La Junta Nacional de Drogas (JND) ve con buenos ojos el proyecto de ley que habilitaría el turismo cannábico del diputado frenteamplista Eduardo Antonini, que está siendo estudiado por la Comisión de Turismo de la cámara baja. Daniel Radío, titular de ese organismo, dijo ante los legisladores en la pasada sesión que es “crítico” con el título del proyecto porque “cuando uno va a otro país a tomar whisky no hace turismo alcohólico”, por lo que el concepto de turismo cannábico “el problema que tiene es que incrementa el estigma sobre el tema”.

Más allá de la parte formal del proyecto, el jerarca dijo que hay dos “problemas”. Por un lado, lo normativo y, por el otro, el práctico. En el primer caso, expresó que la normativa uruguaya estableció una “inequidad”, que es que las personas extranjeras no residentes parece que “no estuviesen” comprendidas en la ley, cosa que se “debe corregir”. “Nos parece muy bien que se corrija. Ahora, uno la podría corregir en un sentido o en otro. Como hay una inequidad y los extranjeros no residentes no pueden consumir, bueno, que no consuma nadie; alguna gente cree eso. No es posible porque sabemos que van a consumir igual”, dijo, según consta en la versión taquigráfica de la sesión del jueves 17, a la que tuvo acceso la diaria.

“La discusión en torno a si van a consumir o no van a consumir no es una discusión que nosotros podamos decidir. Lo que nosotros podemos decidir es en qué canales o a través de qué vías van a consumir. Lo que la historia demuestra es que por mucho que prohibamos, las personas acceden a las sustancias y las usan cuando quieren”, agregó.

Señaló que con el devenir de los años “va a parecer vergonzoso” que haya estado prohibido el consumo. “Alguna vez nos va a parecer una vergüenza. Nos va a parecer raro; nos va a llamar la atención que sabiendo que todo el mundo consume igual, nosotros lo prohibamos”, sostuvo, y agregó que se debe tener en cuenta que “todo el mundo” hace “uso de un derecho” cuando consume porque las personas “tienen derecho a elegir si consumen o no”. En todo caso, indicó, se puede sugerir lo que “nos parece desde el punto de vista sanitario, pero la decisión de consumir o no, siempre y cuando sea una decisión informada sobre los riesgos, debe ser libérrima”.

El “problema práctico”, en tanto, es que “no hay puestos de venta” de cannabis para los extranjeros que vengan, más allá de las farmacias o clubes cannábicos, donde no está permitido para extranjeros no residentes. Radío recordó que el cannabis que se vende en las farmacias cumple con determinados requisitos de controles físico químicos o biológicos que el cannabis que expenden los clubes “no cumple”. Según el titular de la JND, “no lo cumplen justamente porque no es para la venta al público”. “Nosotros pedimos al cannabis que se vende en las farmacias hasta características de packing, hasta habilitaciones del Ministerio de Salud Pública, que el cannabis que se expende en los clubes no tiene. Y no lo hacemos justamente por eso, es decir, porque no es para la venta al público. Digo esto vinculado a los controles”, indicó.

El otro problema se vincula a la “naturaleza” de los clubes, que son sociedades sin fines de lucro. Al respecto, Radío dijo: “Si yo voy a permitir que vendan, me parece que eso de alguna manera los desnaturaliza. Además, si yo permito que los extranjeros no residentes puedan ser socios, entonces tengo que dar un debate en torno a qué significa ser socio de un club. En teoría, se supone que el club, conceptualmente, es una apuesta a la mutualidad, a sociedades en las que gente contribuye mutuamente a una determinada empresa, que en este caso es producir y acceder al cannabis”.

Sin embargo, si habilitaran eso, Radío sostuvo que se estaría “develando otra historia, que es que en realidad sus socios serían cartera de clientes”. “Me parece que esa es una discusión más de fondo que nos estamos debiendo con respecto a la naturaleza jurídica”, añadió.

Por su parte, Gonzalo Maciel, integrante del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), señaló que “debe quedar claro” que la ley los deja “bastante encorsetados” con los puntos de venta del cannabis, porque la ley “habla de las farmacias”. “Si bien no está contemplado en este proyecto, eso es algo que debería abordarse desde el Poder Legislativo. Alguien debería contemplar la idea de sacar un poco ese corsé”, indicó, y agregó que desde el organismo que integra no tienen forma de decir que se “venda” en una reconocida franquicia de minimercados.

“La ley no lo permite. Por ello estamos enfocados en trabajar con las farmacias. No es un capricho; es a lo que nos obliga la ley. Lo digo para que se trabaje en otras comisiones o a través de otro proyecto de ley”, señaló.

Juan Ignacio Tastás, también del Ircca, dijo ante los legisladores que, según la consultora Cifra, cerca de 100.000 personas al año estarían ingresando por turismo a consumir cannabis si se abriera esa puerta. “Se hablaba de un aumento de 1.470 kilos anuales y se estaba tomando una base de 15 gramos por turista”, explicó.

Gama, la nueva variedad de cannabis con más THC que se pondrá a la venta en farmacias

Antes de fin de año se pondrá a la venta la nueva variedad de cannabis Gama, que tiene más tetrahidrocannabinol (THC), es decir, más psicoactividad. Según explicó Radío, “eso se estaría acercando más a los valores” que se detectan “como común en los clubes”.

A su vez, dijo que “si Dios quiere” posiblemente en 2023 pueda haber una cuarta variedad. “Es más: estamos armando el sistema para que pueda haber una oferta mucho más funcional y para que las personas que opten por consumir este tipo de producto puedan tener un abanico mucho más amplio de lo que había antes, algo muy sesgado, con solamente dos productos y un bajo nivel psicoactivo”, agregó.

De todas formas, aclaró: “nadie está buscando que la gente consuma más psicoactividad, pero el hecho concreto es que la iban a buscar por otro lado”.