Del expediente de cancillería que la Justicia obligó a entregar al Frente Amplio se siguen desprendiendo detalles de la gestión del pasaporte que permitió al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset salir de Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde se encontraba preso tras intentar entrar al país con un pasaporte paraguayo falso.
Este martes, El Observador divulgó mails del abogado defensor de Marset, Alejandro Balbi, en los que se consignan las gestiones del jurista para lograr la entrega “urgente” del documento. Llegó a comunicarse con un diplomático uruguayo vinculado al fútbol, al igual que él, entendiendo erróneamente que era el embajador en ese país, cargo que ya no ocupaba.
Balbi le explicó la situación de su cliente, que tenía un abogado que sólo hablaba árabe y que estaba teniendo problemas de comunicación, y agregaba que “si bien él tiene antecedentes penales en el Uruguay, los mismos están cerrados y tengo copia de su certificado de buena conducta de julio de este año expedido por Policía Científica que así lo acredita”.
Tras ese malentendido, Balbi logró comunicarse con quien en ese momento era cónsul uruguaya en Emiratos Árabes, Fiorella Prado, quien se puso a disposición. Así, el abogado consultó por el nivel de “asistencia” que se le podía dar a Marset y si era posible la entrega del pasaporte uruguayo por parte del consulado, y aseguró que tenía el certificado de Policía Científica que corroboraba que sus antecedentes estaban “cerrados” y “no había ningún impedimento” para facilitar el pasaportez.
Luego, las gestiones entre Balbi y la cónsul continuaron por Whatsapp. A fines de octubre, el consulado fue a tomarle las huellas dactilares al narcotraficante y el 15 de noviembre, Balbi envió un oficio emitido en octubre de 2020 por el Juzgado de Crimen Organizado en el que se “daba por extinguida” la sentencia de Marset y argumentó que, con este documento, la “averiguación de paradero” que existía sobre el narcotraficante ya llevaba más de un año de caducada.
Con base en esto, e “independientemente de su litigio actual”, Balbi entendió en el mismo mail en el que envió el oficio que Marset tenía “el derecho de obtener dicho documento personal, del cual será portador una vez que recupere su libertad ambulatoria cuando la justicia local lo determine”.
Como ya se sabía desde agosto, la embajada de Emiratos Árabes había advertido sobre la inconveniencia de entregar el pasaporte a Marset. “Esta Sección Consular entiende que debido a que el Sr. Marset está imputado por falsificación de pasaporte de origen paraguayo, salvo opinión en contrario de la Superioridad, resultaría prudente aguardar a que el proceso judicial finalice para oportunamente tramitar el documento de viaje”, escribió la embajada uruguaya a la cancillería el 17 de noviembre.
Esto llevó a Balbi a comunicarse con la vicecanciller, Carolina Ache, para realizar las gestiones. Ache, justamente, había intercambiado dos semanas antes mensajes con el subsecretario del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, quien le había consultado por Marset, de quien se refirió como un “narco muy peligroso y pesado”.
“Hoy estuvimos en ambos Ministerios [Interior y Relaciones Exteriores] y el personal consultado no ve impedimentos para que se prosiga con la gestión y, una vez recibido el visto bueno por la Dirección Nacional de Identificación Civil, se expida el correspondiente pasaporte para, una vez emitido, ser enviado en valija diplomática a ese Consulado para que le haga entrega del mismo a su usuario”, exigió Balbi en un nuevo mail a Prado.
A fines de noviembre, el hermano del abogado, Carlos Balbi, solicitó que le entregaran el pasaporte, se exigió que Marset diera su autorización y se envió la firma desde Emiratos Árabes -con intervención diplomática- para habilitar esta medida “excepcional”. Luego Prado fue trasladada en enero a la embajada de San Francisco, en Estados Unidos. El caso de Marset llegó a su fin el 30 de noviembre cuando se hizo entrega del pasaporte y un familiar viajó a Uruguay para luego trasladarse a Emiratos Árabes a llevarle el documento. En enero, el narcotraficante salió en libertad y se mantiene prófugo.