En la tarde del jueves la Comisión Especial de Seguridad y Convivencia de la Cámara de Diputados recibió a integrantes de la Red Interbarrial Multisocial La Vida Vale y a vecinos del barrio El Monarca, por la situación de inseguridad que padecen. A la salida de la sesión, la vocera Beatriz Brites señaló que vecinos de distintos barrios se juntaron para reflexionar sobre seguridad y convivencia en el Cerro, La Teja, Peñarol, Colón, Nuevo París y varias zonas más, y en ese marco fue que surgió su preocupación.

“El planteo concreto que hemos traído no es sólo la [necesidad de] presencia del Ministerio de Interior [MI]: queremos tratar el tema de fondo, que es preocuparnos por la convivencia de los ciudadanos. Eso quiere decir que tiene que ver el MI pero no sólo, ya que también tiene relación cómo está viviendo el ciudadano, cómo convive con sus vecinos, y tiene que ver con la educación. Nos preocupa la vida del adolescente que no tiene nada que hacer y anda en otras cosas. Ahí la educación formal y no formal va a tener un compromiso con nosotros, porque hay que hacer un relevamiento sobre lo que está necesitando el adolescente para que no esté en algunos lados que dañan su vida”, subrayó Brites.

Agregó que los vecinos quieren trabajar con las instituciones y el Estado, y no quieren que el Estado les traiga “las cosas hechas”, por eso fueron ayer al Parlamento y se han “comprometido”.

En tanto, la vocera Elba Núñez dijo que uno de los problemas más graves que sufren en esos barrios es “la violencia en las calles, las balaceras, los asesinatos y la falta de respuesta del Estado”. Indicó que al “retirarse el Estado, otras personas u otras organizaciones ocupan esos espacios” y ellos quieren trabajar con el Estado “desde todos los barrios”.

Consultada sobre cuáles son las situaciones en las que “el Estado se retira”, puso como ejemplo que el centro de salud Ruben Misurraco, del barrio Marconi, está abierto de 7.00 a 14.00, por lo tanto, luego de esa hora “los vecinos que salen de trabajar no tienen respuesta” y deben “trasladarse hacia otros lugares, y a veces no hay medios para hacerlo”. Además, dijo que “si hay una balacera en la puerta, el CAIF cierra”, entonces, “el Estado se retira”. “Nosotros teníamos políticas públicas que trabajaban construyendo tejido social, pero han cambiado esas políticas y ahora no se trabaja así, sino en la individualidad de los ciudadanos, y eso ha afectado la convivencia en los barrios”, finalizó.