Este martes, el presidente Luis Lacalle Pou anunció la concreción del proyecto Arazatí, mejor conocido como Neptuno, en una conferencia de prensa en la Torre Ejecutiva en la que participaron el ministro de Ambiente, Adrián Peña, el presidente de OSE, Raúl Montero, y la vicepresidenta del ente público, Susana Montaner. Lacalle Pou afirmó que la obra representa la mayor inversión en materia de agua potable y saneamiento de los últimos 150 años.

“Después de una larga peripecia que termina hoy, una etapa importante en el directorio de OSE, se ha aprobado el proyecto Arazatí”, dijo Lacalle Pou. Señaló que la inversión va a superar los 200 millones de dólares y que llegará a casi 500 millones de dólares en la etapa del saneamiento. Será “una inversión que hace a la seguridad de poder tener agua potable sin perjuicio de sequía, de fallas técnicas”, y suma “la posibilidad de tener saneamiento en una gran cantidad de pueblos de nuestro país, que va a alcanzar seguramente el número de 60”, sostuvo.

Peña, en tanto, detalló que prontamente se abrirá un llamado a licitación para la potabilización y el bombeo desde Arazatí hacia Montevideo. Con respecto a la financiación, señaló que en el modelo de negocio se plantea que el privado sea “quien diseña, financia, construye y mantiene la infraestructura que queda al servicio de OSE”, y que “hasta tanto no esté construida la infraestructura y al servicio de la empresa pública nacional, para que ella se encargue de la potabilización, el Estado no pagará nada; es decir, la gente no pagará nada”.

Además, el ministro destacó que se trata de una “iniciativa privada”, que implica una “ventaja para el grupo promotor pero que irá a competencia pública; por tanto, el número final surgirá de esa competencia pública y la posterior adjudicación”.

Ortuño informará este miércoles a la Mesa Política del FA

El director de OSE por el Frente Amplio (FA), Edgardo Ortuño, se manifestó en redes sociales tras el anuncio y criticó que no se tuviera en cuenta la advertencia de la academia sobre el impacto ambiental de la obra. “Gobierno aprobó Neptuno con cambios sustanciales y llamado a licitación, con 24 horas para su estudio, sin informes de técnicos de OSE. La Planta de Arazatí será más chica de lo previsto y la tubería de menor calidad”, indicó en una publicación en Twitter.

“Se harán menos obras con gestión privada, 300 millones de dólares más cara que la gestión pública. OSE operará y pagará U$U 40 millones por año al consorcio propietario de la planta por la disponibilidad de la infraestructura. Mal negocio, contrario al Plebiscito del Agua de 2004”, señaló. Por otra parte, aseguró que la obra no solucionará el problema de salinidad y agregó que “Neptuno no garantiza el abastecimiento de agua potable en veranos secos ni el déficit a 2045”.

Este miércoles Ortuño informará sobre el tema a la Mesa Política del FA y la coalición de izquierda dará una conferencia de prensa sobre las 17.00. En diálogo con la diaria, Ortuño adelantó que analizarán “todas las vías legales” y en su caso cuestionará “la formalidad de la resolución” ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Además, subrayó que “con este apuro” y en este “procedimiento desprolijo” los cambios que introdujo el quinto volumen del estudio de factibilidad, que se presentó el lunes, ni siquiera fueron presentados “a ninguna de las gerencias integrantes del grupo de seguimiento y de expertos que designó el directorio para asesorarlo en este tema”.

“Yo consulté a las gerencias respectivas y no tenían conocimiento de esta nueva entrega del informe de factibilidad técnica, nada más y nada menos que del proyecto Neptuno”, insistió. Por lo tanto, le parece “un procedimiento totalmente irregular e innecesario, porque no hay razones de urgencia que justifiquen eso”. Por último, Ortuño señaló que en el FA, además de analizar las acciones jurídicas, también examinarán las acciones políticas que podrán realizar, y no descartan un nuevo llamado a Peña para que comparezca ante el Parlamento.

FFOSE: es una privatización “en los hechos”

En tanto, Federico Kreimerman, presidente de la Federación de Funcionarios de OSE, gremio que se movilizó este martes durante la sesión del directorio para reivindicar su postura contraria a la iniciativa, dijo a la diaria que en la conferencia Lacalle Pou presentó el proyecto “como lo que no es”, porque dice que no es una privatización pero sí lo es “en los hechos”. “Se va a firmar un contrato con una empresa que va a hacer el proyecto en sí, el estudio ambiental, la obra, después va a mantener la infraestructura y le va a abrir la puerta a la OSE para que la opere; no deja de ser un contrato con privados”, sostuvo Kreimerman.

Agregó que no está claro que “una parte sea la que opere y otra la que lo mantenga”, y en el gremio se preguntan qué pasará cuando haya una falla, ya que “habrá una discusión sobre si fue un problema de operación o una falta de mantenimiento”. Además, subrayó que el directorio de OSE votó la aprobación del proyecto “sin avisar”, en una sesión extraordinaria y “trancando las puertas dentro del edificio central”. “Es decir, lo votaron encerrados, para que nadie pudiera saber qué votaban ni tampoco ir a quejarse. Si esto fuera algo bueno para el país y para OSE, no habría nada que ocultar ni habría que cerrar la puerta con llave para evitar críticas. Evidentemente, ellos saben que esto no es lo mejor para OSE”, finalizó.