El presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, habló este lunes sobre el hecho de que la fuerza política perdió la posibilidad de conducir el Congreso de Intendentes en 2023, luego de que el Partido Nacional rechazara la propuesta de dividir el período para que tanto Yamandú Orsi como Carolina Cosse pudieran estar al mando. “Se logró llegar a un acuerdo, capaz que el acuerdo no es bueno, tal vez cometimos un error. De hecho, considero que hay que hacer autocrítica y ver si no fue un error, en principio parto de la base de que sí lo fue”, expresó.

En diálogo con Nada que perder, de M24, Pereira apuntó que “el plan A” que llevó el FA era producto de un acuerdo entre los tres intendentes frenteamplistas y la presidencia de la fuerza política, e insistió en que la división del período ya se había dado en el pasado. Sin embargo, reconoció que “capaz que tendríamos que haber tenido un plan B, no dejar de plantear nuestra aspiración, que es que fueran los dos seis meses, pero si no salía tener otro plan”.

Según adelantó, a la interna del FA se estudiará esta situación, pero en lo personal aseguró: “Si nuestros compañeros del interior nos hicieron una crítica fuerte, implica que tenemos que reflexionar y admitir el error: lo que pasa es que hay que buscar dónde está el error, y está en que siempre fuimos abiertos a buscar soluciones para los demás partidos políticos del Uruguay en el Congreso de Intendentes y, como Yamandú y Carolina son posibles candidatos, trancaron todo; capaz que hay que perder la ingenuidad y que haya reglas de juego claras”.

“Nos equivocamos, pero no hubo desacuerdos, ni mal clima ni falta de solidaridad. En la reunión estuvimos cinco personas, los tres intendentes, Verónica Piñeiro y yo, y hubo un clima fantástico, de llegar a acuerdos, hubo generosidad y amplitud y llegamos a la conclusión de que esta era la herramienta. Pensamos que no había que tener un plan B. Si me equivoqué, no puede haber otra cosa que decir: ‘Disculpas, compañeros, hay que seguir trabajando’”, señaló Pereira.

El presidente del FA descartó que haya un costo político, sino que se generaron consecuencias a la interna del bloque y por eso se propone analizar lo sucedido. “No para que no vuelva a pasar, sino para saber que estamos enfrentando temas que pueden ser leídos de maneras diferentes a lo que pasó. Si la lectura es que Yamandú y Carolina no se pusieron de acuerdo, es una lectura que no es real, pero que hace daño”.

“Estamos ante un gobierno que se agotó”

Pereira también analizó la coyuntura política y opinó que casos como el del exjefe de la custodia presidencial Alejandro Astesiano y el del narcotraficante Sebastián Marset le hacen daño al gobierno y sobre todo al país.

A su entender, “la actitud del gobierno es de cero política. Estamos ante un gobierno que se agotó: al presidente lo veo agotado, desconsolado, muy incómodo, la gente está incómoda, los votantes de Lacalle están incómodos, su gobierno está defraudando en lo económico, salarial, educativo y en estos actos que hacen a la transparencia y salud democrática de un país”.

Para Pereira es necesario que la Justicia avance en las diferentes causas y, tal como lo ha dicho el oficialismo, dijo que hay que esperar a esas conclusiones. Sin embargo, apuntó que “lo que es cierto es que hubo espionaje, que hubo un negocio con pasaportes, que se armó una organización para delinquir en el cuarto piso de Presidencia y nadie se dio cuenta”.

Asimismo, aseguró que no comparte la evaluación que hace el gobierno de los últimos años de gestión y en particular señaló la actitud del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, quien tras el último Consejo de Ministros apuntó al Frente Amplio por la forma en la que ejerce la oposición.

Al respecto, Pereira comentó: “No comprendo la actitud ofensiva de Mieres, porque realmente nos conocemos hace mucho tiempo, ha sido un ministro que desde mi punto de vista ha cumplido una labor destacada en este gobierno, ha mantenido los Consejos de Salarios, un diálogo abierto con el movimiento sindical, con resultados negativos producto de la política económica, pero con soluciones; pero luego tiene una actitud hostil, como si nosotros estuviéramos haciendo cosas terribles”.

“En Uruguay lo que estamos haciendo los frenteamplistas, como partido principal de la oposición, es oponernos con una responsabilidad que creo que en ninguna otra parte del mundo pasaría. Si escándalos de este tipo se dieran en otra parte del mundo el presidente estaba en medio de un juicio político”, lanzó. Pereira destacó que el Frente Amplio no ha tomado esta línea de acción porque cree “que hay que preservar la salud democrática, que está dañada”.