Superada la mitad del período de gobierno y con miras al tramo final del mandato, la Confederación de Cámaras Empresariales, que nuclea a 27 gremiales del sector privado, pasó raya a los avances y temas pendientes en un documento que presentó el lunes ante buena parte del Poder Ejecutivo. El presidente Luis Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón, varios ministros y jerarcas asistieron al evento, que culminó con una foto conjunta.
“Transitando hacia un país cada vez más competitivo” fue el lema con el que se cerró la presentación, que hizo foco en un reclamo del sector exportador: “el atraso cambiario”. La Confederación no incluye a la Unión de Exportadores, pero igual tomó el pedido asociado a los efectos que tiene la caída del valor del dólar. “A ver si sienten la señal” en el gobierno, dijo un empresario al cierre del evento.
“La Confederación no reclama, propone”, aclaró su presidente Juan Martínez al tomar la palabra. Previamente, la economista Florencia Seré expuso un listado de asuntos prioritarios para el sector empresarial, algunos atendidos por la coalición de gobierno -se mencionaron varias medidas incluidas en la ley de urgente consideración-, otros que son reformas en marcha y algunos temas que siguen en el debe, según la visión empresarial.
“El documento es un balance, con las mejoras logradas en la actual administración”, pero también “con un mensaje al sistema político del necesario consenso” para impulsar reformas pendientes que procuran “mejorar el empleo y la inversión”, así como “el bienestar social y económico del país”, expresó Seré.
En la presentación, la Confederación plantea respecto al valor del dólar: “Durante 2022 se observó un preocupante proceso de apreciación del tipo de cambio real y el desalineamiento de esta variable en comparación con otros países emergentes y economías de la región, configurando un proceso de incipiente atraso cambiario”.
Este concepto, debatido entre los economistas, plantea que el valor actual del dólar no responde a los fundamentos globales de la divisa, sino que hay factores locales que frenan la cotización, o, en otras palabras, que Uruguay se vuelve más caro en dólares que otros países y afecta su competitividad. El dólar registra en el año una caída superior a 10% en la plaza local y el viernes llegó a su menor cotización desde inicios de 2020 al ubicarse por debajo de 39 pesos a nivel interbancario.
El lunes, en un comunicado, la Unión de Exportadores cuestionó la política del gobierno y planteó que las empresas que venden al exterior sufren “impactos”. “Uruguay ha sido un caso atípico en el mundo por la fuerte baja de la moneda estadounidense”, ya que “el tipo de cambio real global acumula un descenso de 11% en diez meses, lo que incide en una fuerte pérdida de competitividad”, dijeron los exportadores. A su vez, manifestaron: “Esperamos que las autoridades entiendan la gravedad de la situación y actúen en consecuencia”.
“Es necesario modificar el rumbo de la política monetaria que viene llevando adelante el Banco Central del Uruguay (BCU)”, indicó la Unión de Exportadores. Según supo la diaria, hubo contactos en las últimas semanas entre la gremial privada y las autoridades económicas por este asunto.
La mira apunta al BCU por la decisión que ha tomado en los últimos meses de subir la tasa de interés, que es una referencia sobre el valor del dinero, porque es lo que pagan los bancos por obtener liquidez a un día de plazo. Al subir su nivel se busca contener la inflación mediante el manejo del dinero circulante, y como contracara esto aprecia el valor del peso uruguayo, es decir que empuja a la baja al dólar.
Tomando como indicador el tipo de cambio real global efectivo, que releva el BCU, el actual nivel se encuentra 30% por debajo del promedio entre 2000 y 2022, lo que mostraría un atraso cambiario, como plantea el sector privado.
Al hablar a finales de noviembre del tema, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, planteó: “Las comparaciones del precio del dólar entre países son muy difíciles de hacer”, y atribuyó la baja de la cotización a “una enorme oferta de dólares de los exportadores”, es decir que “lo que es bueno en términos de exportaciones se convierte en este obstáculo para que el dólar tenga un nivel más alto”.
En el documento de la Confederación, si bien se valora “el manejo flexible de la política monetaria y cambiaria en 2020 y 2021”, se plantea que “una eventual caída” de los precios internacionales de los productos que exporta Uruguay “debería ser amortiguada por una política monetaria más flexible que promueva una depreciación real de la moneda [proceso que implica una suba de la cotización del dólar]”.
Informalidad y más
El documento de la Confederación de Cámaras Empresariales menciona que “no se perciben avances en el control del informalismo”. Se indica que “este problema volvió a ser una gran fuente de preocupación, en particular para los departamentos de frontera y las zonas turísticas”. La economista Seré dijo que “es clave aumentar la fiscalización” sobre el empleo informal, que “se profundizó en pandemia”.
Algunas otras propuestas de la organización que junta a las gremiales son: concretar la reforma de la seguridad social que promueve el gobierno; “ajustes en la política tributaria”, por ejemplo “un alivio” en el impuesto al patrimonio; “adecuar la plantilla” del Estado, incluyendo las intendencias; crear un fondo de estabilización para evitar saltos en el precio de los combustibles, y sumar “preferencias” para la industria local en las compras públicas.