En el Consejo de Ministro de este lunes, el presidente Luis Lacalle Pou hizo un balance de lo alcanzado por el gobierno este año y marcó una proyección de cara a 2023. A pesar de destacar los logros de la coalición, también marcó que su figura fue el blanco de las principales críticas.

El presidente les confesó a sus ministros que se arrepiente “todos los días” de haber contratado a Alejandro Astesiano, exjefe de Seguridad de Presidencia, actualmente imputado por delitos relacionados con la falsificación de documentos y el tráfico de influencias. Asistentes a la reunión dijeron a El Observador y El País que para el presidente fue un “muy buen año” para el gobierno, pero “no tanto” para él.

Según el presidente, todas las críticas por este caso estuvieron dirigidas a él, por lo que el impacto estuvo en su figura y persona, y no en la imagen del gobierno. Por eso, Lacalle pidió a sus ministros que se centren en comunicar mejor los logros que han alcanzado y que proyecten continuar esa línea hasta el fin del mandato.

No es la primera vez que el mandatario asume que fue “un error” la contratación de Astesiano y centra las responsabilidades únicamente en su persona. De hecho, la semana pasada en Colonia, en una rueda de prensa, dijo: “Obviamente cometí un error, y pasado el tiempo y conocidos más elementos, ese error queda más marcado”.

Tras el Consejo de Ministros, el portavoz del gobierno fue Pablo Mieres, titular del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Respecto del caso Astesiano apuntó contra el discurso que ha mantenido el Frente Amplio (FA). Según dijo Mieres, para los integrantes del Poder Ejecutivo, el FA “encara estos temas de forma lamentable”, porque lo hace “con acusaciones sin pruebas, con sumatoria de agravios gratuitos al gobierno, disparando acusaciones genéricas, cuando en realidad todo este proceso está en manos de la Justicia”.

Mieres afirmó que “es una barbaridad” el hecho de “decir, por ejemplo, que desde que volvimos a la democracia esta es la situación más grave desde el punto de vista institucional”, cuando “ellos”, en referencia al FA, “tuvieron un vicepresidente que renunció por corrupto”. Según el ministro, la oposición de ese entonces respondió ante la situación “con respeto”.