Ancap informó este miércoles que pudo detener una posible amenaza al sistema que “gestiona el expendio de combustible a vehículos oficiales y la información relacionada con ubicación y rendimiento de los mismos”, ya que “se detectaron líneas de código anómalas en el software”.
“La amenaza detectada detiene, en una fecha futura, el normal funcionamiento de ambulancias, patrulleros y otros vehículos destinados a servicios críticos”, señala el comunicado. En una rueda de prensa el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, dijo que en total unos 18.000 vehículos podrían haber sido afectados, unos 16.000 del Estado y 2.000 de flotas particulares.
“Detectamos códigos de fuente maliciosos en el cual deliberadamente, a una fecha a futuro prefijada, el sistema va a empezar a generar demoras en el despacho de combustibles en los autos que llegan a las estaciones de servicio Ancap y va a falsear el posicionamiento satelital de los vehículos. Eso, multiplicado por la cantidad de transacciones realizadas en un día, rápidamente lleva al colapso del sistema”, explicó Stipanicic.
En el comunicado la petrolera estatal afirma que a la Distribuidora Uruguaya de Combustible (Ducsa) le “dispusieron un plan de contingencia para asegurar la normalidad del abastecimiento a los vehículos y la mínima distorsión posible en los sistemas de gestión satelital”.
Según adelantaron, se está trabajando “en la revisión de todos los aspectos de seguridad y operación para determinar eventuales problemas mientras se realiza la transición hacia la implementación de un nuevo sistema de control vehicular y gestión de flota que se estima tener funcional en el mes de agosto”.