En 1994, el Frente Amplio (FA) hizo una alianza con el sector de Rodolfo Nin Novoa, que provenía del Partido Nacional (PN) e incluso había sido intendente de Cerro Largo por esa fuerza política. El exvicepresidente de la República recuerda que Liber Seregni en aquel momento le pidió poder utilizar el nombre que había tomado su sector, “Encuentro Progresista”, y él lo cedió. Así fue como se conformó el lema Encuentro Progresista (EP), que compitió en las elecciones de ese año y en las de 1999 con la fórmula Tabaré Vázquez-Nin Novoa.

Para las elecciones de 2004 el arco se amplió. El Nuevo Espacio (NE), que por entonces estaba fuera del FA, también inició conversaciones para una alianza y entonces se conformó el EP-FA-Nueva Mayoría. El domingo 31 de octubre la fórmula Vázquez-Nin Novoa venció en primera vuelta y la alianza de izquierda alcanzó la mayoría parlamentaria. Meses después, con tareas de gobierno a cargo y con el principal líder dedicado a la Presidencia de la República, se vio con buenos ojos que hubiese una dirección única y los sectores aliados al FA se sumaron a la fuerza política definitivamente.

Ahora, camino a las elecciones de 2024, en las que el FA buscará recuperar el poder, hay dirigentes y sectores que plantean la posibilidad de explorar alianzas similares. Uno de los que lo hicieron recientemente fue el exsenador y líder del NE, Rafael Michelini, que en el congreso de su sector este fin de semana dijo que hay que “construir amplitud” y llamó a “reconstruir lo que fue la Nueva Mayoría”, aunque señaló que podría utilizarse otro nombre. “¿Cuándo ganamos en primera vuelta? Cuando generamos una inmensa alianza política”, planteó.

“Un paraguas más grande”

Según supo la diaria en conversación con dirigentes del FA, la idea de hacer alianzas con movimientos nacionales y locales que están “desilusionados” del gobierno está planteada y “está abierta la posibilidad de abrir el paraguas y crear algo más grande”. Se afirmó que en algún plenario próximo habría que definir “cuál sería el nombre” de esa alianza.

En diálogo con la diaria, Nin Novoa recordó aquel acuerdo de 1994: “Nosotros veníamos de una historia, con muchos integrantes del PN, muy crítica con las actitudes del PN frente a temas relevantes como la ley de caducidad o la ley de empresas públicas”. Entonces se encontró “una sintonía muy estrecha” con Vázquez y se pensó en armar “algo que trascendiera al FA”. Si bien planteó que “sería positivo” que se lograra algo similar para 2024, reconoció que “las situaciones son distintas” y “los dirigentes son otros”, pero “hay que probar hacer el esfuerzo”.

Michelini, por su parte, dijo a la diaria que su sector plantea primero “la reflexión” sobre el tema “y después salir a conversar” con posibles aliados. “Supongo que hay sectores batllistas nacionales y departamentales y blancos independientes que no están de acuerdo con un gobierno herrerista, y entre el herrerismo y un proyecto frenteamplista igualitario que además se convierta en una especie de Nueva Mayoría, pueden elegir esto segundo”, señaló. El exsenador manifestó que “hay conversaciones” sobre el asunto y reconoció que, si bien “se puede ganar con el cuadro actual” del FA, “preferiría reforzarlo”.

Lo que por ahora no está del todo claro es cuáles son los sectores que podrían sumarse a ese “paraguas” más abarcativo que el FA. Uno de los que miran con buenos ojos esa idea, pero que además la propuso formalmente a Pereira, es Fernando Amado, director de Turismo de la Intendencia de Montevideo y líder del sector Unión de Izquierda Republicana (UNIR). El exdiputado del Partido Colorado se ha mantenido independiente pero en las últimas elecciones sumó para el esquema del FA.

En una nota que le presentó semanas atrás a Pereira, le planteó “ampliar las alianzas políticas, ensanchar las bases sociales y amplificar las voces ciudadanas”. En diálogo con la diaria, Amado señaló que la idea es generar un “espacio superador, amplificador de izquierda”, y dijo que actualmente “hay una cantidad de gente que no está cerca de las expresiones tradicionales” del sistema político partidario “y es absolutamente fundamental en clave democrática que haya sectores políticos que logren conectar con esa base ciudadana”. “No toda la izquierda está en el FA”, consideró.

Amado apuntó que, para esta idea que presentó, el FA es mano “porque es el partido de izquierda por excelencia”, pero planteó que es necesario que la alianza se haga “con tiempo” para acordar “cuáles son las reformas estructurales” que necesita el país. Sin embargo, aclaró que esta posibilidad no implica aliarse “con cualquiera, tiene que haber una base común de pensamiento”.

Por otro lado, el histórico sindicalista de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida Richard Read viene anunciando que trabaja en un proyecto político que probablemente no integrará ningún partido. En diálogo con la diaria, manifestó que está “conversando” con “votantes de distintos partidos”, aunque son “mayoritariamente del FA”, y que ve “con muy buenos ojos” que la coalición de izquierda “abra un paraguas más grande” que “junte debajo de él distintas formas de ver el mundo pero con coincidencias”.

En octubre de este año, el presidente de la coalición de izquierda, Fernando Pereira, había declarado a Búsqueda que el objetivo de la fuerza política es recuperar la mayoría parlamentaria, lo que “no necesariamente” implica ganar en primera vuelta. En este sentido, dijo que el FA “debería plantear acercarse a sectores que hoy no están” dentro. “Cómo se construye una política de alianzas es una cuestión que debería empezar ya el FA. Y que de hecho va a empezar rápidamente”, añadió.