Con la presencia del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y el presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Ricardo Pérez Manrique, entre otros jerarcas, la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia celebró el día internacional homónimo, que fue el 10 de diciembre.
En la presentación en Torre Ejecutiva, la directora de la secretaría, Sandra Etcheverry, apuntó que tienen una “reestructura muy importante que hacer”. En ese sentido, anunció que trabajan “muchísimo” para que en el segundo semestre de 2023 se presente el plan nacional de derechos humanos, un “debe que tenían las administraciones desde 1993”, año en que se firmó ese compromiso.
“Estamos comprometiendo a todas las instituciones del Estado para firmar compromisos de los diferentes planes que hoy ya se están instalando en el país”, indicó, y agregó que este plan está bastante avanzado y que hacen partícipes a la sociedad civil para que “pueda tener su voz”: “hemos recorrido el país para ver el territorio y hablamos con diferentes países. Es un compromiso irrenunciable”, aseguró, y estimó que la próxima administración podrá retomarlo y mejorarlo.
Por su parte, Delgado centró su oratoria en lo que dejó la pandemia. Ante los presentes, sostuvo que los últimos tres años “no fueron años cualquiera”, porque estuvo dedicado a la gestión de la pandemia, que fue la primera “globalizada del mundo”: “Tuvo afectación sobre lo sanitario, pero también lo tuvo en lo político, social y económico”, indicó, y aseguró que, evidentemente, tuvo mucho que ver con la afectación de los derechos, en especial, el del acceso a la salud. En ese sentido, recordó que se invirtió en respiradores, la ampliación de CTI y que las gestiones a alto nivel derivaron en que las vacunas contra la covid-19 llegaran “en tiempo y forma”.
En su viaje a Washington, en Estados Unidos, Delgado dijo que distintas autoridades, tanto de ese gobierno como de otros organismos, les dejaron en claro que quedó “muy patente” el “manejo” de la pandemia y que valoraron el rol del Grupo Asesor Científico Honorario. A su vez, valoró el concepto de “libertad responsable”: “Es el uso de la libertad como derecho humano fundamental, sabiendo que la conducta de cada uno condicionaba la salud de todos”.
A modo de cierre, aseguró que este gobierno avanzó en el fortalecimiento de otros derechos, “dándole relevancia con los derechos básicos de una democracia”, como la “libertad de prensa, derechos sexuales, religiosos, de la niñez, la alimentación –vaya si se hizo un esfuerzo en ese sentido– y las mujeres”. Respecto de este último, dijo que, “por primera vez en la historia”, se consiguió un préstamo de cinco millones y medio de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo para destinarlo sólo a políticas de género.