El primer ministro de Israel, Yair Lapid, envió el martes una carta a más de 50 líderes mundiales, entre ellos el presidente Luis Lacalle Pou, para pedir que se opongan a la resolución que se votará en la ONU para que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se pronuncie sobre el accionar de ese país, consignó la agencia española Efe.

Según sostiene el primer ministro en la misiva, “esta resolución es el resultado de un esfuerzo concertado para señalar a Israel, desacreditar nuestras legítimas preocupaciones de seguridad y deslegitimar nuestra propia existencia”. La carta la recibieron Lacalle Pou, el brasileño Jair Bolsonaro, el peruano Pedro Castillo, el francés Emmanuel Macron, así como los líderes de Reino Unido, Croacia, Rumania, Bulgaria, Vietnam, entre otros.

la diaria intentó comunicarse con la cancillería para saber qué postura adoptará Uruguay pero no tuvo respuesta.

El 11 de noviembre, con una mayoría de 98 votos a favor y 17 en contra, se aprobó en la ONU una resolución en la que solicita a la Corte Internacional de Justicia pronunciarse sobre los efectos de la “ocupación ilegal y colonización de territorios palestinos por parte de Israel”. En las próximas semanas se someterá nuevamente a votación en la Asamblea General.

Ese día se trataron seis resoluciones; en cinco, Uruguay se abstuvo y en la restante votó favorablemente. En las que se abstuvo, se promovía “operaciones del organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente” y “asistencia a los refugiados palestinos”, y se denunciaba “prácticas israelíes que afectan a los derechos humanos del pueblo palestino en el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental”; “el Golán sirio ocupado” y “los asentamientos israelíes en el Territorio Palestino ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y en el Golán sirio ocupado”. En cambio, Uruguay apoyó la resolución que versaba sobre “bienes de refugiados de Palestina y rentas devengadas por ellos”.

Para Lapid, el “estatus de territorio en disputa debe estar sujeto a negociaciones directas entre Israel y la Autoridad Palestina”, por lo que consideró que “llevar el asunto ante la CIJ contraviene este principio aceptado por la comunidad internacional y le hará el juego a los extremistas”.

Embajadora palestina: “No podemos ser la excepción a toda regla”

La embajadora palestina en Uruguay, Nadya Rasheed, señaló que ha sido una “constante” por parte de Israel pedir a los países que no apoyen las resoluciones sobre Palestina “que afirman los principios y las normas del derecho internacional y los derechos humanos”. En diálogo con la diaria, dijo que desde Israel se busca hacer ver estas resoluciones como un “problema, pero no las violaciones y crímenes que cometen de forma deliberada y sistemática como potencia ocupante contra el pueblo palestino”.

De hecho, dijo que Israel “demanda de manera agresiva y arrogante” que los países le permitan actuar como un Estado “por encima de la ley, y que se le dé vía libre una y otra vez, para pisotear los derechos de nuestro pueblo sin consecuencias”.

Rasheed indicó que para Palestina es “importante” afirmar que lo “único que buscamos es que el derecho internacional se respete de palabra”. “No podemos ser la excepción a toda regla. Esto es una cuestión de equidad y justicia, y es existencial no sólo para nosotros, sino también para el orden internacional basado en el derecho, que está tan amenazado y que todos debemos defender, incluyendo países como Uruguay, que siempre ha defendido el Estado de derecho”, añadió.

Presidente Comité Central Israelita: “No pudieron aniquilar Israel”

Por su parte, Gerardo Stuczynski, presidente del Comité Central Israelita, dijo a la diaria que cuando las Naciones Unidas propusieron la partición de Palestina, los palestinos no aceptaron la creación de dos Estados: el judío –Israel– y el árabe que “podría haberse llamado Palestina nunca existió” porque los árabes y palestinos “nunca lo aceptaron”. Recordó que en ese momento se inició una serie de “guerras terribles” en las que los árabes “no pudieron aniquilar a Israel” y “tirar a los judíos al mar como ellos mismos propulsaban”.

Indicó que en los últimos años se asiste a una “guerra diplomática” que tiene “algunos instrumentos que engañan a Occidente, porque hablan de paz pero en realidad siempre estamos ante el mismo problema, y es que los palestinos y muchos de los países árabes no aceptan la existencia de Israel porque la propuesta de partición implicaba dos Estados para dos pueblos que tenían que convivir, uno al lado del otro y en paz”. El asunto, sin embargo, “es que los palestinos no quieren vivir en paz al lado de un Estado judío, sino que quieren vivir en paz en lugar de un Estado judío y de Israel”.

Stuczynski opinó que el mundo les “sigue el juego” a los palestinos porque, por ejemplo, la Asamblea General de la ONU votó que se conmemoraba la Nakba, que significa “catástrofe”, utilizada por el pueblo palestino como éxodo. “¿Cuál es la catástrofe? Ellos dicen que es la situación del pueblo palestino, lógico, pero en primer lugar los refugiados judíos fueron acogidos por Israel; la catástrofe de los palestinos es porque ellos no fueron recibidos por nadie, y además ¿por qué sucedió la catástrofe? Porque no aceptaron vivir en paz al lado de un Estado judío”, expresó.

En ese marco, dijo que los líderes mundiales “no están tan engañados”. En definitiva, agregó que “por intereses o lo que sea, el mundo les sigue el juego”, lo que se traduce en “perjudicar” las “posibilidades reales de paz”: “Al darles victorias diplomáticas alejan la paz. Esto en el sentido de que la paz sólo se puede alcanzar cuando haya negociaciones bilaterales entre las dos partes, no en foros internacionales que lo único que hacen es condenar a Israel y no tiene ningún efecto en la práctica”.

“Los cambios de postura del gobierno parecen confusos y no congruentes”, planteó Rasheed

La embajadora de Palestina sostuvo que se comprometieron al “más alto nivel”, junto con el Grupo Árabe, en “tratar de entender” las razones del cambio de postura del gobierno uruguayo sobre la situación palestina-isrealí: “Estos cambios nos parecen confusos y no congruentes con la postura tradicional de Uruguay. Pero no nos detendremos; creemos que Uruguay es parte del consenso internacional en estos temas”.

Señaló que, por su parte, seguirán convocando a todos los países “amantes de la paz”, incluido Uruguay, porque “siempre ha sido un defensor de los derechos humanos y de la aplicación de la ley”. Además, sostuvo que los Estados “deben diferenciar entre Israel y los territorios que ha ocupado desde 1967; no deben reconocer ningún cambio en las fronteras anteriores a 1967, incluso en lo que respecta a Jerusalén”.

En ese marco, dijo que insistirán en que Lacalle Pou abandone su intención de abrir una oficina de innovación y comercio en Jerusalén.

En cambio, Stuczynski sostuvo que los que votan a favor de Israel “son muy poquitos” y que “lo máximo que hace un país con un mínimo de dignidad es abstenerse”. En ese sentido, indicó que “automáticamente”, en muchas votaciones, Uruguay levantaba la mano junto con la mayoría que todos “votan en contra y listo”.