A la luz del posible Tratado de Libre Comercio (TLC) de Uruguay con China, el lunes el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado (PC) consideró “sumamente positiva para nuestro país la decisión del gobierno chino, adoptada en respuesta a un planteamiento del gobierno uruguayo, de iniciar estudios de factibilidad con vistas a la celebración de un TLC” entre ambos países. En un comunicado el CEN agregó que “el nuevo rumbo que empieza a transitar” el gobierno “en pos de acuerdos comerciales que impulsen el desarrollo económico y social del país debe llevarlo a considerar el ingreso al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, conocido como TPP 11, que hoy preside Japón, con el que Uruguay mantiene relevantes relaciones”.

El diputado Felipe Schipani, integrante del CEN colorado, señaló a la diaria que el anuncio del gobierno sobre el inicio de las negociaciones con China “abre la puerta para sondear otros mecanismos de asociación”. Subrayó que, según los especialistas que comparecieron a la reunión del CEN, sería viable que Uruguay pueda ingresar al TPP 11, que se denomina como el GATT “del siglo XXI” (el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, que tuvo una ronda de negociaciones en 1986, en Punta del Este, y luego derivó en la creación de la Organización Mundial del Comercio). Schipani subrayó que ese acuerdo y el TLC con China “son absolutamente complementarios”.

Entre los especialistas que expusieron su visión ante el CEN estuvo el economista Luis Mosca, quien fuera subsecretario del Ministerio de Economía y Finanzas durante el primer gobierno de Julio María Sanguinetti (1985-1990) y titular de la cartera en el segundo período del mandatario colorado (1995-2000). En diálogo con la diaria, Mosca señaló que el TPP 11 se inició en 2005, se terminó firmando en 2016, luego de casi 30 rondas de negociación, y entró en vigencia en 2018.

“Si uno hace un listado de todos los países con los cuales en los últimos años Uruguay ha manifestado voluntad de negociar, casi todos son miembros o han solicitado ingresar a ese acuerdo. Entonces, para Uruguay sería complementario de la negociación que se va a iniciar luego de lo que suponen los tiempos de prefactibilidad con China”, indicó. Mosca agregó que “estaría bueno hacer una manifestación de interés, y hacerla ya, de ingreso” al TPP 11, como hizo Chile.

Mosca destacó que en el TPP 11 están Japón, Vietnam y Canadá, Reino Unido solicitó su interés de ingresar y “seguramente también reingrese Estados Unidos, que estuvo desde los comienzos, fue propulsor” (durante el gobierno de Barack Obama, pero luego asumió Donald Trump y se retiró). “Lo clave de esto es que ahí ya está todo negociado. ¿Qué es lo más complicado para un país chico como Uruguay? Su poder de fuego en negociaciones para el acceso de nuestros productos del sector agropecuario. Ahora, en ese acuerdo nosotros estaríamos aprovechando el poder de fuego de Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos, que entonces lo negoció”, aseguró.

Mosca subrayó que sería como cuando Uruguay ingresó al GATT: un contrato de adhesión al que se le pueden hacer “algunas salvaguardas”. Puso como ejemplo que en Uruguay “hay monopolios de algunos entes del sector público, que son normas de rango constitucional”, por lo tanto, se debería “revisar ese tipo de cosas en algún momento”.

¿Y el Mercosur?

Uno de los temas que se desprenden del posible TLC con China es cómo queda parado Uruguay en el Mercosur, sobre todo por la decisión 32/00, del año 2000, en la que se establece “reafirmar el compromiso” de los estados partes del bloque “de negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias”. Además, que los estados partes “no podrán firmar nuevos acuerdos preferenciales o acordar nuevas preferencias comerciales en acuerdos vigentes en el marco de Aladi, que no hayan sido negociados” por el bloque.

Schipani dijo que el tema estuvo en consideración en el CEN y se señaló que “hay muchas normas del Mercosur que no se cumplen”, entonces, “el hecho de que haya muchas otras normas que no se cumplan, de alguna manera, excepciona al resto a tener que cumplir lo que otros no cumplen”. Subrayó que “lo más razonable es tratar de mantener el vínculo y las conversaciones con Brasil”, ya que hay una cambio en su política exterior, “que siempre tuvo una visión muy proteccionista de su mercado interno”.

“Lo que se conversó hoy en el CEN, y también coincido, es que Uruguay no tiene que irse del Mercosur. En todo caso, si el Mercosur se pone de acuerdo y entiende que debe aplicarle a Uruguay algún tipo de observación o sanción, seremos pasibles de ello. Pero irse golpeando la puerta no es la solución. Pegar el portazo es un error”, indicó. En tanto, Mosca dijo que el TLC con China “se puede conciliar con el mantenimiento de Uruguay en el Mercosur” y “habrá que buscar la forma jurídica de lograrlo”.

De cualquier manera, esta postura no tiene unanimidad dentro del PC. El exsenador colorado Pedro Bordaberry escribió una columna en el diario El País, publicada el domingo, titulada “Uruexit”, en la que empieza señalando que “un tal [Matías] Kulfas, ministro argentino, acaba de decir que si Uruguay negocia un TLC con China no puede seguir en el Mercosur”. Ante esto, Bordaberry sostuvo que “el Mercosur es el 20% del destino de nuestras exportaciones, pero Brasil se lleva alrededor del 60% de ellas, por lo que es con quien importa estar bien”.

“Llegó el momento de dejar el Mercosur. Con cuidado, en forma respetuosa, sin renunciar al regionalismo y siendo conscientes [de] que tiene un costo”, agregó.

El mismo domingo, el diputado colorado Ope Pasquet escribió en su cuenta de Twitter que no le parece “buena idea la del Uruexit”. “Si nuestros socios estiman que un eventual TLC ROU-China es incompatible con el Mercosur, que adopten ellos las medidas que consideren pertinentes (si es que logran consenso para hacerlo). No nos vayamos nosotros; no ganaríamos nada”, finalizó.