Los coletazos globales de la invasión de Rusia a Ucrania y los temores a nivel mundial por las consecuencias del conflicto bélico continúan pese al paso de los días. En Uruguay, el gobierno estudia algún “mecanismo” para evitar que la suba de los precios internacionales lleve a una mayor inflación a nivel interno, aunque no adelantó qué opciones maneja. El presidente Luis Lacalle Pou sí dijo que “la práctica de este gobierno no es la fijación de precios”.

El analista de CPA Ferrere Giuliano Cantisani dijo a la diaria que “el gran impacto” del conflicto bélico en los precios internacionales responde a que “Rusia es el tercer mayor productor de petróleo” del mundo, “es uno de los mayores productores de fertilizantes”, y además ambas naciones “acumulan casi 30% de las exportaciones mundiales de trigo”. A raíz de las tensiones, “los precios de estos bienes se han disparado en las últimas semanas”.

Cantisani repasó que el precio del barril de petróleo Brent, pese a haber retrocedido ayer, “permanece por encima de los 110 dólares, cuando a inicios de febrero se ubicaba por debajo de los 90 dólares y ha aumentado 45% desde el comienzo del año”. Esto impacta en Uruguay, como país importador de combustible: “El gobierno subió los precios de los combustibles en febrero y marzo, pero sin trasladar todo el aumento de los costos al precio de venta al público. En la actualidad la brecha sería superior a 10%, por lo que existe una presión significativa sobre los combustibles”, señaló el economista.

Por otro lado, el precio de los fertilizantes creció más de 30% desde la semana previa a la invasión rusa, lo que “genera presiones adicionales sobre los costos del sector agropecuario” y puede llevar a un incremento “del precio de los alimentos” en el mercado local. A su vez, al subir el precio del trigo también habrá una afectación en el valor de los productos panificados. Según informó El Observador, a nivel de los molinos se prevé una suba de 20% de la harina, lo que repercutiría en un alza de 10% en los panificados.

“Hay que tener en cuenta que los alimentos representan casi 30% de la canasta que compone el índice de precios del consumo [IPC], por lo que estas presiones alcistas impactarán de forma significativa sobre la inflación, la cual fue de 8,9% en febrero”, expresó Cantisani.

A eso se refirió este miércoles al hablar en rueda de prensa el presidente: “Tenemos que salir a proteger que esta inflación de precios no repercuta en la canasta básica”. Lacalle Pou informó que tuvo una reunión el lunes con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, así como también estuvo en contacto con la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, que se encuentra en Paraguay y le mandó un documento con diferentes propuestas para estudiar.

“El tema es el siguiente: hay algunos sectores, sobre todo los de materias primas, que se van a ver beneficiados fuertemente con los precios; al mismo tiempo, esos mismos sectores pueden llegar a tener un aumento importante en los costos, el combustible, pero [también] las materias primas utilizadas para los fertilizantes”, afirmó el mandatario.

Lacalle Pou adelantó que desde el gobierno buscan mecanismos para que “el consumidor final no vea alterados fuertemente los precios”, siempre “sin perjudicar al sector productivo”. Descartó que exista una “fijación de precios”, pero comentó que hay “otros mecanismos que pueden ayudar a balancear y regular este aumento, que tampoco sabemos cuánto va a durar porque no sabemos cuánto va a durar el conflicto, pero más vale estar prevenido y preparado en caso de que se dispare, como ha pasado en otras partes del mundo”.

En concreto, anunció que se estudian “un par de caminos; los estamos eligiendo, porque hay más de un ministerio que tiene voz en esta mesa, además del presidente”.

Lacalle Pou recibió pedido de trabajadores de Calcar

Al visitar Carmelo este miércoles, el mandatario recibió el mensaje de los trabajadores de la empresa lechera coloniense Calcar, que vive una compleja situación financiera y está imposibilitada de exportar sus productos a Rusia, uno de sus principales clientes. Este inconveniente provocó que en marzo la empresa deba efectuar el pago de los salarios de los trabajadores en forma fraccionada.

Uno de los trabajadores le explicó a Lacalle Pou que Calcar tiene dos plantas con 300 trabajadores y 105 productores medianos y pequeños: “Necesitamos un oxígeno de Presidencia, una ayuda, un pulmón que nos permita seguir con el laburo”.

Lacalle Pou le respondió que el Banco de la República (BROU) “le está buscando la vuelta” para resolver las obligaciones que tiene Calcar con la institución. Ante los medios, el presidente dijo: “Calcar tiene un tema estructural y coyuntural. Tiene algunos créditos con la banca pública y alguno con instituciones financieras privadas; el BROU está dispuesto a dar un apoyo específico en este caso, hay que ver lo que pasa con la banca privada”.