Por unanimidad, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores aprobó este lunes una minuta de comunicación para solicitarle al Poder Ejecutivo la exoneración del impuesto al valor agregado (IVA) a 19 alimentos por seis meses y generar “acuerdos con la cadena de distribución y comercialización de los productos”, con el objetivo “de reducir los márgenes de ganancias que se obtuvieron” y “así mantener dentro de los límites aceptables el precio de venta al público”. La medida surgió de Cabildo Abierto (CA), en un marco de preocupación del sistema político por la alta inflación y la caída del poder adquisitivo registrada en los últimos dos años.

Si bien la minuta contó con el apoyo de todos los partidos, eso no significa que haya consenso en que este tipo de medida sea la más eficaz: el senador nacionalista Sergio Botana, por ejemplo, dijo a la diaria que el consenso estuvo en “hacerle llegar al Ejecutivo” la minuta de CA, pero aseguró que “la mayoría de los legisladores” están “en contra de lo que dice esa solución” y prefieren “otros caminos”, por lo que lo calificó sólo como “un gesto”. “Ese tipo de soluciones no me gustan. Esos acuerdos de precios terminan en desabastecimiento, en otro tipo de distorsiones, o en falta de control o pérdida de calidad de los productos que se ofrecen”, analizó, y propuso que, en cambio, una verdadera solución puede ser “habilitar la importación de productos, terminando con las exclusividades y con algunos excesos de regulación de nuestros organismos públicos, que encarecen la producción que ingresa”.

En tanto, Sebastián da Silva, también senador del PN, dijo que tiene sus propias medidas “antiinflacionarias”; una de ellas, la suspensión de la mezcla de biodiésel, que “ya tiene autorización legal”, y “con la colza a 750 dólares por tonelada puede redundar en una baja del gasoil de un mínimo de dos pesos”. “La colza hoy es el cultivo vedette a nivel internacional por la crisis de comestibles que hay en el mundo” y “Uruguay hoy tiene capacidad aceitera para acaparar la demanda inmensa de aceites comestibles a nivel internacional y exportar”, aseguró Da Silva, e indicó que le va a llevar el planteo al ministro de Industria, Omar Paganini, para aplicarla “aunque sea de forma parcial, por seis meses”.

“Cousa hoy tiene la posibilidad de exportar aceites. Si no se quiere hacer total, de la misma manera se puede hacer parcial, son medidas que pueden llevar a bajar el litro de gasoil. No requiere ley, requiere un acuerdo”, planteó el legislador, y subrayó que en el contexto internacional actual “nadie imagina que el girasol ucraniano y el ruso sean protagonistas en esta zafra: va a haber un faltante de aceite enorme”. La colza se utiliza como insumo por parte de Alcoholes del Uruguay (ALUR), subsidiaria de Ancap, para producir biodiésel que luego se mezcla con el gasoil para reducir los niveles de emisión y contaminación.

El senador blanco Jorge Gandini, por su parte, dijo que tiene “expectativas” de que el Poder Ejecutivo acuse recibo de la minuta que salió de la Comisión de Hacienda, que demuestra “la buena disposición del Senado de aprobar una ley en esa materia si el Ejecutivo la enviara con esa forma o con otra; con esos productos, con todos, con algunos, o con otros”. “Por algo lo votamos; expectativas de que se tomen nuevas medidas en el mismo sentido que se han tomado, las hay”, aseguró.

Desde filas de la oposición, el senador del Frente Amplio (FA) Sebastián Sabini consideró que “la cuestión de fondo es que las medidas que ha tomado el gobierno [hasta ahora] son marginales e insuficientes” y que “no han tenido un impacto en el bolsillo de la gente, ni en los ingresos, por varias razones: no sólo porque eran pocos productos, sino porque el mecanismo de contralor o de asegurar que esa rebaja realmente llegara a las familias es muy defectuoso”. Sabini hizo alusión a la exoneración de IVA del pan, las pastas y los fideos que se aprobó la semana pasada.

Por otro lado, Sabini señaló que “no se trata sólo de establecer una medida de reducción del IVA, que está bien, sino que además, efectivamente, se pueda efectivizar cuando los consumidores van a pagar”. Por tanto, subrayó la necesidad de tener “mecanismos de control” para garantizar el impacto en los consumidores. Asimismo, consideró que “lo que se votó en el Senado apunta a que hay un tema que viene no sólo a partir de la guerra, sino que tenés una inflación en los productos de la canasta básica de alimentos por encima de la media general de la inflación –los alimentos subieron 20%, mientras la inflación está alrededor de 9%–, y eso afecta más a las familias que tienen ingresos menores, porque gastan un mayor porcentaje de su ingreso en alimentación”.

“Esta medida lo que busca es atemperar [la inflación] en un sentido más profundo que las propuestas que viene haciendo el Ejecutivo, que además tienen un costo fiscal muy reducido; estamos hablando de que cada uno de los proyectos que envió el Ejecutivo no llegaba al millón de dólares”, resaltó el senador del FA.