El viernes vence el plazo legal para que la Cámara de Diputados apruebe el proyecto de Rendición de Cuentas enviado por el gobierno, que pasará al Senado. Este lunes los legisladores comenzaron el debate en el plenario –tras varias semanas de trabajo en comisión– del proyecto en general, y en los días siguientes votarán el articulado. Casi a las 04.00 del martes se aprobó en general el proyecto con los votos de 55 en 97 diputados, en una sesión que había comenzado el lunes a las 10.00. Los choques entre oficialismo y oposición se centraron en los apoyos dados a los sectores más afectados por la pandemia, y los resultados obtenidos con la estrategia del gobierno, así como en las disposiciones vinculadas a cambios en el Estado.

El informe en mayoría, apoyado por la coalición de gobierno, fue expuesto por el diputado del Partido Nacional (PN) Sebastián Andújar, que dedicó buena parte de su discurso a enumerar las acciones llevadas adelante por el gobierno para combatir la pandemia por la covid-19 y sus efectos en la economía.

Andújar señaló que el gobierno puso en marcha una serie de reformas estructurales fundamentales para el desarrollo económico y social del país y resaltó que se cumplió con la meta fiscal proyectada. Agregó que Uruguay fue de los pocos países en América Latina que pudieron mantener su calificación de deuda dentro del grado inversor.

“Se habla mucho de lo poco que invertimos per cápita, pero nuestros resultados son mejores que aquellos que invirtieron mucho, por una cuestión de que el gasto debe ser sostenido, cuando otros vislumbraron el fin de este problema mucho más pronto, gastaron mucho y no lo pudieron sostener”, dijo el nacionalista y puso como ejemplo a Argentina, que “tuvo un gasto per cápita muchísimo mayor que Uruguay pero los valores y los niveles de pobreza se incrementaron más”, así como la brecha social y la tasa de desempleo.

El diputado dijo que se atendió la salud de los uruguayos, a pesar de que partían de una situación fiscal muy frágil, y que el gobierno logró cumplir con todos los objetivos planteados “por primera vez en muchos años”.

Andújar indicó que esta Rendición de Cuentas recibió un “montón de motes” descalificativos por parte de la oposición, como que genera una reducción del Estado, un recorte o “la destrucción”; “cualquier tipo de epítetos”. “Estructuralmente esta es una Rendición social; esta Rendición pone en marcha un grupo de reformas que antes no se habían podido llevar adelante”, además de cumplir con los compromisos de campaña, sostuvo.

A su vez, afirmó que la pandemia reveló una vulnerabilidad social mucho más crítica de lo que se conocía, y destacó el incremento presupuestal para la primera infancia y el fideicomiso para lograr recursos para la erradicación de asentamientos como dos aspectos primordiales del proyecto. “La pobreza ha tenido rostro de niños”, señaló, y sostuvo que no sólo con más recursos se combate la pobreza infantil, sino con mejores políticas integrales. En ese rubro dijo que se destinarán 200 millones de dólares en cuatro años, al ritmo de 50 millones anuales, para el mayor acceso a la educación inicial de niños de entre cero y tres años.

A su turno, Álvaro Viviano, también del PN, dijo que la Rendición de Cuentas debe verse junto a la Ley de Presupuesto y la ley de urgente consideración (LUC) como el reflejo “de un estilo de gobierno, son los principios de nuestra gestión”. Dijo que es “una cuestión de principios” y “no había otra forma de gestionar” que con “eficiencia en el gasto” y “un buen manejo de las cuentas públicas”.

“Los apoyos no fueron todo lo que se necesitaba”, según el FA

Sobre el mediodía, los diputados del Frente Amplio (FA) hicieron una actividad en la plaza Primero de Mayo, frente al Palacio Legislativo, para informar a la ciudadanía su visión sobre el proyecto del gobierno. En sala, el diputado Gustavo Olmos fue el encargado de presentar el informe y repasar las críticas que hace la oposición a la Rendición de Cuentas.

Dijo que ni el gasto ni el ahorro son valores en sí mismos, y resaltó que tienen diferentes miradas de la realidad con la coalición de gobierno, algo que queda plasmado en la Rendición de Cuentas. Olmos indicó que el cumplimiento de las metas del gobierno tiene como contracara que “no se hizo todo lo que se podría haber hecho para amortiguar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia”.

Se gastó menos de lo que se podría haber gastado y el gobierno se endeudó 400 millones de dólares menos de lo que se proyectaba, sostuvo. También dijo que hubo un aumento de la recaudación en 215 millones de dólares, que se explica, por ejemplo, por la modificación en el descuento del IVA.

“El problema son los resultados. Tenemos 100.000 nuevos pobres. Los apoyos que el gobierno debería haber hecho no fueron todo lo que se necesitaba”, dijo Olmos. Advirtió que no hay nada en el proyecto de ley del gobierno que revierta esta situación ni la del turismo y la cultura, dos sectores muy afectados por la pandemia. “Si los resultados hubieran sido buenos estaba bien invertir poco, pero los resultados no fueron buenos”, afirmó.

Respecto de las proyecciones sobre el empleo, dijo que en esta Rendición de Cuentas hay una corrección a la baja de 20.000 puestos de trabajo, cuando en el presupuesto se planteaba que se crearían 50.000. “Nosotros habíamos dicho que era una cifra sin sustento [...]. Hay inconsistencias, no hay un ajuste coherente en la proyección del empleo [...] Los salarios parecen ser una variable de ajuste”, señaló, y agregó que un problema que ya estaba en el Presupuesto Nacional era la falta de información de cómo el gobierno cree que va a evolucionar el salario.

Olmos citó a Lacalle Pou cuando dijo que el gasto era casi cero, y afirmó: “Es así”. “50 millones de dólares anuales para primera infancia, ocho millones de dólares en políticas de empleo pero para 2022, y dos millones para los prestadores integrales de salud, también para 2022”, repasó. El frenteamplista dijo que esos dineros son insuficientes: “Esto no va a hacerle ni cosquillas a la situación que se ha generado por la pandemia y por las políticas de Estado. No aparecen planes ni metas, por lo tanto, no hay recursos; las inversiones que venían heredadas impidieron que la caída fuese más abrupta”.

A su turno, la diputada Bettiana Díaz planteó que “en vez de camisetear sobre el ahorro de 600 millones de dólares”, el presidente “debería pedir disculpas” por los resultados obtenidos por el gobierno. Mencionó que “reaparecieron” las ollas populares y que “muchos de los 100.000 que cayeron en la pobreza son niños”.

Asimismo, la diputada Lilián Galán cuestionó el discurso del gobierno y la apuesta a “la teoría del derrame, perimida en el mundo”. Sostuvo que “el verdadero argumento” detrás del plan es tener “al Estado con menos ganancia, que se achique, y al mercado que crezca”. Repasó que mientras el sector agroexportador presentó un crecimiento de 12,8% el último año, en el interior del país “fue donde más creció la pobreza”. Además, dijo que las autoridades “sostuvieron el precio del combustible mientras se realizaba la zafra, con un subsidio al sector exportador de 60 millones de dólares, y cuando salió el último camión de soja aumentaron [la nafta y el gasoil]”.

El libro del exministro Bensión y Colonización

Uno de los puntos calientes del debate en la Cámara de Diputados, y que previamente había generado diversas negociaciones a la interna de la coalición, era el pasaje de recursos del Instituto Nacional de Colonización (INC) para generar un fideicomiso que se destinará a la erradicación de asentamientos. A esto apuntó el diputado del FA Sebastián Valdomir: “En esta Rendición de Cuentas se da un nuevo golpe al INC sacándole casi todos los recursos para comprar nuevas tierras. Miles de familias deberán esperar hasta 2026 por lo menos para acceder a un pedazo de tierra. En 2001 ya se quiso cerrar el INC”.

Tanto en sala como luego en Twitter, mostró un ejemplar de un libro del economista Alberto Bensión, ministro de Economía y Finanzas entre 2000 y 2002, integrante del Partido Colorado (PC). En un fragmento que mostró el legislador, Bensión plantea que una de “las reformas a las que siempre” aspiró es “la eliminación” del INC, al que definió como un “organismo burocrático y sin ninguna utilidad real para el agro”.

“Bensión fue muy valiente al reconocer su intención de eliminar el INC. Su idea fue incluida en el proyecto de Rendición de Cuentas 2001, firmado por todo el Consejo de Ministros. Su propuesta no se aprobó en el Parlamento y el Instituto se salvó. Todo esto no les gusta que se les recuerde a varios integrantes del Partido Colorado, es lógico. Lo cierto es que en este gobierno, en menos de 12 meses, a Colonización se le quitaron tierras, se le sacaron recursos, no le remitió el MEF los fondos [del último año]. Es casi como lo de 2001”, indicó el legislador del FA.

Desde filas del PC, respondió Conrado Rodríguez. “Acaso los organismos públicos no necesitan reformas y modificaciones para funcionar mejor, esa es la posición histórica del PC”, indicó, y leyó un discurso de diciembre de 2002 del entonces presidente Jorge Batlle.

Respecto del proyecto, Rodríguez dijo que muestra un “Estado presente” que pretende incidir en la primera infancia y los núcleos de pobreza. “No perpetúa la pobreza ni despilfarra dinero”, agregó.

Respondió a la oposición que es “un error hablar de recortes en el Estado”, porque el gobierno destinó recursos en la pandemia “para los más necesitados, para las cuestiones sociales, sanitarias y económicas”. El objetivo, subrayó, es tener “los números ordenados dentro del Estado para darle a la actividad privada un dinamismo que no tenía”. Además, recordó que no se ajustó ningún impuesto, cuando “en otras situaciones” el FA, sabiendo “que la situación externa no era favorable para Uruguay, siguió gastando, como en 2015, que se comprometieron a dos años aumentos muy importantes sin financiación genuina, y en 2016 hubo un ajuste fiscal, un mazazo impositivo sobre los ingresos de las personas y los jubilados”.

Rodríguez vaticinó que Uruguay al “lograr sortear la pandemia antes que otros países”, tendrá “una recuperación también antes”, lo que mejorará el nivel de empleo. “Los inversionistas nacionales y extranjeros han visto con buenos ojos el manejo de la pandemia y de la economía del gobierno”, sentenció.