución por medio de un proyecto e industrias generadoras de energía a partir de biomasa forestal.

Destacó también que se trata de un sector con “una alta regulación de las condiciones de trabajo” y que “es uno de los sectores agropecuarios que más integran mano de obra femenina en las distintas etapas de las diferentes cadenas”, principalmente en áreas como viveros. Indicó además que en el rubro hay “cerca de 19.785 personas asociadas a la forestación, en la parte primaria, en los servicios forestales, en el procesamiento de leña, como también en la parte industrial”. A eso se le suma una mano de obra indirecta que “supera las 25.000 personas en la actualidad”, explicó Mattos.

Por su parte, el director de Evaluación e Información de la Dirección Nacional Forestal, Leonardo Boragno, señaló que en la actualidad hay limitaciones “para los suelos que no son de prioridad forestal” en Colonia, Salto, Flores, Florida, San José, Cerro Largo, Río Negro, y Treinta y Tres. Estas limitaciones implican la prohibición de forestar en zonas donde la superficie forestal supera las 100 o 114 hectáreas, si no hay distanciamiento de los suelos urbanos, así como la reforestación en zonas donde nacen los principales cursos de agua.

El senador Domenech dijo que el ministro “plantea un panorama de la forestación como absolutamente inocua” y que “si en tantos departamentos se ha decidido ponerle algunas limitaciones a la forestación, alguna razón debe existir y no puede haber inconveniente en que sea la ley la que regule esa misma situación”.

Luego, el legislador de Cabildo Abierto afirmó que contaba con plantillas de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) en las que se mostraba que la ocupación era de 11.646 personas, menor que el personal ocupado en rubros como la ganadería, la horticultura o los cultivos agrícolas. “En consecuencia, no veo por qué esta actividad, que genera menos trabajo que la horticultura, que la ganadería y que la agricultura, debería expandirse a tierras que pueden ocupar, particularmente, la agricultura y la lechería”, opinó.

A continuación, Domenech afirmó que mostraría cifras de ocupación según sexo, “ya que está tan de moda esto de preocuparse por los temas de género”. Allí mencionó que sólo 10% de las personas que trabajan en la forestación son mujeres, contra 23% en la ganadería y 22% en la horticultura. “O sea que el impacto social es un poco relativo. Puede ser que tenga un impacto importante para los grandes intereses económicos que rigen el mundo, pero no sé si lo tiene tanto desde el punto de vista social”, consideró.

“Veo con mucha preocupación un desborde que, además, tiene connotaciones, precisamente, de un impacto social muy fuerte y que no es el que se ha presentado acá, porque surge de la propia documentación del ministerio”, indicó Domenech, quien también afirmó que el sector forestal “aparece como avasallante y concentrador de la riqueza” y que debido a la migración rural Uruguay podría “desaparecer” a raíz de un “caos normativo que permite que los uruguayos sean corridos” mediante este tipo de actividad.

Mattos respondió a Domenech señalando que “el sector forestal se viene desarrollando en orden, que es uno de los sectores más regulados que tiene el sistema de producción y que los propios datos que nosotros presentamos claramente demuestran que no hay un crecimiento desajustado o una disparada con respecto a las áreas bajo sistema de avance sobre el uso del suelo en cuanto a la forestación”.

Se refirió a los datos de la Opypa presentados por Domenech y argumentó que “los números que el señor senador manejó se refieren únicamente a la etapa de campo”, mientras que la información presentada por el MGAP se refería “a la cadena integral, no sólo de la fase de campo”. “De la misma manera, con respecto a los aspectos de género, cualquiera que haya visitado un vivero de las empresas forestales sabe que la presencia de la mano de obra femenina en el medio rural es absolutamente preponderante”, opinó.

Sobre la migración rural, Mattos se preguntó si “le podremos atribuir a la forestación esta causa o las causas originales son otras”. “¿No es que el medio termina expulsando al productor rural por la falta de infraestructura, conectividad, luz eléctrica, agua, saneamiento, transporte, asistencia en salud o educación? En definitiva, esto termina generando la decisión del productor, que muchas veces se ve enfrentado, por las vicisitudes del negocio, a períodos extensos de baja rentabilidad y esas condiciones sociales de inferioridad determinan su decisión de migrar a los centros urbanos”, consideró.

El subsecretario del MGAP, Juan Ignacio Buffa, retomó la discusión sobre género planteada por Domenech para añadir que “las cifras a nivel de toda la cadena indican que cada 11 hombres hay siete mujeres, es uno de los rubros donde más balanceado está y, más allá de caricaturizar el tema del género, creo que es bueno manejar los números de toda la cadena”.

Posturas

El senador frenteamplista José Carlos Mahía le preguntó a Mattos cuál es la posición institucional del MGAP sobre el proyecto de ley. “La posición de este ministerio en general es contraria a la ley y así se ha manifestado también el Poder Ejecutivo”, indicó. En este sentido también agregó que la viabilidad de un proyecto forestal se considera actualmente en tres órdenes: el MGAP, el Ministerio de Ambiente y las intendencias. “Claramente allí hay varios factores que propenderán a limitar”, consideró.

Mattos dejó la puerta abierta para volver a discutir una propuesta legislativa sobre forestación una vez que se lleve a cabo un nuevo mapeo completo del suelo uruguayo. En este sentido, destacó que en aproximadamente un mes se completará la nueva cartografía forestal, correspondiente a 2021, aunque lo más relevante sucederá “en los próximos años”, cuando se lleve a cabo un mapeo completo de los suelos uruguayos.

“Mal podemos hacer hoy una propuesta tomando en cuenta esta base científica en la medida en que no está absolutamente dimensionado el tema. Ahí habrá que sacar los cálculos y ver qué nos dio. Vamos a dar de alta a algunos tipos de suelo que están en zona no forestal y vamos a dar de baja a otros que hoy sí están considerados. Pero esa no va a ser una decisión del ministerio; la someteremos al Legislativo como propuesta, se debatirá y se colocará como objetivo fundamental a dónde queremos ir con la forestación”.

Buffa, por su parte, recalcó que entre 2019 y 2021 el aumento del sector forestal fue de 44.000 hectáreas y que la forestación “viene creciendo a una tasa de 15.000 hectáreas y es claro que está en un nivel estático de incremento”. En este sentido, señaló que “no estamos hablando –para dimensionar la discusión– de una dinámica de crecimiento forestal que a uno le podría llamar la atención por su tasa; tenemos un nivel bastante estable”.