Mientras se prepara la reapertura de fronteras, en el gobierno avanza la discusión en torno a la posibilidad de habilitar el turismo cannábico en Uruguay, es decir, que los extranjeros que ingresen al país puedan adquirir marihuana de forma legal. Así lo confirmó la diaria en base a distintas fuentes que aclararon que el tema aún se maneja dentro de “una agenda cautelosa”.

“Se están estudiando todas estas posibilidades, sobre todo porque Uruguay se posicionó en el mundo como un país donde era posible consumir marihuana y donde los turistas se llevaban la sorpresa, cuando llegaban acá, de que no podían comprarla”, dijo una fuente del Ministerio de Turismo. Añadió que habitualmente los turistas que desean adquirir cannabis y no logran hacerlo por las vías legales, porque están impedidos, igualmente lo consiguen, “con lo cual se le está dando un mercado excesivamente bueno, con poder adquisitivo alto, a gente que se pretendía combatir”.

El informante reconoció que “es muy difícil encarar este tema públicamente”, pero remarcó que forma parte de la agenda de discusiones y es estudiado “con seriedad”.

Por su parte, durante una reciente comparecencia ante la Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de la Cámara de Diputados el secretario nacional de Drogas y presidente del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), Daniel Radío, también reconoció su intención de poner el tema en la agenda. Confesó tener “la genuina sospecha” de que algunos turistas extranjeros han recurrido al mercado ilegal de cannabis y dijo que “sería buena idea explorar la posibilidad” de incluirlos en el marco normativo.

Actualmente existe una barrera legal, ya que el decreto reglamentario de la ley de regulación del mercado de cannabis indica que tanto los compradores en farmacias como los autocultivadores y los miembros de clubes cannábicos deben ser ciudadanos naturales o legales uruguayos o tener residencia permanente en el país.

El abogado Martín Fernández, del Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (Ielsur), dijo a la diaria que quitar el impedimento para los turistas “no debería ser una reforma legal de gran envergadura”, ya que alcanza con un nuevo decreto del Poder Ejecutivo. Además, consideró que “incorporar a los turistas es algo que está dentro de las finalidades de la ley”. En este sentido, expresó que “cuando se deja un grupo fuera del mercado regulado lo que se hace es obviamente incentivar un mercado ilícito”. “Es evidente que el turismo tiene que estar incorporado dentro de la política de regulación. Si hay un grupo de demanda de cannabis y los tenés por fuera lo que van a hacer es recurrir a mecanismos del mercado gris o ilegal”, agregó el abogado.

“Sólo se vende en 13 farmacias”

la diaria consultó a Mercedes Ponce de León, fundadora de Expocannabis Uruguay y Cannabis Business Hub, plataforma vinculada a la industria de la marihuana, quien se mostró afín a que Uruguay abra sus puertas al turismo cannábico, pero aseguró que actualmente no hay condiciones de mercado que garanticen que los extranjeros puedan acceder al producto, ya que incluso hay dificultades para abastecer el mercado interno. “¿No somos capaces hoy en día de producir para los uruguayos y queremos producir para los turistas? ¿Qué cannabis van a comprar esos turistas? En las farmacias no hay”, señaló.

Ponce de León también manifestó que una de las dos empresas que estaba en Uruguay produciendo cannabis para uso recreativo no renovó su contrato y abandonará el país, lo que probablemente agrave la situación. Además, recordó que “sólo se vende en 13 farmacias”.

Sobre este tema también se había expresado Radío en el Parlamento. Describió que “el cannabis que se compra en la farmacia se produce en un predio propiedad del Ministerio del Interior, que está en una situación de comodato para el Ircca”. Añadió que al asumir la secretaría había dos empresas y una de ellas transmitió que pensaba retirarse del país, lo que le generó “una tremenda sorpresa”. Además, indicó que previo a esta situación ya “el discurso instalado era que el cannabis que se producía no alcanzaba para abastecer la demanda”.

Finalmente, la salida de esa empresa se concretó. No obstante, “había otras tres empresas que habían obtenido licencia” y “una de ellas efectivamente comenzó a instalarse y a trabajar”. “Esta empresa está cultivando, aunque todavía no vende, pero ya está instalada y tiene un potencial bastante grande, yo diría, con bastante más fuerza que las empresas que estaban trabajando ahora”, apuntó Radío.

Ponce de León consideró que “hay muchas cosas para mejorar y para resolver en el sistema aun antes de pensar en ampliar la clientela”. Explicó que ya hay “42.000 personas inscriptas” para comprar en farmacias, que en última instancia “tienen que seguir acudiendo al mercado negro” porque la oferta no alcanza a cubrir la demanda.

No obstante, manifestó que en Uruguay hay potencial para desarrollar el turismo cannábico en un futuro. Puso como ejemplo el evento Expocannabis, y dijo que “el gran porcentaje” de asistentes proviene del exterior. “Celebro desde el punto de vista personal y empresarial que se esté evaluando o previendo la posibilidad de venderles a los turistas o de integrar el turismo al sistema de expendio, me parece que es excelente, y fue una de las cosas que se criticó al momento de la regulación”, recordó.

Con respecto al potencial, Ponce de León dijo que “el cannabis está de moda, la gente viaja para entender, para conocer, para saber, no sólo por la compra del producto en sí sino por toda la experiencia que hay alrededor”.

Cannabis medicinal también

Marco Algorta, expresidente de la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal, dijo a la diaria que también existe un turismo de cannabis medicinal. Explicó que, al menos antes de que se desatara la pandemia, como otros países de la región no tenían productos medicinales en base a cannabis, muchas personas que se querían tratar “venían a Uruguay a lograr una prescripción para comprar el producto acá”. Graficó esta situación al señalar que en las ciudades fronterizas como Rivera o en aquellas cercanas a Argentina, como Colonia, “había una enorme venta de productos” medicinales de este tipo.

“Claramente había una población que al no poder acceder a productos en sus países migraba o hacía turismo en Uruguay para acceder a ese tipo de tratamiento y de terapia. Ese turismo existía”, señaló Algorta.

No obstante, manifestó que actualmente sólo hay un producto medicinal a la venta, que es el aceite de cannabidiol, que “no llega a representar el 5% de la industria mundial de cannabis medicinal”. Agregó que “en realidad” el principal producto de cannabis medicinal son las “flores con alto contenido de THC”, algo que actualmente se produce en Uruguay pero sólo para exportar, ya que no se comercializa internamente porque la Ley 19.847, aprobada en 2019 y que declara de interés público las acciones tendientes a proteger, promover y mejorar la salud pública mediante productos cannábicos, aún no fue reglamentada. Esta ley permitirá, una vez reglamentada, la prescripción de otras categorías de productos medicinales en base a cannabis.