“Saquen buenas fotos que acá está el campeón del mundo”, dijo entre risas en la previa de la cumbre del Mercosur el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, en alusión a las selecciones de Argentina y Brasil, que ya pasaron los octavos de final y buscan un puesto en las semifinales para pelear por el Mundial de Qatar. “Dios te oiga”, le respondió Alberto Fernández, el presidente argentino, mientras que el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, sólo sonrió.

El fútbol y la Copa del Mundo, que sigue sin Uruguay, estuvieron presentes en la reunión de este martes en el marco de la 39ª Cumbre del Mercosur, a la que asistieron los presidentes de los países miembros, excepto Brasil, puesto que asistió su vicepresidente, Hamilton Mourão, en nombre de Jair Bolsonaro, quien ya prepara las valijas para irse del Palacio de Planalto y cederle su lugar a Luiz Inácio Lula da Silva.

La instancia de este martes fue antecedida por un cruce entre Santiago Cafiero, ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, y Francisco Bustillo, canciller uruguayo, que por un quebranto de salud no pudo participar en la segunda instancia, donde Uruguay iba a insistir en que los socios lo dejaran avanzar unilateralmente en otros acuerdos con países y regiones.

“¿Vamos todos juntos?”

“Esta cumbre estuvo antecedida por muchas noticias grandilocuentes; en este caso, se generaron muchas hipótesis de que esta reunión del Mercosur iba a generar más conflictos que acuerdos, pero estoy seguro de que nadie se tomó un avión para venir a nuestro país a generar más conflicto”. Así inició su discurso el anfitrión, quien hizo hincapié en que Uruguay no quiere romper con el Mercosur, sino que el bloque avance en un tratado de libre comercio (TLC) con China o el país que sea. Sin embargo, sus socios, en especial Argentina, le manifestaron que se trataba de una postura equivocada.

Para Lacalle Pou, los mandatarios no pueden liderar el bloque “con una cabeza de principios de los 90”. En ese sentido, admitió que se llegó a la cumbre con “tensiones”, pero apuntó que era hora de buscar un “justo equilibrio”. El presidente recordó que Uruguay ha “sincerado” su posición desde el primer momento de su mandato, que lo destacó en la última cumbre realizada en Asunción y lo repitió en esta oportunidad: “Lo que mueve la política exterior de Uruguay es abrirse al mundo. Uruguay necesita y tiene vocación de abrirse al mundo; por supuesto que si vamos en grupo es mucho mejor, por supuesto que si le ofrecemos al mundo un mercado como el de los cuatro países vamos a tener mayor poder negociador, eso es lo que buscamos, pero lo que no estamos dispuestos es a quedarnos quietos”, advirtió.

En esta línea, puso el ejemplo del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE): “el que se queda quieto se atrasa y por eso la propuesta de nuestro país ha sido siempre que se termine el acuerdo con la UE”, dijo, y subrayó que “no podemos estar 25 años para firmar un acuerdo, no es serio, no es creíble en el mundo real, por eso pretendemos seguir ampliando las posibilidades del Mercosur”.

Segundos más tarde, Lacalle Pou se refirió a las conversaciones bilaterales que Uruguay ya mantuvo con otros países y bloques como China, Turquía y el acuerdo del Transpacífico. Advirtió a los mandatarios de los países que se continuará en esa línea, pero destacó que la idea es salir en unidad: “vamos a mirar al costado y preguntar: ¿vamos?, ¿vamos todos juntos?”, afirmó.

El lunes, cuando se vieron cara a cara los cancilleres de los estados miembros, Cafiero habló de “ruptura” del Mercosur, luego de que se entendiera que Uruguay viola la normativa al iniciar acuerdos bilaterales. Sin embargo, Lacalle Pou señaló que no es así: “No se trata de ruptura. Hay que sacar del imaginario colectivo nuestro hablar de ruptura, se trata de resolver tensiones”.

Esas tensiones también se alimentaron de la decisión de Argentina y Brasil de hacer acuerdos arancelarios, motivo de queja de Lacalle Pou, quien planteó que no es sólo Uruguay quien estaría violando la normativa: “En los últimos meses existieron dos bajas del arancel externo común y no fueron por consenso, porque a determinado país del bloque le servía, y está bien, no podemos ser obstáculo para que los países progresen”.

Las reglas y las comparaciones con el fútbol

El llamado de Lacalle Pou a “sincerarse” obligó a su par argentino a que dejara en parte de lado el discurso que había escrito para responderle. Fernández remarcó que el mundo ha vivido “tiempos complejos”, en especial el período de la pandemia, donde quedó expuesta la “fragilidad” del sistema de algunos estados. A modo de ejemplo, planteó que 90% de las vacunas quedaron para servir a la población del “mundo central” y que la periferia recibió tan sólo 10%. “Querido Luis –así, sin tapujos–, no tengo la impresión de que el mundo siga como vos decís”, le espetó.

Señaló que el Mercosur tiene que “potenciar” su mirada en los “dilemas que nos somete el presente”, y dijo creer “firmemente” en “unir esfuerzos”. Sin embargo, apuntó que el “gran problema” que tiene el bloque son las “asimetrías que tienen sus socios”. “Nunca nos sentamos” para ver cómo limar esas salvedades, lamentó.

Tal como estaba previsto, apuntó en especial al presidente uruguayo por no cumplir las reglas básicas del bloque, y lo equiparó con el fútbol. “La regla del Mercosur es que esos acuerdos deben tener otro mecanismo de tratamiento. Decías que no había que romper el bloque, pero si alguien incumple se está rompiendo. Las reglas del Mercosur hoy dicen algo distinto y eso tenemos que respetarlo”, afirmó, y lo ejemplificó con que un marcador central agarre la pelota dentro del área, porque es penal: “El marcador puede decir que esa es la manera que tiene él de jugar al fútbol, pero no es así. Cuando jugás al fútbol hay reglas, y hay que respetarlas”.

Al cierre de su discurso, antes de cederle la palabra a Mourão, Lacalle Pou indicó que se debería cambiar el formato de la cumbre: “Quiero que sea con debate para ir y venir; y ya que hablamos en tonos futbolísticos, me gustaría ver el VAR para saber quién ha incumplido las reglas”.

En tanto, el vicepresidente saliente de Brasil apuntó que están dispuestos a “discutir” las distintas formas de negociación observando siempre la regla del consenso y los estatutos originarios que dieron nacimiento al bloque en 1991, mientras que el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, indicó los desafíos que tienen en el proceso de integración y aludió a las decisiones unilaterales, por ejemplo, las reducciones de aranceles comunes. “Son temas que tenemos que abordar con sinceridad”, indicó.

Una vez que asumió la presidencia pro témpore del Mercosur, Fernández indicó que se lleva “tareas para el hogar” y que se puede llegar a revisar la normativa del bloque, pero discrepó nuevamente con Lacalle Pou en el hecho de que Argentina y Brasil hayan hecho acuerdos internos sin consenso. Asimismo, insistió en que es una deuda pendiente solucionar las asimetrías y añadió que se debe asumir que son países “distintos”.

“Yo quiero que a Uruguay, Brasil y Paraguay les vaya bien, así nos va bien a todos. Con ese compromiso asumo”, apuntó. Minutos más tarde, Lacalle Pou dijo que Fernández entró en debate, cosa que le “gusta más que el dulce de leche”. “La ayuda es siempre bien recibida”, respondió a su par argentino, pero dejó clara la postura uruguaya y en ello insistirá: “Si no se quiere ir juntos, la única manera de dejarnos es dejarnos ir unilateralmente”.

La idea de Lula de crear un banco central común tiene el visto bueno de Argentina pero no de Uruguay

La idea del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de crear una moneda y un banco central común cuenta con el visto bueno de Argentina, pero no así de Uruguay. Lacalle Pou descartó esa propuesta porque “hablar de esos temas es, cuando ni siquiera estamos caminando, hablar de correr, cuando vemos las dificultades monetarias en los países, es avanzar más de los que debemos”.

Sin embargo, Fernández expuso que “no es una locura” ni para Brasil ni Argentina pensar en un banco central común. En ese sentido, deslizó que hablan bilateralmente de esta idea porque lo que más quieren “es potenciar nuestro comercio”: “Me importa comprarles más a Uruguay, Paraguay, Bolivia, que a otros países extrazona. Eso lo tenemos que discutir, no ver el modo de que tome impulso propio para ver cómo sigue su vida”, planteó.