Desde que el presidente Luis Lacalle Pou anunció, el pasado 7 de setiembre, el inicio de negociaciones formales con China para explorar la posibilidad de suscribir un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países, se destacó el impacto en materia arancelaria que tendría para las exportaciones un acuerdo de este tipo. China es desde 2013 el principal destino de las ventas uruguayas al exterior. En el caso de los productos agropecuarios, que constituyen el principal rubro exportador de Uruguay, los aranceles de China se sitúan en 14,8%.
Pero la discusión sobre la suscripción de un TLC con China trasciende lo arancelario e incluso los aspectos estrictamente económicos, e involucra factores geopolíticos y de modelo de desarrollo. En términos geopolíticos, advierte el historiador Gerardo Caetano, no debería ignorarse la disputa comercial entre China y Estados Unidos. “En términos geopolíticos, si tú te movés hacia China, y querés moverte al mismo tiempo hacia Estados Unidos o hacia la Unión Europea (UE), en realidad estás poco informado. Estados Unidos está presionando a sus socios de América Latina para que bajen sus vínculos con China. Lo consideran un enemigo comercial”, recordó, y consideró que la eventual suscripción de un TLC con China tendría impactos en los vínculos de Uruguay con Estados Unidos.
Y también los tendrá con la UE, pronosticó. “A la UE no le interesa negociar en solitario con Uruguay, lo he hablado con negociadores de la UE. Entonces, no es sólo una opción económico-comercial, es una opción geopolítica”, advirtió, y sostuvo que implicaría abandonar el acuerdo firmado entre el Mercosur y el bloque europeo.
Consideró que China “no está pensando en Uruguay” sino “en un gran hub en la cuenca del Río de la Plata”. “En cualquier hipótesis, ¿es neutro que vos te propongas como el hub de China en América del Sur? Me parece que no. Yo lo veo muy voluntarista, lo veo como una especie de ideologización revestida de pragmatismo. ¿Alguien cree que Estados Unidos va a hacer la vista gorda a que un paisito como Uruguay haga un TLC con China? Estados Unidos va a ver la realidad, y es que China no está apostando a Uruguay, está apostando a un hub en América del Sur, un enclave que se suma a Chile, pero ese enclave es con el Atlántico, y además Uruguay está entre Argentina y Brasil”, remarcó el historiador.
Isabel Clemente, profesora grado 4 del Programa de Estudios Internacionales de la Universidad de la República, opinó, en la misma línea, que “el escenario para una alianza política con China, pensado en esos términos por Uruguay, no tendría mucha sintonía con la línea que está siguiendo [el presidente de Estados Unidos, Joe] Biden”. Además, añadió que “podría tener costos con Argentina y Brasil”.
“Desde el punto de vista geopolítico sería una jugada muy arriesgada de parte de Uruguay porque es un escenario bastante incierto. Es complejo no por la relación con China, sino por las reacciones que puede haber de los socios, tanto de América del Sur como de Estados Unidos. Y no se sabe muy bien cuál sería la contrapartida de China. Uno, para una alianza, tiene que estar seguro de que la otra parte va a ser consistente, y tal vez las prioridades de China pasan por otro lado”, evaluó Clemente.
Calibrar todos los costos
“Reivindicamos nuestra membresía en el Mercosur”, dijo la semana pasada el canciller, Francisco Bustillo, al ser consultado sobre un eventual acuerdo con China. El gobierno ha dejado en claro que no pretende salir del bloque regional, aunque el presidente, Luis Lacalle Pou, lo calificó como un “lastre” en la última cumbre de mandatarios del Mercosur.
Caetano evaluó que en sus 30 años de existencia, “el Mercosur verdaderamente tiene balances muy pobres”, y “a la hora de ver la agenda externa del Mercosur, el resultado es paupérrimo”. Sin embargo, calificó como “muy poco realista” y “un grave error” pensar que una movida aperturista bilateral de Uruguay con China no tendrá impactos a la interna del bloque. Además, advirtió que el estudio de impacto para la eventual suscripción de un acuerdo con el país asiático debería considerar no sólo los aranceles que se rebajan o eliminan, sino también la pérdida de preferencias arancelarias en las ventas a la región que supondría para Uruguay una ruptura con el Mercosur. “El estudio de impacto tiene que incorporar todo, no solamente los aranceles que se dejan de pagar en nuestros productos de exportación a China, sino que hay que sacar esos aranceles que no pagamos y las preferencias que tenemos en el acceso a los países limítrofes”, indicó.
Si bien el gobierno ha dicho que no quiere romper con el Mercosur, “y que sigue después negociando con la UE, con Estados Unidos y con el que venga, bueno, ese mundo no existe. Creer que el Uruguay puede establecer apertura comercial con todos los que vengan, y creer que eso es gratuito... no, no es gratuito. Esto es algo sistémico: una movida implica muchas otras movidas”, sostuvo Caetano.
Además, evaluó que una eventual ruptura con el Mercosur tendría fuertes impactos en sectores dependientes de Argentina, como es el caso del turismo.
Caetano advirtió que Uruguay “es un país cargado de restricciones, siempre lo ha sido y siempre lo será. No quiere decir que no seamos independientes, pero no hacemos lo que queremos, porque tenemos condicionamientos múltiples. Creer que Uruguay toma esta línea y dice que no quiere romper con el Mercosur y en el Mercosur van a decir que sí, no parece realista”, cuestionó.
Jerarcas de los gobiernos de Argentina y Paraguay ya mostraron su inquietud por el anuncio. El ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Euclides Acevedo, dijo a la agencia AFP que su país observa “con inquietud” el tema y que será tratado en la reunión de la semana próxima del Grupo Mercado Común, que integran técnicos de las cancillerías y de los ministerios de Economía del bloque. “Paraguay sigue sosteniendo su posición de ser fiel a lo establecido en el tratado fundacional y en el protocolo de Ouro Preto” sobre la necesidad de adoptar las decisiones por consenso, dijo el canciller paraguayo.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo de Argentina, Matías Kulfas, afirmó que “se negocia en bloque, no un país individualmente”. “Uruguay puede hacer un acuerdo bilateral con China por afuera del Mercosur o puede seguir en el Mercosur. La normativa del Mercosur es muy clara, los acuerdos se hacen en bloque, no de manera unilateral”, remarcó.
El embajador de Brasil en Uruguay, Antonio Simões, se mostró cauto al ser consultado por la prensa la semana pasada por este tema. “Todo va a ser discutido en el Mercosur, no hay que adelantarse”, se limitó a señalar.
El gobierno uruguayo se muestra confiado en que tendrá el apoyo de Brasil, pero Caetano también evaluó como “poco realista” esta expectativa. “El gobierno de Bolsonaro está en una lógica de impopularidad muy grande, tiene muchas dificultades incluso para obtener las mayorías parlamentarias para su gobierno, y Brasil es un volcán. Por otra parte, creer que Argentina va a hacer la vista gorda, con el lío que tiene y que va a tener este gobierno con los resultados de las PASO... entonces, hay que ser realista”, insistió.
Modelo de desarrollo
Los principales rubros de exportación de Uruguay a China son los productos agropecuarios: carne bovina, soja y celulosa. Según datos de Uruguay XXI, en 2018 la carne bovina representó el 43,3% de las ventas al país asiático, y la soja, el 23,3%. Ese año, las exportaciones de carne bovina a ese destino iban en aumento, y las de soja, en descenso. Y así como China representa el principal destino de las exportaciones de Uruguay, también es el principal país de origen de las importaciones. Pero en rubros muy distintos: Uruguay importa mayormente teléfonos (con una participación del 11% en el monto total de las importaciones provenientes de ese país en 2018); insecticidas, raticidas y desinfectantes, con el 5,2%; y computadoras, con el 4,4%.
Este mismo informe de Uruguay XXI identifica rubros que cuentan con oportunidades comerciales para las exportaciones hacia China: despojos y subproductos cárnicos, pescados y productos del mar, artículos de limpieza, cueros, lana y tejidos, miel, madera y productos de madera, y arroz.
“Quien hoy maneja el mercado de las commodities es China. Si nosotros lo que le queremos seguir vendiendo a China, que es lo que le vende toda América del Sur, son alimentos sin procesar, básicamente carne y soja, y recursos naturales sin procesar, básicamente madera, más minerales sin procesar, bueno, China tiene demanda para todo lo que pueda producir el Uruguay. Ahora, eso tiene consecuencias. Eso significa decir: ‘bueno, yo me voy a dedicar a eso, voy a poner todos los huevos en esa canasta’. ¿Y qué sociedad tenemos? ¿Cuál va a ser el sistema de empleo? ¿Cuáles van a ser los datos sociales?”, preguntó Caetano.
En la misma línea, Clemente advirtió que China suele firmar acuerdos de libre comercio clásicos, que incorporan cláusulas de propiedad intelectual y otras disposiciones presentes, por ejemplo, en los tratados de libre comercio bilaterales que solía firmar Estados Unidos. Valoró que se trata de acuerdos que “no contribuyen mucho a las políticas de desarrollo, entendidas como las entendió la Cepal, como el crecimiento de sectores productivos que puedan implicar una transformación positiva en la Economía”. “Son acuerdos que son tan depredadores como los que ha firmado Estados Unidos con otros países desde el punto de vista del desarrollo nacional, entendido como generación de capacidades propias, avance hacia industrialización y el desarrollo de sectores que permitan generar empleo e innovación productiva”, consideró.
Lacalle Pou: viajes y vínculos
Desde el jueves y hasta el sábado, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou estará en México, donde participará de la VI Cumbre de Jefas y Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Luego viajará a Estados Unidos, donde el martes 21, acompañado de la ministra de Economía y Finanzas Azucena Arbeleche, mantendrá una reunión con 30 fondos de inversión de ese país para exponer las ventajas de Uruguay como país receptor de inversiones. Hasta el 24 de setiembre participará del 76º período de sesiones de la Asamblea General de la Naciones Unidas, en Nueva York, y el miércoles 22 está previsto que brinde su discurso ante la Asamblea.
En junio de 2021, Lacalle Pou fue consultado respecto a si la cercanía con China no podría perjudicar los vínculos de Uruguay con Estados Unidos. En una entrevista que brindó para el Centro para América Latina de la ultraliberal red Atlas, sostuvo que las relaciones de Uruguay con China y con Estados Unidos “no son excluyentes”, y que “eso es lo que debería entender la otra potencia”, en referencia a EEUU. También consideró que ese país tiene una agenda “más de reacción que de acción” frente a la influencia de China en América del Sur.