La Administración Nacional de Puertos (ANP) comenzó conversaciones con la empresa belga Katoen Natie, que tiene la concesión del área especializada a través de Terminal Cuenca del Plata (TCP), para acordar un protocolo de implementación del nuevo reglamento de atraque de contenedores aprobado en abril dentro del acuerdo por la extensión de la concesión. Distintas voces portuarias han criticado que las reglas para el atraque de buques formaran parte del anexo del acuerdo alcanzado este año entre el gobierno y la multinacional –que incluye la concesión hasta 2081 y una inversión de 460 millones de dólares, además de desestimar un posible juicio internacional–, en el que se establece que TCP tendrá la prioridad para la operación de portacontenedores.

En un decreto que forma parte del acuerdo y fue firmado en abril por el presidente junto al gabinete ministerial, se establece que “la ANP deberá priorizar el atraque de buques y barcazas portacontenedores en la terminal especializada [TCP] y sólo podrá decretar los mismos en los muelles multipropósito [públicos, que la ANP arrienda a otros operadores] en caso de que la terminal especializada se encuentre ocupada durante el período de 24 horas siguientes al decreto”. Esto fue tomado por Montecon, empresa competidora de Katoen Natie que opera en los muelles públicos, como la consagración de un monopolio en el puerto de Montevideo, contrario a las disposiciones vigentes.

Además, el acuerdo entre el gobierno y Katoen Natie indica que, para dar cumplimiento al Reglamento de Operaciones Portuarias de 1994 –que establece que la operación de contenedores se debe concentrar en las instalaciones especializadas y habilita la prioridad a TCP según el gobierno, lo que es cuestionado por otros actores–, la ANP “solamente podrá decretar el atraque en los muelles generales en los casos establecidos en forma expresa” en el nuevo “Reglamento de Atraque que aprobará el Poder Ejecutivo y cuyo texto consta en el anexo”. Esto último es el punto que cuestionan distintos actores portuarios, porque dejó asociadas las reglas de atraque, una potestad de la ANP, al acuerdo con la multinacional.

La directora de la ANP en representación del Frente Amplio (FA), Alejandra Koch, se ha manifestado de forma crítica sobre las condiciones del acuerdo y dijo a la diaria que las máximas autoridades del organismo le confirmaron que están “manteniendo conversaciones de carácter reservado con Katoen Natie para hacer operativo el reglamento de atraque”. Señaló que allí “se va a intentar de alguna manera que ANP vuelva a tener injerencia en poder modificar el reglamento de atraque sin ir al Poder Ejecutivo”, en virtud de que todo surge de un decreto y no podría cambiarse por una norma de menor rango.

“Está claro que le estamos pidiendo permiso a Katoen Natie” para que “el Poder Ejecutivo delegue en ANP poder modificar aquellos artículos” que la firma belga “nos autorice” del reglamento, subrayó Koch. “Hay que pedirle permiso a Katoen Natie, porque en realidad no podrías modificar ese reglamento, ni ningún artículo sustancial que haga al tema del acuerdo”, dijo y sentenció: “Quedamos en manos de una empresa con el texto del reglamento de atraque”.

“Se está conversando para que la ANP vuelva a tener incidencia en poder modificar el reglamento de atraque, pero esas modificaciones que el Poder Ejecutivo va a permitir que la ANP haga son aquellas que Katoen Natie le va a autorizar”, apuntó Koch.

Distintas fuentes de la ANP confirmaron a la diaria que se buscará consensuar la puesta en práctica del reglamento de atraque y la forma de dar prioridad a TCP para los buques.

“Se está gestionando la posibilidad de que [el reglamento de atraque] salga del entorno del acuerdo”, dijo una fuente. Explicó que se trata de “operacionalizar el acuerdo”, ya que “una cosa es lo firmado y otra es llevarlo a la práctica”. Si bien reconoció que la ANP no podría redactar un nuevo reglamento de atraque “como lo ha hecho hasta ahora, se está trabajando para flexibilizar ese aspecto”, y sostuvo que se quiere “llevar a la práctica de un modo flexible aquellas cosas que quedaron establecidas en el acuerdo”.

Otra fuente de la ANP dijo que se está preparando un “protocolo” para la aplicación del reglamento de atraque para buques contenedores. “Es un protocolo de cómo se interpreta o cómo se va a aplicar esa prioridad en el atraque para hacerlo de manera gradual”, dijo. No obstante, subrayó que la ANP puede modificar el reglamento en general y lo que debe consensuar con Katoen Natie es cuando la discusión gira en torno a los contenedores.

La misma posición tiene la multinacional de origen belga. Una fuente de la empresa manifestó a la diaria que si las autoridades portuarias quieren “hacer un cambio en materia de atraque de cruceros”, por ejemplo, no les implica romper el acuerdo con TCP. No obstante, sí habría “dificultades” si pretenden hacer modificaciones “en el tema de los contenedores”. Desde Katoen Natie consideran que “está en el contrato” la “obligación” de la ANP de “cumplir con el Reglamento de Operaciones Portuarias”. Asimismo, la fuente reconoció que “se está trabajando con la ANP” en “un protocolo de acción del nuevo decreto” que reglamenta el atraque.

Mientras tanto, desde Montecon señalaron a la diaria que el hecho de “que el reglamento de atraque esté incluido en un acuerdo con un privado es muy grave” porque para hacer modificaciones a la normativa la ANP “le tiene que pedir permiso a Katoen Natie”, lo que quiere decir que la firma belga mediante TCP “de hecho se ha constituido como autoridad portuaria”.

Alberto Díaz, quien se desempeñó como presidente de la ANP desde 2010 a 2020, cuestionó este lunes en una entrevista con la diaria que el reglamento de atraque haya quedado incorporado al acuerdo con la multinacional. “Desde el año 2000 se debe de haber cambiado unas 15 veces, lo que quiere mostrar que ese reglamento necesita ser aggiornado. Con el correr de los años la dimensión de los barcos que tocan el puerto de Montevideo va cambiando, cada vez llegan barcos más grandes, y eso implica ajustar el reglamento en lo que tiene que ver con prioridades, con usos, con espacios. Es una herramienta que es importante que no quede atada al vínculo con una empresa”, explicó.

También dijo que “ahora cambiar ese reglamento implica negociar con la empresa [Katoen Natie] sobre algo que debe ser potestad de quien distribuye la carga de los muelles”, declaró y luego agregó que “la ANP quedó atada a una empresa, entonces ya la libertad que tenía para ordenar se ve cercenada, ya no puede actuar como entienda que debe para que la actividad siga funcionando”. “Lo que me parece mal es que quede fijo y que la potestad de cambiarlo no dependa sólo de la autoridad portuaria”, sentenció.